lunes, 28 de diciembre de 2020

EL ORIGEN DE LAS RELIGIONES

Por: Alan Woods "El hombre está totalmente loco. No sabría cómo crear un gusano, y crea dioses por docenas". Montaigne. "Toda mitología supera, domina y transforma las fuerzas de la naturaleza en la imaginación y mediante la imaginación; por lo tanto desaparece con la llegada de la auténtica dominación sobre ellas". Marx. Los animales no tienen religión, y en el pasado se decía que ésa era la principal diferencia entre hombres y bestias. Pero ésta es sólo otra forma de decir que únicamente los seres humanos poseen conciencia en el sentido pleno de la palabra. En los últimos años ha habido una reacción contra la idea del Hombre como Creación única y especial. Al fin y al cabo, el ser humano evolucionó de los animales y en muchos aspectos sigue siendo animal. No solamente compartimos con otros animales muchas de las funciones corporales, sino que la diferencia genética entre humanos y chimpancés es menor del dos por ciento. He aquí una respuesta devastadora a las tonterías de los creacionistas. Las últimas investigaciones con chimpancés bonobos (los primates más afines a los humanos) han demostrado fuera de toda duda que son capaces de un nivel de actividad mental similar en algunos aspectos al de un niño. Esto prueba claramente el parentesco entre los seres humanos y los primates superiores, pero aquí la analogía empieza a resquebrajarse. Pese a todos los esfuerzos de los experimentadores, los bonobos cautivos no han sido capaces de hablar ni de labrar una herramienta de piedra remotamente similar a los utensilios más simples creados por los homínidos primitivos. Esa diferencia genética del dos por ciento que separa a los humanos de los chimpancés marca el salto cualitativo del animal al humano. Esto se logró no por obra y gracia de un Creador, sino por el desarrollo del cerebro a través del trabajo manual. La destreza para hacer incluso las herramientas de piedra más simples implica un nivel muy alto de habilidad mental y pensamiento abstracto. El seleccionar la piedra adecuada, elegir el ángulo correcto para golpear y usar la cantidad de fuerza precisa son acciones intelectuales muy complejas. Requieren un grado de planificación y previsión que no se encuentra ni en los primates más avanzados. No obstante, el uso y la manufactura de herramientas de piedra no fueron resultado de una planificación consciente, sino una imposición de la necesidad. No fue la conciencia la que creó la humanidad, sino que las condiciones necesarias para la existencia humana condujeron a un cerebro más grande, al habla y a la cultura, incluida la religión. La necesidad de entender el mundo estaba estrechamente vinculada a la necesidad de sobrevivir. Aquellos homínidos primitivos que descubrieron el uso de raspadores de piedra para descuartizar cadáveres de animales de piel gruesa obtuvieron una considerable ventaja sobre aquellos que no tuvieron acceso a esta fuente abundante de grasas y proteínas. Los que perfeccionaron sus herramientas de piedra y descubrieron los mejores yacimientos tuvieron más posibilidades de sobrevivir que los que no lo hicieron. Con el desarrollo de la técnica vino la expansión de la mente y la necesidad de explicar los fenómenos naturales que gobernaban sus vidas. A través de millones de años, mediante aproximaciones sucesivas, nuestros antepasados comenzaron a establecer ciertas relaciones entre las cosas. Empezaron a hacer abstracciones, esto es, a generalizar a partir de la experiencia y la práctica. Durante siglos, la cuestión central de la filosofía ha sido la relación entre el pensamiento y el ser. La mayoría de las personas pasan sus vidas sin siquiera contemplar este problema. Piensan y actúan, hablan y trabajan sin la menor dificultad. Es más, ni se les ocurriría considerar incompatibles las dos actividades humanas más básicas, que en la práctica son inseparables. Si excluimos reacciones simples condicionadas fisiológicamente, como los actos reflejos, incluso la acción más elemental exige un cierto grado de pensamiento. En cierto modo, esto es verdad no sólo para los humanos, sino también para los animales (pensemos en un gato apostado a la espera de un ratón). No obstante, la planificación y el pensamiento humanos tienen un carácter cualitativamente superior a cualquier actividad mental de incluso el simio más avanzado. Este hecho está estrechamente vinculado a la capacidad del pensamiento abstracto, que permite a los seres humanos ir mucho más allá de la situación inmediata dada por nuestros sentidos. Podemos imaginar situaciones no sólo en el pasado (los animales también tienen memoria, como el perro, que tiembla a la vista de un garrote), sino también en el futuro. Podemos predecir situaciones complejas, planificar, y así determinar el resultado y hasta cierto punto controlar nuestros destinos. Aunque normalmente no pensamos en ello, esto representa una conquista colosal que separa a la humanidad del resto de la naturaleza. “Lo típico del razonamiento humano”, dice el profesor Gordon Childe, “es que puede ir muchísimo más lejos de la situación actual, presente, que el razonamiento de cualquier otro animal”. De esta capacidad nacen las múltiples creaciones de la civilización: la cultura, el arte, la música, la literatura, la ciencia, la filosofía, la religión. También damos por supuesto que todo esto no cae del cielo, sino que es el producto de millones de años de desarrollo. El filósofo griego Anaxágoras (500-428 a.C.), en una deducción brillante, afirmó que el desarrollo mental del hombre dependía de la emancipación de las manos. Engels, en su importante artículo El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre, explicó la forma exacta en que se logró dicha transformación. Demostró que la postura vertical, la liberación de las manos para el trabajo, la forma de la mano, con el pulgar opuesto a los otros dedos de forma que permitía agarrar, fueron los requisitos fisiológicos para la manufactura de herramientas, que a su vez fue el principal estímulo para el desarrollo del cerebro. Incluso el habla, que es inseparable del pensamiento, surge de las exigencias de la producción social, de la necesidad de cooperar para realizar funciones complejas. Estas teorías de Engels se han visto confirmadas brillantemente por los últimos descubrimientos de la paleontología, que demuestran que los simios homínidos aparecieron en África bastante antes de lo que se pensaba y que tenían cerebros no más grandes que los de un chimpancé actual. Es decir, el desarrollo del cerebro vino después de la producción de herramientas y a consecuencia de ésta. Así, no es verdad que “En el principio, era la Palabra”, sino, en frase del poeta alemán Goethe, “En el principio, era el Hecho”. La capacidad de manejar pensamientos abstractos es inseparable del habla. El célebre prehistoriador Gordon Childe comenta: “El razonamiento y todo lo que podemos llamar pensamiento, inclusive el del chimpancé, hace intervenir en las operaciones mentales lo que los psicólogos llaman imágenes. Una imagen visual, la representación mental de una banana, por ejemplo, ha de ser siempre la representación de una banana determinada en un conjunto determinado. Una palabra, por el contrario, según lo explicado, es más general y abstracta, pues ha eliminado precisamente esos rasgos accidentales que dan individualidad a cualquier banana real. Las imágenes mentales de las palabras (representaciones del sonido o de los movimientos musculares que intervienen en su pronunciación) constituyen ‘fichas’ muy cómodas en el proceso del pensamiento. El pensar con su ayuda posee necesariamente esa cualidad de abstracción y generalidad que parece faltar en el pensamiento