viernes, 5 de marzo de 2010

Altas autoridades envueltas en espionaje a la oposición

Perú: Altas autoridades de la burguesía envueltas en escándalo de espionaje a la oposición
Personajes del gobierno peruano, como el vicepresidente de la República, Luis Giampietri, y la ex ministra Mercedes Cabanillas, están involucrados en presuntas acciones de espionaje de una empresa privada contra políticos de oposición, según el informe final de una comisión del Congreso.
El documento, que deberá ser debatido para su aprobación o rechazo en el pleno del Legislativo, concluyó que "se tienen suficientes indicios para presumir que las interceptaciones telefónicas a diversos personajes políticos fueron de conocimiento del almirante Luis Giampietri".
Giampietri, quien es además congresista, es visto como miembro del ala dura del gobierno de Alan García y ha admitido tener amistad con el contralmirante en retiro Elías Ponce Feijóo, dueño de la firma Business Track (BTR) -preso y acusado del espionaje telefónico-, pero niega estar comprometido en sus actividades.
Esa firma actuó "de manera organizada, planificada y sistematizada para obtener información clasificada a través de las interceptaciones telefónicas y electrónicas", según el informe de la comisión que presidió el congresista Oswaldo Luizar, del opositor Bloque Popular.
Luizar también afirmó que en 2006 cuando Mercedes Cabanillas, una de las figuras más influyentes del gobierno, era presidenta del Congreso, ordenó la contratación de Business Track para hacer un barrido electrónico, pero que la firma aprovechó para espiar a legisladores de oposición.
"Los agentes de BTR entraban de noche y trabajaban de madrugada, hoy sabemos que estas personas se dedicaban a interceptar comunicaciones", subrayó.
"BTR actuó en forma amplia dedicada a interceptar a todo el mundo", refirió Luizar señalando que operaba con equipos de espionaje telefónico que usó en la década pasada el encarcelado Vladimiro Montesinos, brazo derecho en el régimen del ex presidente Alberto Fujimori (1990-2000).
Tras el derrumbe del régimen fujimorista en 2000 en medio de denuncias de corrupción, los equipos de interceptación desaparecieron "y la gente vinculada a esa empresa, marinos activos y en retiro, las mantienen en su poder", precisó.
El espionaje se realizaba a políticos opositores y a empresarios cobrando tarifas altas por su labor, dependiendo del cliente, añadió.
La comisión encontró muchas resistencias en su trabajo, según el legislador, como del Poder Judicial y bancos que ponían obstáculos para dar información.
Tras conocerse el informe, el vicepresidente Giampietri dijo que Luizar "metió en un saco a todos sus enemigos potenciales" y comentó que el destino de ese informe debería "ir al basurero porque está lleno de barbaridades".
Por su parte, la legisladora y ex ministra Cabanillas le restó validez señalando que está "cargado de intencionalidad política y no es producto de ninguna investigación, simplemente es un armado de un intercambio de intereses políticos".
Según el informe Luizar, entre los políticos a quienes se espió figuran políticos opositores como el nacionalista Ollanta Humala, la ex candidata presidencial conservadora Lourdes Flores, el ex secretario general de la ONU Javier Pérez de Cuéllar y el sacerdote ecologista Marco Arana, entre otros.
MAS
Altos personajes del gobierno peruano, como el vicepresidente Luis Giampietri y la parlamentaria gubernamental y ex presidenta del Congreso Mercedes Cabanillas, han sido involucrados por una comisión investigadora del Congreso con actividades de espionaje telefónico a políticos y empresarios.
Este espionaje era realizado por Business Track, la empresa dedicada a pinchar teléfonos puesta al descubierto en enero de 2009 y que era dirigida por el hoy detenido Elías Ponce Feijóo, un ex oficial de la Marina que fue subdirector de la Inteligencia Naval durante el régimen del ex dictador Alberto Fujimori (1990-2000), y con quien Giampietri y Cabanillas mantenían una fluida relación.
Business Track, que espiaba por encargo de políticos y empresarios, es la misma empresa que grabó los audios que en octubre de 2008 pusieron al descubierto las conversaciones para favorecer a la empresa noruega Discover Petroleum en la licitación de cinco lotes petroleros. Esos audios escaparon del control de Business Track y llegaron a la prensa, desatando un escándalo que remeció al gobierno de Alan García. Ahí se acabó la suerte de Business Track y de Ponce Feijóo, hasta entonces muy vinculados con importantes personajes del gobierno. En enero de 2009, Business Track fue intervenida y Ponce Feijóo, detenido.
El informe de 324 páginas de la comisión parlamentaria que deberá ser debatido por el pleno del Congreso señala que Business Track actuó de manera “organizada, planificada y sistemática” y que existen “elementos razonables” para señalar que Giampietri conocía del espionaje telefónico a políticos y empresarios que realizaba esta empresa formada por militares en retiro. Giampietri, un almirante de la Marina en retiro que estuvo vinculado con el gobierno de Fujimori y sobre quien pesan acusaciones de violaciones a los derechos humanos, ha reconocido su estrecha y antigua amistad con Ponce Feijóo, aunque niega haber conocido sus ilícitas actividades.
Aunque no es mencionado en el informe del Congreso, el presidente García también ha estado vinculado con Ponce Feijóo. Según relata el periodista Gustavo Gorriti en su libro Petroaudios, García le encargó a Ponce Feijóo durante la campaña electoral de 2006 espiar a Ollanta Humala, su rival en la segunda vuelta.

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