LA PROPUESTA NACIONALISTA |
- Líder nacionalista propone el cambio con paz social
- Crecimiento está bien pero hay que lograr el desarrollo del país
- Propone un Estado fuerte y una lucha frontal contra la corrupción
La expectativa no fue defraudada.
El líder del Partido Nacionalista Peruano, Ollanta Humala desarrolló su propuesta de gobierno ante un atento auditorio de empresarios asistentes a la CADE. Al término de su intervención de 30 minutos había despejado varias de las incógnitas que persistían sobre temas económicos y descartado varias de las imputaciones que marcaron su campaña electoral del 2006.
A lo largo de su intervención, interrumpida 4 veces por aplausos de los asistentes, señaló la necesidad de que el país ingrese a una etapa de reformas y cambios, necesarios para lograr el desarrollo con un mejoramiento en la calidad de la educación, salud, infraestructura, seguridad y sin corrupción.
Al dirigirse al auditorio de la Conferencia de Ejecutivos que este año se desarrolló en el Valle del Urubamba, señaló que el Perú no puede mantenerse al margen de los cambios que se vienen registrando en el mundo, ni estancado en la misma política económica y social que lleva a la exclusión de más de 8 millones de peruanos. “Nosotros nos comprometemos a trabajar juntos por lograr, para el país, mayor crecimiento económico, un desarrollo sostenido en el tiempo y paz social”, señaló.
Instó en ese sentido a los presentes, que tomen conciencia de que el desarrollo y la paz social “no son gratis”. “Un Perú mejor es posible, pero eso requiere la participación de todos”, señaló Ollanta tras manifestar que el mundo atraviesa por una de las peores crisis económicas de los últimos tiempos y los países con economías emergentes sobrevivirán pero las que no, están destinadas al atraso.
“Mi propuesta es que nos convirtamos en una economía emergente que establezca un nuevo modelo económico, una nueva relación entre el Estado y el capital, formalizar el ingreso de las inversiones, para que no ingresen por Palacio de Gobierno, ni pagando comisiones por concesiones, ni pagando leyes en el Congreso. Una relación más transparente con el Estado y más equitativa”, señaló.
Expuso además sobre el cambio constitucional que permita todas las transformaciones planteadas, y que convierta al Perú en nuevamente propietario de sus recursos naturales. “Estoy convencido que la Constitución actual es un impedimento para alcanzar el desarrollo. Cuidado que este modelo puede llevar al Perú a convertirse en un país del cuarto mundo”, alertó.
En otro momento señaló que “la gran cuestión es cómo el Perú debe insertarse en este proceso de globalización; y yo creo que debemos abandonar el modelo primario exportador, con un Estado incapaz de defender a sus empresarios frente al gran capital, para lograr un Perú en vías de industrialización y con un Estado capaz de defender y promover al sector empresarial”.
“Un Estado presente en todo el territorio nacional, un Estado eficiente y que realmente luche contra la corrupción, la violencia y el narcotráfico”, sentenció al ratificar la importancia de la presencia de un Estado “no necesariamente grande pero sí fuerte y vigoroso”.
“¿Cuáles han sido las características fundamentales del patrón de crecimiento de estos países emergentes, hoy potencias mundiales? Todos, de una u otra forma, han asumido una política nacionalista. Todos, han afirmado su comunidad nacional y convertido al Estado en el líder de “una coalición social y política para el desarrollo”, y ese es “un compromiso con nuestra patria”, finalizó.
El enemigo mortal: la corrupción
Para Ollanta la corrupción es “la institución más fuerte y más sólida del país” basada en el poder y la informalidad “que no permite que existan reglas claras para fiscalizar al que tiene poder”.
En la cita con los empresarios, Ollanta hizo un recuento de los principales casos de corrupción de los últimos 20 años, como el caso de los petroaudios, la entrega del gas de los lotes 56 y 88 de Camisea para la exportación, las firmas falsas utilizadas para la inscripción de partidos políticos en el Jurado Nacional de Elecciones, el caso Comunicore, entre otros.
Al referirse a la investigación sobre el pago de los estudios de los hijos de Alberto Fujimori en el exterior y con dinero del Estado dijo que “Los estudios de mis hijos los pago yo, no necesito que los pague el Estado Peruano”, subrayó.
