¿QUIÉN ES VERÓNIKA MENDOZA?

Verónika Mendoza es una joven mujer peruana que nació el 9 de diciembre de 1980 en el pueblo de Andahuaylillas, provincia de Quinpichanchi, departamento de Cusco. Estudió, se crió y creció en su tierra natal. Además del castellano, Mendoza es la única candidata presidencial que habla Quechua, Francés y tiene conocimientos de lenguas como el shipibo y machiguenga de la selva peruana. Se ha desempeñado como catedrática de la Escuela de Post grado de la Universidad Nacional del Altiplano; es asesora en desarrollo proyectos de inclusión social y educación; se desempeñó como Congresista de la República en el periodo 2011-2016 desde la oposición con una destacada y muy reconocida contribución de normas legales y de fiscalización en diversos temas. Actualmente, es conferencista internacional, docente y asesora en diversos proyectos de desarrollo social. Verónika Mendoza ha sido la primera candidata a la presidencia en la historia del Perú que fue elegida en elecciones ciudadanas libres realizadas a nivel nacional, elección que le dio legitimidad a su candidatura y le valió el reconocimiento de la comunidad internacional. Fue la única candidata que abrió su secreto bancario y tributario; nadie más lo hizo hasta hoy. Con una campaña presidencial totalmente austera, logró posicionar por primera vez en treinta años a la izquierda democrática como la segunda fuerza más importante en el Congreso de la República. Con apenas 36 años, Mendoza estuvo a pocos puntos de entrar a disputar la segunda vuelta por la presidencia del Perú. Como muchos peruanos que luchan desde abajo para forjarse una profesión, tiene el mérito de haberse graduado en la famosa universidad La Sorbona de París, Francia, realizando después un post grado en la misma Sorbona y otro post grado con una segunda especialidad en una universidad de Madrid; es actualmente psicóloga y antropóloga. Su padre es un maestro de aulas cusqueño, y además, un activo militante gremial docente. Su difunta madre fue de origen francés, vivió y trabajó también como profesora de escuela en el Cusco siendo autora de varios libros de educación dedicados a la niñez peruana. Verónika se proclama de izquierda democrática por la sensibilidad social y humana que heredó en su tierra natal y en el seno de su hogar, espacio donde cultivó su espíritu solidario y el respeto a todas las personas sin distinciones ante la ley. Verónika Mendoza es una de las jóvenes políticas peruanas más talentosas que han surgido en la política peruana en los últimos años, fue elegida congresista cuando formó parte del partido nacionalista al que se sumó con la esperanza de realizar cambios importantes en la política peruana, pero al que renunció al poco tiempo cuando este traicionó sus promesas de campaña; no obstante el poco tiempo que estuvo en dicho partido, Mendoza se destacó en su desempeño congresal al proponer decenas de proyectos de Ley en diversos temas de trascendencia. Es conocido su dominio de temas energéticos, propiedad intelectual, intercambio comercial, educación inclusiva, derechos humanos, derechos de la mujer, equidad de género, políticas sociales, inclusión social, etc. Verónika Mendoza fue la primera congresista que renunció al Partido Nacionalista por el "transfuguismo" de Ollanta y por la traición a las promesas de campaña del partido nacionalista cuando llegó al gobierno. Esa coherencia fue elogiada por la misma prensa peruana, precisamente, por ser fiel a sus principios, antes que a la comodidad que otorga el poder. Ante el asesinato de varios campesinos durante el primer año del gobierno de Ollanta en la ciudad de Espinar, Cusco y por los campesinos baleados en Cajamarca, Verónika Mendoza en un gesto de coherencia, renunció con firmeza al partido nacionalista antes que este cumpliera un año en el poder; es decir, ella se alejó del poder, no se sirvió de él, por fidelidad a sus principios y a sus electores. Mendoza no se quedó a apoyar a ese gobierno al que ella misma catalogó de traidor, al contrario de otros que lo apoyaron hasta el final. Desde entonces, se mantuvo vigente desde la oposición y con una preocupación constante por los problemas nacionales y las poblaciones más vulnerables de nuestra patria. Algo importante: Verónika Mendoza no tiene ni nunca ha tenido una sola denuncia en ninguna instancia judicial, nunca. Fue la única candidata presidencial que en las últimas elecciones no tuvo nunca denuncia alguna. No tiene ni un sólo cargo de corrupción ni ilegalidad cometida en su función como congresista. Su trayectoria limpia, es algo muy difícil de encontrar en un político que postula a la presidencia del Perú. Sin embargo, las calumnias e insultos de quienes temen su avance y limpieza, no se han hecho esperar por parte de los corruptos y políticos de siempre que apelan a la calumnia e insulto para querer frenar su limpia trayectoria. El año 2017 fue considerada una de las cuatro jóvenes políticas más importantes y trascendentes de Latinoamérica. Hace apenas dos años fundó el movimiento Nuevo Perú. Sin duda, Verónika representa hoy, y se constituye en la única opción de cambio que goza de gran aceptación para cambiar cuarenta años de un neoliberalismo prepotente, corrupto, contaminador y que no respeta la vida en muchas circunstancias. Mendoza ha demostrado ser una demócrata con visión moderna que apuesta por inversiones responsables, pero bajo condiciones de soberanía y salvaguarda de los intereses del país. Aboga por una patria más solidaria, culta, respetuosa de la vida, defensora del medio ambiente, de las comunidades originarias. Su joven trayectoria, su origen provinciano y conocimiento del interior del país, además de su conocimiento del mundo moderno, sumado a su origen andino y su cercanía con la selva peruana, su dominio del quechua y otras lenguas nativas, la muestran como una política con elevada comprensión de los distintos grupos sociales que coexisten en el Perú. Su experiencia cargada de juventud, su inteligencia, coherencia y claridad, hoy son su mejor carta de presentación para renovar la política peruana.