animal. Los hombres pueden pensar, lo mismo que hablar, sobre la clase de objetos llamados ‘bananas’; el chimpancé nunca va más allá de ‘esa banana en ese tubo’. De tal suerte el instrumento social denominado lenguaje ha contribuido a lo que se denomina grandilocuentemente ‘la emancipación del hombre de la esclavitud de lo concreto”. G. Childe, Qué sucedió en la historia. Editorial Pléyade, Buenos Aires, 1975, pp. 25-6) Los humanos primitivos, después de largo tiempo, formaron la idea general de, por ejemplo, una planta o un animal. Esto surgió de la observación concreta de muchas plantas y animales particulares. Pero cuando llegamos al concepto general de “planta”, ya no vemos delante de nosotros esta o aquella flor o arbusto, sino lo que es común a todas ellas. Comprendemos la esencia de una planta, su ser interior. Comparado con esto, los rasgos peculiares de las plantas individuales parecen secundarios e inestables. Lo que es permanente y universal está contenido en el concepto general. Jamás podemos ver una planta como tal, opuesta a flores y arbustos particulares. Es una abstracción de la mente. Sin embargo, es una expresión más profunda y verdadera de lo que es esencial a la naturaleza de la planta cuando se la despoja de todos los rasgos secundarios. No obstante, las abstracciones de los humanos primitivos distan mucho de tener un carácter científico. Eran exploraciones tentativas, como las impresiones de un niño: suposiciones e hipótesis a veces incorrectas, pero siempre audaces e imaginativas. Para nuestros antepasados remotos, el Sol era un ser supremo que unas veces les calentaba y otras les quemaba. La Tierra era un gigante adormecido. El fuego era un animal feroz que les mordía cuando lo tocaban. Los humanos primitivos conocieron los truenos y los relámpagos, les asustarían, como todavía hoy asustan a los animales y a algunas personas. Pero, a diferencia de los animales, los humanos buscaron una explicación general del fenómeno. Dada la ausencia de cualquier conocimiento científico, la explicación sólo podía ser sobrenatural: algún dios golpeando un yunque con su martillo. Para nosotros, semejantes explicaciones resultan simplemente divertidas, como las explicaciones ingenuas de los niños. No obstante, en ese período eran hipótesis extraordinariamente importantes, un intento de encontrar una causa racional para el fenómeno distinguiendo entre la experiencia inmediata y lo que había tras ella. La forma más característica de las religiones primitivas es el animismo — la noción de que todo objeto, animado o inanimado, posee un espíritu—. Vemos el mismo tipo de reacción en un niño cuando pega a una mesa contra la que se ha golpeado la cabeza. De la misma manera, los humanos primitivos y ciertas tribus actuales piden perdón a un árbol antes de talarlo. El animismo pertenece a un período en el que la humanidad aún no se había separado plenamente del mundo animal y de la naturaleza. La proximidad de los humanos al mundo de los animales está demostrada por la frescura y belleza del arte rupestre, donde los caballos, ciervos y bisontes están pintados con una naturalidad que ningún artista moderno es capaz de lograr. Se trata de la infancia del género humano, que ha desaparecido y nunca volverá. Tan sólo podemos imaginar la psicología de nuestros antepasados remotos. Pero mediante una combinación de los descubrimientos de la paleontología y la antropología es posible reconstruir, por lo menos a grandes rasgos, el mundo del que hemos surgido. En su estudio antropológico clásico de los orígenes de la magia y la religión, James G. Frazer escribe: “El salvaje concibe con dificultad la distinción entre lo natural y lo sobrenatural, comúnmente aceptada por los pueblos ya más avanzados. Para él, el mundo está funcionando en gran parte merced a ciertos agentes sobrenaturales que son seres personales que actúan por impulsos y motivos semejantes a los suyos propios y, como él, propensos a modificarlos por apelaciones a su piedad, a sus deseos y temores. En un mundo así concebido no ve limitaciones a su poder de influir sobre el curso de los acontecimientos en beneficio propio. Las oraciones, promesas o amenazas a los dioses pueden asegurarle buen tiempo y abundantes cosechas; y si aconteciera, como muchas veces se ha creído, que un dios llegase a encarnar en su misma persona, ya no necesitaría apelar a seres más altos. Él, el propio salvaje, posee en sí mismo todos los poderes necesarios para acrecentar su propio bienestar y el de su prójimo”. (Sir James Frazer, La rama dorada. Magia y religión. Fondo de Cultura Económica. Madrid. 1981, p. 33) La noción de que el alma existe separada y aparte del cuerpo viene directamente de los tiempos más remotos. El origen de esta idea es evidente. Cuando dormimos, el alma parece abandonar el cuerpo y vagar en nuestros sueños. Por extensión, la similitud entre la muerte y el sueño —“gemelo de la muerte”, como lo llamó Shakespeare— sugiere la idea de que el alma podría seguir existiendo después de la muerte. Así fue cómo los humanos primitivos concluyeron que el interior de sus cuerpos albergaba algo, el alma, que mandaba sobre el cuerpo y podía hacer todo tipo de cosas increíbles, incluso cuando el cuerpo estaba dormido. También observaron cómo palabras llenas de sabiduría manaban de las bocas de los ancianos y concluyeron que, mientras que el cuerpo perece, el alma sigue viviendo. Para gente acostumbrada a los desplazamientos, la muerte era vista como una migración del alma, que necesitaba comida y utensilios para el viaje. Al principio estos espíritus no tenían una morada fija. Simplemente erraban, la mayoría de las veces causando molestias y obligando a los vivos a hacer todo lo que podían por deshacerse de ellos. He aquí el origen de las ceremonias religiosas. Finalmente surgió la idea de que mediante la oración podría conseguirse la ayuda de estos espíritus. En esta etapa, la religión (magia), el arte y la ciencia no se diferenciaban. No teniendo los medios para conseguir un auténtico poder sobre el medio ambiente, los humanos primitivos intentaron obtener sus fines por medio de una relación mágica con la naturaleza, y así someterla a su voluntad. La actitud de los humanos primitivos hacia sus dioses-espíritus y fetiches era bastante práctica. La intención de los rezos era obtener resultados. Un hombre haría una imagen con sus propias manos y se postraría ante ella. Pero si no conseguía el resultado deseado, la maldecía y la golpeaba para obtener mediante la violencia lo que no había conseguido con súplicas. En ese mundo extraño de sueños y fantasmas, un mundo de religión, la mente primitiva veía cada acontecimiento como la obra de espíritus invisibles. Cada arbusto o cada riachuelo eran una criatura viviente, amistosa u hostil. Cada suceso fortuito, cada sueño, dolor o sensación estaba causado por un espíritu. Las explicaciones religiosas llenaban el vacío que dejaba la falta de conocimiento de las leyes de la naturaleza. Incluso la muerte no era vista como un evento natural, sino como el resultado de alguna ofensa causada a los dioses. Durante casi toda la existencia del género humano, la mente ha estado llena de este tipo de cosas. Y no sólo en lo que a la gente le gusta considerar como sociedades primitivas. Las creencias supersticiosas continúan existiendo hoy, aunque con diferente disfraz. Bajo el fino barniz de civilización se esconden tendencias e ideas irracionales primitivas que tienen su raíz en un pasado remoto que ha sido en parte olvidado, pero que no está todavía superado. No serán desarraigadas definitivamente de la conciencia humana hasta que hombres y mujeres no establezcan un firme control sobre sus condiciones de existencia.