Contrariamente dijo que quiere “una política transparente donde se concursen las licitaciones, etc. y no haya la vara del presidente”, y agregó inmediatamente que “en un gobierno nacionalista no va a funcionar “la vara”. Nosotros no tenemos compromisos con ningún grupo económico”, resaltó.
Planteó, entonces, que para evitar que al final de su mandato los presidentes se vayan o huyan del país, como ha ocurrido en los últimos 20 años, cuando son candidatos, deben comprometerse a fijar el juicio de residencia, y la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción. Además, pidió que los postulantes a la Casa de Pizarro sean 100% peruanos, con pasaporte único, sin doble nacionalidad.
Asimismo, propuso establecer el derecho a la revocatoria de toda autoridad electa por votación popular, desde el Presidente de la República hasta los alcaldes distritales, pasando por congresistas y presidentes regionales.
También dijo que promueve la iniciativa de hacer una reforma legislativa para eliminar el trasfuguismo en el Parlamento, al que denominó el “cáncer del Congreso”. Ollanta manifestó que los congresistas deben asumir su carácter de representantes, y devolver al pueblo el poder de revocarlos si incumplen sus promesas de campaña.
Ollanta convocó a los empresarios a sumarse a la lucha contra la corrupción. “No acepten el pago del 5%, el 10% de comisiones por cada obra, no compremos parlamentarios, no hagamos del Congreso un circo, donde grupos económicos tienen su propia bancada, o ponen parlamentarios en cada bancada o ponen ministros en el gobierno. Porque si hacemos eso, nosotros mismos estamos dando luz verde a la corrupción, y entonces, las leyes en el Perú tienen un precio que los pobres no pueden pagar. Necesitamos leyes para todos los peruanos”.
El líder nacionalista criticó fuertemente los hechos de corrupción de los últimos 20 años y calificó de “enemigo mortal para la competitividad y el desarrollo nacional” a la corrupción. Propuso, entonces, “la creación de un Comité Nacional de Inversiones para institucionalizar el ingreso de los capitales y no ver como seudos empresarios hacen lobbyes para acceder a reuniones en Palacio de Gobierno”, dijo.
Sin educación y tecnología no hay desarrollo
Ollanta planteó la ejecución de una revolución educativa y tecnológica como las únicas herramientas que nos pueden asegurar el desarrollo y la transformación. Y criticó la situación actual en la que el gobierno incumple el Acuerdo Nacional porque no le otorga el 5% del PBI al presupuesto educativo y no hay voluntad política para hacerlo.
“Tiene que haber una revolución educativa para romper ese ciclo de producción de mano de obra barata. Y, por eso estamos hablando de un cambio de sistema, porque este sistema se nutre de la mano de obra barata. Si hablamos de competitividad, necesitamos darle oportunidad a nuestros hijos para que sean competitivos gracias a la educación”, afirmó.
Agregó que “sin tecnología no habrá desarrollo” y que en un gobierno nacionalista promoverá que todo proyecto de inversión incluirá la transferencia de la tecnología. “Creo que de esa manera podremos darle una oportunidad a nuestra patria”, sostuvo.
“Si no hay tecnología, no tendremos cabida en el mundo desarrollado del futuro. Y, nosotros queremos el futuro no queremos quedarnos en el pasado”, aseveró.
Recordó que en el antiguo Perú hubo creación de tecnología que hasta ahora es admirada por propios y extraños. Refirió que ningún gobierno podría hacer ahora un Macchu Picchu, o las Líneas de Nazca o la Fortaleza de Ollantaytambo y lamentó que han habido 500 años sin producción tecnológica, en referencia a la época de la conquista española que implantó otro modelo de desarrollo a contrapelo de las grandes innovaciones obtenidas en el Imperio de los Incas.
Paz social
Respecto al diseño de un plan de lucha contra el narcotráfico, Ollanta señaló que esta política debe enfocar al cocalero como “la primera víctima del narcotráfico” y no el primer eslabón en esta cadena ilegal. Hay que “separar a la población cocalera de las redes del narcotráfico”, apuntó.
Añadió que en este aspecto, “lo primero que tenemos que hacer es llevar el Estado al VRAE”, además de darle un aumento salarial a las fuerzas del orden que luchan contra este flagelo, modernizar los sistemas aduaneros, un sistema de control más riguroso en migraciones y en particular, una lucha frontal contra el lavado de activos.
