Los empresarios escuchan solo
a sus candidatos y el objetivo de estos es buscar exposición mediática. La
historia tiene mentiras de antología.
CADE 2015 Escribe: Henry Cotos
Campeán
Los empresarios que organizan
la CADE no son democráticos, solo invitan a exponer a los candidatos con
programas neoliberales.
La edición 53 de la
Conferencia Anual de Ejecutivos (CADE), tiene como atractivo la presentación de
los candidatos presidenciales que van primeros en las encuestas (Keiko
Fujimori, Pedro Pablo Kuczynski, César Acuña, Alan García y Alejandro Toledo),
quienes mañana expondrán algunas de sus propuestas económicas.
Coincidentemente, todos esos
candidatos tienen casi el mismo programa basado en la economía neoliberal, y en
el que solo se diferencian en matices por algunas propuestas de corte
socialista que pretenden incluir en sus propuestas, con la clara intención de
captar el interés del electorado.
Sin embargo, este evento en
realidad es una escenografía montada para que los aspirantes a conducir el país
se presenten con su mejor gala ante un auditorio de empresarios, que dicen
esperar propuestas que permitan mejoras en la economía, cuando justamente el
sector empresarial, con todo su poder, es el que ha venido manejando la
economía desde el régimen fujimorista a la fecha.
Después de 1984, cuando los
empresarios se vieron sorprendidos por un joven (pero siempre mentiroso) Alan
García, los grupos de poder económico decidieron tomar el control de la
economía del país. García asistió a la CADE con 40.1% de intención de voto,
Alfonso Barrantes con 24.7%, Luis Bedoya Reyes 12.9%, Javier Alva Orlandini
4.1% y Francisco Morales Bermúdez 1.6%.
EL MENTIROSO
En aquella oportunidad el
presidente de la Asociación de Bancos Francisco Pardo Mesones, preguntó al
candidato García: “¿Estatizaría usted los bancos y las compañías de seguros?”.
La respuesta fue un categórico NO del entonces joven diputado aprista.
En 1987, tres años después,
Alan García olvidó sus palabras y anunció la estatización de los bancos. Pardo
Mesones, quien antes lo aplaudió y le dio su respaldo, tuvo que instalar una
cama en su despacho del Banco Mercantil, para evitar ser desalojado. Desde
entonces, los grupos de poder económico decidieron manejar la economía del país
y así lo han hecho.
Los empresarios más que creer
en los candidatos, los analizan para ver con cuál de ellos sienten más
confianza para los negocios. En contrapartida, los candidatos saben que su
participación en la CADE no decide su suerte en las elecciones, pues ha
sucedido que los que han tenido una brillante participación luego cayeron en
las encuestas y los que tuvieron una performance para el olvido terminaron
ganando las elecciones.
Haciendo un recuento de las
CADE preelectorales, tenemos que en 1989 los invitados fueron Mario Vargas
Llosa (42%), Alfonso Barrantes (12%), Luis Alva Castro (7%) y Henry Pease
(4.1%). El candidato Alberto Fujimori fue dejado de lado, sin embargo fue el
que ganó las elecciones. Desde entonces el dictador Fujimori sabía que en ese
foro no se decidía nada y en el ejercicio de su mandato no quería ir a ese
evento por considerarlo sin importancia, aunque al final iba por una cuestión
protocolar.
JPC DIRECTO
En 1994 en Ica, Javier Pérez
de Cuéllar (22%) fue directo con los empresarios: “Ustedes serán unas
setecientas personas y con el voto de todos los presentes no ganaré las
elecciones”, lo que no cayó nada bien, más aún si por entonces el mimado era
Alberto Fujimori (quien tenía el respaldo del 44%). Junto a ellos se presentó
Alejandro Toledo (9%).
Luego hubo jornadas de la CADE
los años 2000 (cuando Fujimori con Montesinos se empeñaban en mantenerse en el
poder) y en el 2001, ante la convocatoria de elecciones planteada por el
gobierno de transición de Valentín Paniagua después que Fujimori renunció para
refugiarse en Japón. En esa oportunidad creció la figura de Toledo tras la
marcha de los Cuatro Suyos, quien finalmente derrotó a García y fue elegido presidente.
El siguiente CADE fue el 2005
en El Pueblo, en el que Lourdes Flores tuvo la más destacada participación y
asistió con el más alto porcentaje de respaldo (28%), aunque en las elecciones
sacó (23.8), quedando por debajo de Ollanta Humala (30.6%) y Alan García
(24.3%), quienes definieron en segunda con el triunfo de García Pérez con 52.6%
contra 48.1% de Humala.
HUMALA DESAFIANTE
En el 2010 en la CADE del
Cusco, Ollanta Humala tuvo una presentación desafiante. “¿Han tomado su
antiácido?”, les preguntó a los empresarios y después les puso los pelos de
punta al manifestarse a favor de la reforma del capítulo del régimen económico
de la Constitución y la revisión del TLC con Estados Unidos.
ADEMÁS
La CADE de este año tiene como
lema “El Perú necesita cambios para seguir creciendo”. En esta suerte de hipocresía
acorbatada, los empresarios escuchan a los candidatos pero no les creen nada, y
los políticos solo quieren hablar bien para ver si suben algunos puntos en las
encuestas.
http://diariouno.pe/2015/12/03/la-farsa-de-la-cade/
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