domingo, 27 de diciembre de 2020

CRISTO, FUNDADOR DEL ANTIIMPERIALISMO

Atilio Boron
25 de diciembre Aclaraciones imprescindibles para un debate necesario. Hace tres años, para la Navidad del 2017, escribí el texto que agrego a continuación. Su difusión generó en ese momento una fuerte controversia. Desde los sectores conservadores de la Iglesia Católica llovieron todo tipo de críticas contra esta interpretación del legado de un personaje histórico como Jesucristo. El escándalo y la abominación fueron las marcas de estas fallidas defensas de la “verdad oficial” defendida por la institución. Los sempiternos y omnipresentes voceros del imperialismo se unieron a ella, sobre todo por las consecuencias políticas y económicas de esta reconstrucción del mensaje que nos hereda Cristo más allá de cuestiones teológicas que no son de mi interés examinar. Algunas pocas voces procedieron del marxismo vulgar, ecos lejanos de un correcto anticlericalismo pero incapaz de distinguir entre el discurso de Cristo y la corrupción del mismo en manos de la burocracia eclesiástica. Transcurrido cuatro años de trumpismo y, (a) ante la acentuación de los rasgos más criminales del imperialismo contemporáneo y, (b) los enormes desafíos que nos plantea la refundación de un orden social e internacional post-capitalista a la salida de la pandemia me ha parecido conveniente reproducir aquel breve escrito en donde se subraya la actualidad del mensaje original de Cristo para las luchas antiimperialistas. Por eso lo reproduzco con varias aclaraciones, introducidas todas ellas entre paréntesis. ¡Aquí les va! ___________ Hoy se recuerda el nacimiento de Cristo, hijo de un artesano y carpintero, vástago de una familia judía de refugiados y migrantes. (Refugiados y migrantes suman, al día de hoy, unas 80 millones de personas) De niño se destacó por su inteligencia, su humanismo y su finísimo sentido de la justicia que dejó en ridículo a los doctores de la ley del Sanedrín. (En la actualidad esos doctores dictan cátedra en universidades y difunden sus mentiras por los medios de comunicación, y también suelen quedar en ridículo, pero los medios los protegen) Echó a latigazos a los mercaderes del templo y condenó la usura. (eso hoy se llama “irracional rechazo a las leyes de la economía”, o populismo económico) Siempre estuvo del lado del pueblo, de los oprimidos, de los excluidos, de los otros y las otras estigmatizadas, con María Magdalena como caso paradigmático. (¡Populismo recargado!) Condenó la hipocresía y el sesgo antipopular de las leyes que regían en Judea. (Vocación autoritaria, desprecio por las instituciones republicanas y la división de poderes) Criticó al imperialismo de su tiempo, el romano; a los lacayos que lo representaban y a los sacerdotes y fariseos que elaboraban doctrinas para demostrar que la fidelidad a Roma era lo mejor que podía hacer el pueblo judío. (Con el antiimperialismo “nos salimos del mundo”, dicen en Argentina. El “mundo” repudia la vacuna rusa, llamada también “soviética”, por los lacayos, sacerdotes y fariseos de hoy) Por eso se lo recuerda como el primer gran luchador anti-imperialista de la historia. (Más de medio siglo antes Espartaco encabezó una gran rebelión de esclavos contra la por entonces República Romana. Pero al carecer de una doctrina filosófica la derrota en el campo militar y político hizo que el heroísmo de los esclavos no pudiera dar origen a una nueva fuerza política) Por su prédica que movilizaba multitudes Cristo fue detenido, escarnecido, torturado y en un juicio infame sentenciado a muerte en las pascuas judías del año 33. (Esto hoy lo hacen el “lawfare” y el sicariato mediático que manipula las mentes y los corazones de la población) Nos legó una doctrina basada en el amor, el afán insaciable de justicia y el rechazo al poder del dinero, del imperio y sus sirvientes. (Che Guevara: “el revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor”; “es capaz de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometido contra cualquiera en cualquier parte del mundo”) Por eso sólo se es verdaderamente cristiano si se es revolucionario. (He ahí el fundamento de la Teología de la Revolución: Gustavo Gutiérrez, Leonardo Boff, Frei Betto, etcétera) Y nos legó también otra enseñanza: que no basta con poseer las ideas correctas si no se construye una organización capaz de convertirlas en el motor de la historia. Por eso le encomendó a sus apóstoles, a los cuadros de la nueva fe, crear un instrumento político de convocatoria universal que congregase a los pueblos sometidos por Roma –que en esa época histórica se traducía como “iglesia”- para oponerse al imperio romano y al poder establecido en Judea y para construir un nuevo mundo. (Gramsci estableció una correlación entre Marx, fundador del materialismo histórico, y Lenin, creador de su aparato político, y Jesucristo, creador de una nueva cosmovisión universal, y su iglesia de los primeros tiempos, antes de que traicionara el legado de su fundador) ______________ El calor del debate sobre la figura histórica de Cristo hizo que incorporara en apoyo a mi tesis un pasaje luminoso de Federico Engels. En su célebre “Introducción” de 1895 para la nueva edición de libro de Karl Marx Las Luchas de Clase en Francia de 1848 a 1850 de Karl Marx, Engels pone punto final a su escrito introductorio con las siguientes palabras: ʺHace casi mil seiscientos años operaba en el Imperio Romano un peligroso ‘partido revolucionario`. Minaba la religión y todas las bases del Estado; negaba categóricamente que la voluntad del emperador fuese la suprema ley; carecía de patria, era internacional; se propagó por todo el reino, desde las Galias al Asia, y aun más allá de los límites del Imperio. Por mucho tiempo había trabajado bajo tierra y en secreto, pero de algún tiempo se sentía lo bastante fuerte para salir abiertamente a la luz del día. Este ‘partido revolucionario’, conocido con el nombre de Cristianos, tenía también una fuerte representación en el ejército; legiones enteras estaban integradas por cristianos. Cuando se les ordenaba asistir a las ceremonias de sacrificio de la iglesia pagana establecida, para servir como guardia de honor, los soldados revolucionarios llevaban su insolencia hasta el grado de fijar en sus yelmos símbolos especiales —cruces—. Las usuales medidas disciplinarias de cuartel, impuestas por los oficiales, demostraban ser inútiles. El emperador, Diocleciano, no podía ya contemplar tranquilamente aquello y ver cómo el orden, la obediencia y la disciplina estaban minados en el ejército. Promulgó una ley antisocialista; perdón, anticristiana. Las reuniones de los revolucionarios fueron prohibidas, sus lugares de reunión cerrados o demolidos, los símbolos cristianos, cruces, etc., fueron prohibidos, como en Sajonia se prohíben los pañuelos rojos de bolsillo. Los cristianos fueron declarados incapaces de ocupar cargos en el Estado; ni siquiera podían ser cabos. Puesto que en aquel tiempo no había jueces bien ʹentrenadosʹ en lo que respecta a la ʹreputación de una personaʹ, como presupone la ley antisocialista de Herr Koller, a los cristianos simplemente se les prohibía exigir sus derechos ante un tribunal de justicia. Pero esta ley excepcional también resultó inefectiva. En desafío, los cristianos la arrancaron de los muros, más aún, se dice que en Nicomedia incendiaron el palacio del emperador pasando por encima de él. Este se vengó entonces por medio de una gran persecución de su clase. Fue tan efectiva que, diecisiete años después, el ejército se hallaba compuesto en gran parte de cristianos, y el próximo gobernante autócrata de todo el Imperio Romano, Constantino, llamado ʹel grandeʹ por los clericales, proclamó el cristianismo como la religión del Estado.ʺ ¿Se entiende ahora, gracias a la exposición histórica que hace Engels? ¿Se entiende también por qué la Iglesia terminó traicionando el legado revolucionario de su fundador? ¿Se entiende por qué la derecha y el imperialismo abonaron la tesis que convirtió al rebelde judío en un “adocenado adorador” del statu quo, con todas sus lacerantes injusticias y atrocidades? Fue por esto que en las últimas décadas del siglo pasado el Papa Juan Pablo II lanzara, con el beneplácito de sus grandes aliados: Ronald Reagan y Margaret Thatcher, una “santa cruzada” contra la Teología de la Liberación y los curas villeros, los de la opción por los pobres, restaurando la visión conservadora y reaccionaria de Jesucristo, apartando a los curas populares de sus comunidades, acallándolos y persiguiéndolos sin pausa, abriendo las puertas al avance de las versiones más retrógradas del catolicismo representada en los episcopados y la burocracia romana y el neopentecostalismo sutilmente orquestado por el imperialismo, para convertirlo en la base social de apoyo de títeres de la Casa Blanca como Jair Bolsonaro en Brasil y otros en diversos países. Es todo, (por ahora) ¡Feliz Navidad 2020, por un despertar de la conciencia revolucionaria para construir el nuevo mundo post-pandemia!