“Nosotros no queremos violencia, por eso necesitamos orden en el país”, insistió. “Restableceremos el sentido de autoridad, orden y de respeto mutuo (…) Reduciremos la conflictividad social que hay en el país. Lo que yo les garantizo es que vamos a fortalecer la paz social en el país. Somos un proyecto que dialoga con las comunidades, somos un proyecto que puede, que es capaz de disminuir la conflictividad social en el país, y eso va a permitir abaratar los costos de las inversiones. Necesitamos un Estado que tenga autoridad”.
Ollanta también se comprometió a luchar contra la desigualdad, que es un caldo de cultivo de la violencia, porque estas acciones generan disconformidad y resentimiento, dijo.
Revalorar el rol del Estado
El líder nacionalista Ollanta Humala consideró que el Estado debe cumplir un rol preponderante y convertirse en el motor del desarrollo del país, en coincidencia con lo que está pasando en el resto del mundo.
Tal como lo señaló el gurú de Harvard, Michael Porter, en la víspera, Ollanta dijo que “el mundo está cambiando y ahora se está revalorando el rol del Estado”.
Humala hizo notar que también fue una preocupación de los organizadores de este foro nacional de empresarios, quienes programaron como uno de los temas de debate precisamente “El nuevo rol del Estado”.
El país requiere de un Estado fuerte, con capacidad de gasto, con más presupuesto y mayor participación en el gasto interno, señaló.
En este sentido criticó que la actual Constitución lo haya reducido y llevado al punto en que es dueño del territorio, pero no de los recursos que se extraen del subsuelo.
“El Estado es el dueño de los recursos naturales y no puede auto discriminarse y quedarse en un rol subsidiario” añadió e indicó que la mayoría de los países cuentan con empresas públicas fuertes, citando por ejemplo a Chinalco, Petrobras, Pemex, Cemex, entre otras grandes transnacionales en el mundo.
Dijo sin embargo que la Constitución vigente en el Perú, promulgada en el 90’ durante el gobierno dictatorial de Fujimori, no permite otro modelo de desarrollo que el actual y está impidiendo el desarrollo nacional.
Al delinear su propuesta económica dijo que respetará la propiedad privada y la libertad de prensa y rechazó los rumores que se han construido alrededor del programa de gobierno del Partido Nacionalista y que se remontan a su primera postulación a la presidencia en el 2006.
“Me han dicho que era chavista y quiero decirlo bien claro: nosotros no vamos a entregar el país a nadie. No vamos a practicar el gobierno de Chávez, no vamos a estatizar. Nosotros no creemos en la reelección indefinida, nosotros creemos en la independencia del Banco Central de Reserva y respetaremos la propiedad privada”, explicó.
Humala cuestionó igualmente las bondades del actual modelo de crecimiento de corte neoliberal. Este modelo ha traído crecimiento pero no desarrollo, aclaró el líder nacionalista y pidió a quienes lo ensalzan, mirar con más generosidad al Perú.
También reiteró que en su gobierno será respetado el capital extranjero, y considerado como nacional todo aquel capital que reinvierta en el Perú y contribuya a la industrialización y la transferencia de tecnología.
En respuesta a las preguntas del panel del CADE, anunció que se modificarán los Tratados de Libre Comercio (TLC) que han suscrito los últimos gobiernos, dentro del diálogo y respeto al Estado de Derecho.
Consideró que los TLCs parecen más bien tratados “condicionados” de comercio y se han convertido en “biblias” y en “mamotretos” que no garantizan un trato equilibrado, y terminan afectando al empresario nacional con subsidios y desventajas de las otras economías.
“El comercio no se ha inventado con los TLCs; para qué TLCs si ya teníamos comercio con EEUU a través del APTDA” dijo Humala, añadiendo que en el mundo moderno no tienen cabida estos compromisos comerciales y no le permiten al Perú salir de su matriz de desarrollo primario exportadora (exportación de materias primas).
El líder del Partido Nacionalista reiteró la necesidad de instituir un impuesto a las sobre ganancias mineras, entre otros aspectos centrales de su propuesta económica.
Invitó a los empresarios presentes a compartir su visión de país y reiteró que su actividad es fundamental para el desarrollo del país.
CON EL RUEGO DE SU PUBLICACIÓN Lima, 13 de noviembre del 2010.
OLLANTA PRESIDENTE
LA GRAN TRANSFORMACIÓN SIGUE EN MARCHA
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