lunes, 21 de diciembre de 2020

EL MAQUILLAJE VERDE DEL CAPITALISMO NO CAMBIA SU ESENCIA DEPREDADORA: LA FÁBULA GRETA Y SUS LIMITACIONES

Por Cecilia Zamudio Los verdaderos ambientalistas de este mundo son los pueblos en lucha contra la depredación que perpetran las multinacionales: los que entregan sus vidas por sus comunidades, por las montañas y ríos. Cada mes, decenas de esos verdaderos ambientalistas son asesinados en sus países: las balas de los sicarios del capitalismo transnacional revientan sus cabezas llenas de honestidad y lucha, y mueren con las manos limpias, unas manos que jamás habrán estrechado las manos infames del FMI, ni las de los demás vampiros del planeta. La clase explotadora y su sistema capitalista se perpetúa en base al Exterminio y a la alienación: en base a la violencia, y también en base a la mentira que impone a través de sus medios masivos. En sendas fotos se aprecia a Greta Thunberg, el nuevo personaje hyper-mediatizado por el aparato cultural del capitalismo, junto con la directora del FMI y candidata al BCE, Christine Lagarde (el FMI, esa institución del capitalismo transnacional que depreda la naturaleza y hambrea pueblos enteros): un apretón de manos que ilustra muy bien la felicidad de los amos del mundo al saludar a quienes bien les sirven en la importante tarea de penetrar todas las luchas con Caballos de Troya que encausen las energías hacia callejones sin salida, que manipulen a las mayorías en seudo luchas que no vayan nunca a tocar la raíz de los problemas, y por lo tanto no los solucionen. El capitalismo que está acabando con la naturaleza no es cuestionado por la fábula de Greta. El planeta se muere y siguen con su Pan y Circo. Cinismo absoluto. La televisión, la prensa, la industria cultural, están en manos de monopolios privados en el capitalismo: esos monopolios suelen también tener capital en el complejo militar industrial, en el agroindustrial, en la industria química y farmacéutica, etc... Todo lo anterior explica el porqué los medios masivos no televisan a nadie que cuestione realmente sus intereses: nadie que cuestione la perpetuación de este sistema, que cuestione al capitalismo, recibirá tal hyper-mediatización. La depredación de la naturaleza se debe al modo de producción capitalista: el agroindustrial intoxica la tierra, la megaminería devasta montañas y ríos, etc. El sobreconsumo es un fenómeno teledirigido por el aparato cultural del capitalismo, por el bombardeo publicitario. La Obsolescencia Programada, mecanismo perverso de envejecimiento prematuro de las cosas, implementado adrede en el modo de producción capitalista, también le garantiza a la burguesía que las masas sobreconsuman, porque así es que la burguesía llena sus arcas: en base a la explotación contra las y los trabajadores y en base a la devastación contra la naturaleza. No hay solución a la devastación de la naturaleza dentro del capitalismo. Ante la tragedia palpable de continentes de plástico flotando en los océanos, de la deforestación vertiginosa de bosques milenarios, de los glaciares depredados, de las napas freáticas y ríos contaminados y desecados, de cordilleras rebanadas por la mega minería, del uranio empobrecido con el que el complejo militar industrial bombardea regiones enteras, de los niveles de CO2 en claro aumento, el cinismo de los amos del mundo es descomunal. Cómo si plantearan lo siguiente: «No se puede tapar el sol con un dedo, es decir ya es inocultable la devastación del planeta que los grandes capitalistas estamos perpetrando; ahora bien, lo que sí se puede hacer para seguir depredando y capitalizando, es mentir sobre las causas profundas y sistémicas del problema. Lo importante es que no se nos señale a nosotros como los responsables, que no se nos señale a los propietarios de los medios de producción, los que decidimos qué se produce, bajo qué condiciones y a qué ritmo, los que nos enriquecemos mediante el saqueo de la naturaleza y mediante la plusvalía que le sacamos a las y los trabajadores, los que decidimos cómo debe comportarse la población, ya que la inducimos al sobreconsumo que nos enriquece a nosotros, y la inducimos a no cuestionar a este sistema que tanto nos conviene a nosotros como minoría dominante. El fingir que nos preocupa el planeta, dará muy buenos réditos, basta con una buena operación de propaganda a nivel mundial, que se nos vea escuchando a algún símbolo que habremos creado previamente, algo que no nos cuestione como clase dominante, como clase explotadora, y que no cuestione en definitiva este sistema». Pero la gangrena no se cura con tiritas, y obviamente la depredación del planeta no se frenará con los placebos que el mismo sistema ofrece para encausar el descontento social hacia callejones sin salida. Greta y su grupo apelan a las supuestas "cualidades morales" de los amos del mundo, apelan a su supuesta "buena voluntad"; una vez más entramos en la fábula anestesiante que finge ignorar que en el capitalismo la acumulación de riquezas la perpetran los grandes capitalistas de dos maneras fundamentales: la explotación contra las y los trabajadores y el saqueo de la naturaleza. En esta fábula del GreenWashing (lavado verde) se plantea fraudulentamente la existencia de un supuesto "capitalismo verde", algo totalmente imposible por la lógica misma del sistema. No es posible un "capitalismo verde", como no es posible un "capitalismo con rostro humano", como no es posible un león vegetariano. Y eso simplemente porque cuando hablamos de este sistema económico, social, político y cultural que es el capitalismo, hablamos de los mecanismos inherentes a su lógica: ca-pi-ta-li-zar. Y a los que vengan con el fraude de que “los países nórdicos son grandes ejemplos de capitalismo bueno y verde”, decirles que mejor se lo pregunten a una víctima de las masacres que las grandes empresas nórdicas han fomentado en el Congo para poder saquear hasta la médula el Coltán y otros recursos. ¿Les suena de algo Ericsson, Saab, Volvo, Bofors (armas), Nammo (armas), Kongsberg (armas), Ikea, H&M, etc? Ni muy “verdes” ni muy “humanas” en lo que a explotación y devastación contra las y los trabajadores y contra la naturaleza se refiere. ¿Ah, que si se logra externalizar fuera del país toda la cloaca de las prácticas que enriquecen a una multinacional, entonces no se toma en cuenta dicha cloaca? ¿Y la faraminosa cifra de negocios de las empresas suecas, noruegas y finlandesas en base a la venta de armas, y su lucrativa participación en toda nueva invasión de la OTAN, tampoco será mostrada en la fábula, no? No es posible un "capitalismo verde", como no es posible un "capitalismo con rostro humano", como no es posible un león vegetariano. Porque la explotación y la depredación son inherentes al capitalismo. Ahora bien, lo que sí es posible, es maquillar el mismo rostro inhumano y nada verde del capitalismo, con toneladas de maquillaje para que parezca lo que no es. Pero un león con una máscara de cebra, no será nunca vegetariano como el personaje de su máscara, así como un sistema como el capitalismo, no será nunca "verde" como las máscaras que de sí mismo mediatiza el mismo sistema. Grandes multinacionales energéticas, depredadoras por excelencia de la naturaleza, arboran logos de colibrí o de fauna marina. La BMW y un banco suizo financian el barco con el que Greta surca los mares: ¿Será entonces menos poluyente, menos infame, el proceder de la BMW o del banco suizo? Por otra parte, en el discurso del GreenWashing se culpabiliza a todos por igual, y al final... «si todos somos culpables nadie lo es de manera específica», lo que es una manera de diluir responsabilidades, de no señalar a los principales responsables de esta barbarie: los grandes capitalistas, la burguesía transnacional. Es verdad que el sobreconsumo no se limita a la burguesía, porque si bien esta puede consumir muchísimo más y genera un despilfarro brutal, la clase explotada también ha sido alienada por el bombardeo publicitario, para llevarla a sobreconsumir, aún a costa de contraer deudas. Pero una vez más, hay una cuestión de clase: porque es la clase explotadora, la que posee los medios de producción y propaganda, la que impone su hegemonía ideológica y cultural a todo el planeta, es la clase explotadora la que aliena a la clase explotada a través de los medios masivos de su propiedad. Es mediante la alienación que la clase explotadora dirige a la clase explotada hacia el sobreconsumismo, la dirige mediante el bombardeo publicitario y mediante los paradigmas que impone el aparato cultural del capitalismo (individualismo, consumo presentado como "compensatorio", noción de “éxito” relativa al tener y no al ser, etc). La Obsolescencia Programada (envejecimiento prematuro de las cosas) también les garantiza a los grandes capitalistas que las masas sobreconsuman, para llenar sus cuentas bancarias mientras devastan al planeta. En el 2019, las 26 personas más enriquecidas del mundo tienen la misma riqueza con la que malviven los 3.800 millones de personas más empobrecidas, la mitad de la población mundial (Oxfam). Un puñado de multimillonarios posee los principales medios de producción y medios de propaganda y difusión. El 1% de la población mundial posee el 82% de la riqueza mundial. La base de datos de consumo de energía eléctrica per cápita, evidencia que son Europa, Estados Unidos, Canadá y demás metrópolis capitalistas, las que consumen, y de lejos, la inmensa mayoría de la energía consumida a nivel mundial. En el discurso de la Máscara Verde, se equipara la depredación que cometen los grandes capitalistas, las gigantescas empresas que secuestran ríos enteros para la mega minería, con los pueblos que son sus víctimas. Se equipara a víctimas con victimarios en ese abyecto discurso del “todos somos culpables”, que no hace distinción alguna, ni de clases sociales, ni entre el puñado de países que consumen el 80% de los recursos del planeta (Estados Unidos, Europa, Canadá, Japón, Australia y demás metrópolis capitalistas) y todos los demás países del mundo (la inmensa mayoría) que sobreviven con el 20% restante. En el discurso de la Máscara Verde no se habla de metrópolis capitalistas que sobreconsumen, versus periferias capitalistas que son concebidas por el capitalismo transnacional como meras "bodegas de recursos" y saqueadas hasta la médula, con un impacto ecológico devastador y un impacto social de empobrecimiento, tampoco se dice que el saqueo es perpetrado asesinando a toda persona o comunidad que alce su voz contra el saqueo capitalista. Se equipara a las multinacionales depredadoras con los pueblos que éstas exterminan. Tomemos como ejemplo lo que cometen la Anglo American, la BHP Billiton y la Glencore al desviar todo un río para usar el agua en la mina de Carbón más grande del mundo, la mina del Cerrejón en Colombia, lo que causa sequía, ecocidio, hambruna y Genocidio contra uno de los principales pueblos indígenas de Colombia: los Wayú. Más de 14.000 niños Wayú han muerto de hambre y sed por causa del saqueo capitalista que perpetran esas tres multinacionales. El carbón que se extrae por toneladas, es encaminado hacia Estados Unidos y Europa principalmente. Así que no, no somos "todos culpables por igual". No es igual de culpable una familia trabajadora que un capitalista. No es igual de culpable la multinacional Glencore que el pueblo Wayú padeciendo exterminio. No son culpables las y los miles de luchadores sociales, ecologistas verdaderos, que son asesinados a diario por las balas de los sicarios del capitalismo transnacional; pero en cambio sí son culpables los que saquean el planeta y pagan sicarios para exterminar toda oposición al saqueo capitalista. Por nuestras muertas y muertos, ni un minuto de silencio ante la barbarie y la pantomima con la que pretenden encubrirla: más de 1500 campesinos, indígenas, afrodescendientes, ambientalistas, luchadores sociales, asesinados en Colombia por el capitalismo transnacional en cinco años, otros miles en México, otros tantos en diversos países de África, Asia y América Latina... Y nos vienen con su fábula de la niña de las trencitas, que NO cuestiona al sistema capitalista y es hyper-mediatizada, con su montaje que hiede a paternalismo eurocentrado, con su decorado que hiede a cinismo, con su teatro que hiede a fingir para que todo siga igual. Están experimentando para ver hasta qué punto nos tragamos todos sus montajes con la sonrisa tonta, mientras que ellos, los miembros de la clase explotadora, siguen depredando montañas y ríos, océanos y bosques, siguen perpetrando ecocidios y genocidios, siguen empujando a millones de desposeídos a los caminos del éxodo, siguen transformando el planeta en un basural y a los seres humanos en alienados (y al que no se deje alienar, y pretenda luchar por fuera de los trazados de lo inútil, le asestan la bala paramilitar y militar, o la persecución política y la cárcel). «Mientras tengamos Capitalismo, este planeta no se va a salvar; porque el capitalismo es contrario a la vida, a la ecología, al ser humano, a las mujeres», expresaba Berta Cáceres, auténtica ambientalista y luchadora social hondureña, asesinada por oponerse al saqueo capitalista. Chico Méndes, otro auténtico ambientalista, defensor de la Amazonía y luchador social asesinado para callar su voz de consciencia de clase, para intentar frenar la organización política de los desposeídos, ya señalaba, antes de ser asesinado, las imposturas del "GreenWashing" (al que por entonces no se llamaba con ese término, pero que ya existía). Contra el capitalismo y su Maquillaje Verde, también había alzado su lucha Macarena Valdés, ecologista Mapuche asesinada por defender a la naturaleza y a la comunidad, por enfrentarse a la multinacional RP Global, de capital austriaco, que promueve la energía que vende como "renovable y sustentable", tras participar del ecocidio y genocidio contra el pueblo Mapuche. Las y los luchadores contra la depredación de la naturaleza son miles, sus voces no son mediatizadas, sus vidas suelen ser cortas porque son truncadas por las herramientas represivas al servicio del capitalismo transnacional. Y si algún país pretende nacionalizar los recursos naturales y no permitir que las multinacionales los saqueen, lo bombardean en sus guerras imperialistas, lo invaden, le introducen mercenarios fanáticos religiosos incubados desde el imperio, lo torturan, lo martirizan, le imponen regímenes sanguinarios. ¿Dónde están esos falsos “ecologistas” del sistema cuando el imperialismo estadounidense y europeo masacra naturaleza y pueblos en Irak, Libia, Colombia, Afganistán, Yemen, etc? Ah... Que ahí no está su seudo “protesta" ¿no?... Claro, las marionetas al teatrillo, a embaucar incautos, a hacer que las miles de personas que fueron (y son a diario) asesinadas por el capitalismo transnacional por haber verdaderamente defendido al planeta en primera línea, sean más silenciadas todavía en medio de toda la cacofonía, de la hyper-mediatización de la ficción. Pero la lucha sigue, contra el capitalismo y su barbarie; porque la cosmética con la que pretenden tapar su hedor, muchas y muchos no nos la tragamos. ____________________________ Blog de la autora: www.cecilia-zamudio.blogspot.com

domingo, 8 de noviembre de 2020

LAS IZQUIERDAS DE 11 PAÍSES SE UNEN PARA PROTEGER LA DEMOCRACIA FRENTE A LA AMENAZA DE “GOLPISMO DE LA ULTRADERECHA”

 

Reunión entre Pablo Iglesias y José
Luis Rodríguez Zapatero

LAS IZQUIERDAS DE 11 PAÍSES SE UNEN PARA PROTEGER LA DEMOCRACIA FRENTE A LA AMENAZA DE “GOLPISMO DE LA ULTRADERECHA”  

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, y el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero suscriben la 'Declaración de La Paz', para "defender la democracia y la justicia social frente a la ultraderecha", junto a los presidentes de Argentina y Bolivia y líderes como Dilma Rousseff, Evo Morales, Rafael Correa o Alexis Tsipras, entre otros. 

ALEXIS ROMERO  @alexisrmoran  La izquierda ha dado este domingo un paso adelante en su compromiso para proteger la democracia y los derechos humanos frente a la "principal amenaza a a la paz social en el siglo XXI: el golpismo de la ultraderecha". 14 líderes de la izquierda de 11 países distintos han suscrito la Declaración de la Paz, un manifiesto que alerta de las consecuencias del crecimiento y desarrollo de la extrema derecha y sus estrategias de "mentira y difamación sistemática de los adversarios". 

Evo Morales (expresidente de Bolivia) y Luis Arce (presidente electo de Bolivia), Alberto Fernández (presidente de Argentina), Pablo Iglesias (vicepresidente de Derechos Sociales y Agenda 2030 de España), José Luis Rodríguez Zapatero (expresidente), Dilma Rousseff (expresidenta de Brasil), Rafael Correa (expresidente de Ecuador) y Andrés Arauz (candidato a la Presidencia de Ecuador), Alexis Tsipras (expresidente de Grecia), Daniel Jadue (candidato a la Presidencia de Chile), Gustavo Petro (candidato a la Presidencia de Colombia), Verónica Mendoza (candidata a la Presidencia de Perú), Jean Luc Melenchon (Lider de Francia Insumisa) y Caterina Martins (líder del Bloco de Esquerda portugués) son los firmantes de este manifiesto. 

La iniciativa que ha dado lugar al texto ha venido por parte de Luis Arce, Alberto Fernández y Pablo Iglesias. Los mandatarios que suscriben el manifiesto han coincidido este domingo en La Paz, en el acto de toma de posesión de Arce como presidente de Bolivia, "país que se ha convertido en referencia internacional de la respuesta ciudadana al golpismo". 

"La crisis vinculada a la grave pandemia que golpea a la humanidad ha puesto en evidencia las principales debilidades de nuestras formas de organización social: la fragilidad de los sistemas de salud y de los servicios públicos; la erosión, resultado de años de neoliberalismo, de los mecanismos de protección social con los que cuentan los Estados; la insostenibilidad social, económica y ecológica de los modelos dominantes de extracción para exclusivo beneficio empresarial; y, con una intensidad especialmente preocupante, los peligros a los que se enfrentan los sistemas democráticos en todo el mundo", comienza el manifiesto. 

En este contexto, el manifiesto alerta de que "hoy la democracia está amenazada y basta con analizar los acontecimientos políticos de los últimos meses en Bolivia, país anfitrión de esta Declaración, para constatar que la principal amenaza a la democracia y la paz social en el siglo XXI es el golpismo de la ultraderecha". 

"Una ultraderecha que se expande a nivel global, que propaga la mentira y la difamación sistemática de los adversarios como instrumentos políticos, apelando a la persecución y la violencia política en distintos países. Promueve desestabilizaciones y formas antidemocráticas de acceso al poder", reza el texto, que también advierte de que "esta acción antidemocrática se potencia allí donde encuentra poderes comunicacionales a su servicio, que acumulando un inmenso poder de influencia, pretenden manipular y tutelar las democracias en defensa de sus intereses políticos y económicos". 

Frente a la ultraderecha, "los firmantes de esta Declaración, gobernantes, expresidentes y líderes progresistas en nuestros respectivos países de Iberoamérica y Europa, afirmamos nuestro compromiso histórico de trabajar conjuntamente por la defensa de la democracia, la paz, los derechos humanos y la justicia social frente a la amenaza que representa el golpismo de la ultraderecha", concluye el manifiesto. 

 

DECLARACION DE LA PAZ 

En defensa de la democracia 
La crisis vinculada a la grave pandemia que golpea a la humanidad ha puesto en evidencia las principales debilidades de nuestras formas de organización social: la fragilidad de los sistemas de salud y de los servicios públicos; la erosión, resultado de años de neoliberalismo, de los mecanismos de protección social con los que cuentan los Estados; la insostenibilidad social, económica y ecológica de los modelos dominantes de extracción para exclusivo beneficio empresarial; y, con una intensidad especialmente preocupante, los peligros a los que se enfrentan los sistemas democráticos en todo el mundo. 
Hoy la democracia está amenazada y basta con analizar los acontecimientos políticos de los últimos meses en Bolivia, país anfitrión de esta Declaración, para constatar que la principal amenaza a la democracia y la paz social en el siglo XXI es el golpismo de la ultraderecha. 
Una ultraderecha que se expande a nivel global, que propaga la mentira y la difamación sistemática de los adversarios como instrumentos políticos, apelando a la persecución y la violencia política en distintos países. Promueve desestabilizaciones y formas antidemocráticas de acceso al poder. 
Esta acción antidemocrática se potencia allí donde encuentra poderes comunicacionales a su servicio, que acumulando un inmenso poder de influencia, pretenden manipular y tutelar las democracias en defensa de sus intereses políticos y económicos. 
Reunidos en La Paz con motivo de la toma de posesión de Luis Arce como presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, país que se ha convertido en referencia internacional de la respuesta ciudadana al golpismo, los firmantes de esta Declaración, gobernantes, expresidentes y líderes progresistas en nuestros respectivos países de Iberoamérica y Europa, afirmamos nuestro compromiso histórico de trabajar conjuntamente por la defensa de la democracia, la paz, los derechos humanos y la justicia social frente a la amenaza que representa el golpismo de la ultraderecha. 
La Paz, 8 de noviembre de 2020 
 

- Bolivia: Evo Morales (ex presidente) y Luis Arce (presidente electo) 
 

- Argentina: Alberto Fernández (actual presidente) 
 

- España: José Luis Rodríguez Zapatero (ex presidente) y Pablo Iglesias (actual vicepresidente) 
 

- Brasil: Dilma Rousseff (ex presidenta) 
 

- Ecuador: Rafael Correa (ex presidente) y Andrés Arauz (candidato a la presidencia) 
 

- Grecia: Alexis Tsipras (ex presidente) 
 

- Chile: Daniel Jadue (candidato a la presidencia) 
 

- Colombia: Gustavo Petro (candidato a la presidencia) 
 

- Perú: Verónica Mendoza (candidata a la presidencia) 
 

- Francia: Jean Luc Melenchon (Lider de Francia Insumisa) 
 

- Portugal: Caterina Martins (lider del Bloco de Esquerda) 

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