DONALD TRUMP |
Apreciado
Johnson,
Leí ayer,
como cada domingo, tu blog: http://mundojuridico1.blogspot.com/
El
cavernícola del s. XXI, Donald Trump(oso), va a ser, ineluctablemente,
presidente del yanquimperio. Esto parece ya más un hecho que una especulación
de pitonisa.
Tal vez
sea mejor que esto suceda de una buena vez para que así el país del tío Sam se
desnude ante los ojos del mundo entero y muestre a los hombres de cada rincón
del orbe su verdadero rostro: el rostro genocida del mal. Además, en buena
cuenta, los EE.UU. hace largo tiempo que hacen todo lo que Trump(oso) ofrece
hacer, vociferante, de llegar a ocupar el sillón del salón oval en The White
House. Sólo que hoy lo hacen procurando hacer menos ruido, más silenciosamente
o, en el peor de los casos, a medias voces, agazapados bajo el manto de la
impunidad que la oscuridad de la noche de la historia [basada en un orden
estupidizado que ha sido construido cuidadosamente a punta de machacazos
cerebrales que los medios de comunicación inyectan con grandes dosis de
imbecilización social y con un sistema educativo que adormece las consciencias
antes que abrirlas y liberarlas, todo lo que va directo a las estructuras
cerebrales de las personalidades de miles de millones de hombres que se sientan
sobre sus cabezas y prefieren taparse los ojos ante la tragedia que asola el
mundo] le provee, y tras siete puertas blindadas que los protegen de
todos.
Que
Donald Trump(oso) gane las elecciones yanquis para que, como país, EE.UU.
sincere el proceder de su existencia.. Que cuando sea presidente le declare la
guerra a la Corea del Norte del imbécil de Kim Jong-un. Que ordene
disparar 10 misiles nucleares a ese paisito asiático al que le llegó con letras
invertidas la campaña de las cien flores de Mao Zedong, y que demuestre que
todos los demás países del mundo debemos temblar ante su gran poder destructor,
para arrodillarnos luego ante él. Que ordene luego que los detenidos que puedan
haber [en el caso que no hayan logrado ejecutar extrajudicialmente a todos los
soldados que responden a un demente como Kim] sean procesados con tratamiento
de guerra al estilo Vietnam. Que después de ganada esta guerra de tres días,
envalentonado y fortalecido sobre sí mismo con semejante esforzado
triunfo, le meta una patada en el culo a Obama, lo acuse de traición a la
patria por su política internacional con Cuba, refuerce con drasticidad la Ley
Helms-Burton, reorganice y extienda la prisión de Guantánamo para enjaular y
torturar allí, con la técnica del waterboarding, a cubanos y al mismo
Obama -ese maldito negro maloliente que se atrevió a salir de Harlem para ser
presidente del "mejor país del mundo"- y a sus compinches; y que me
meta también a mí por escribir estas blasfemias en su contra.
Que una
vez convierta a Cuba en su isla de veraneo de pleniaño, se disponga a hacer
movidas de ajedrez en el tablero sudamericano, colocando a quien mejor responda
a sus intereses [si son pro-sionistas, mejor; y tal vez así Julio Guzmán
encuentre la bendición de Trump(oso) y llegue a convertirse en su niño
consentido cuya faz le recuerde el aspecto y la ternura de Eddie Munster],
recogiendo aliaditos, pequeños para él aunque grandes en sus republiquetas
bananeras, como Dionisito Romero aquí en Perú y Marcelo Odebrecht y Otavio
Marques de Azevedo en Brasil, esos esforzados pero malentendidos empresarios
que saben lo difícil y sacrificado que puede resultar hacer
empresa en un mundo como el de hoy, gobernado por comunistas asolapados,
enemigos del desarrollo, retrógrados por vocación e idiotas por naturaleza que
se fijan en pequeñeces [sobre todo en esos pequeños obsequios de gratitud que
sañosamente y con mala leche llamam "coyma"] y se resisten a ver que
los países del tercer mundo casi han dejado de serlo merced al gran desarrollo
industrial que ellos, los nobles empresarios, contra todo esfuerzo marxista,
han logrado erigir, razón más que suficiente para hacer gala del viejo dicho
que reza "el fin justifica los medios", summum de la moral realista.
Nunca nadie como ellos, los dinámicos y corajudos empresarios sudamericanos,
pudo aprehender y comprender mejor la falsa pero certera "lectura"
del viejo Niccolo Machiavelli para expandir el capitalismo que, como el rey
Midas, todo lo aurifica, esto es, todo lo moderniza, una vez lo toca.
Que
ordene una invasión a la isla, pero no a través de Bahía de Cochinos, sino por
vía aérea y rodeando los 32 flancos que la componen perimétricamente. Que
prepare luego, inmediatamente después, un grupo de asalto a lo Rambo para cazar
a Raúl y ejecutarlo en el acto, sin olvidar que es preciso aún en estos tiempos
detener el cadáver viviente de Fidel para procesarlo en un justo y democrático
tribunal americano por "crímenes de lesa humanidad". Que ese
grupo sea integrado por los marines que creen que más allá al sur de la
frontera de su "gran país", sólo hay una tierra uniforme que se llama
México y se extiende hasta los confines del planeta donde se encuentran los
hermanos omnívoros de Leviathan, todos ellos enemigos de la seguridad nacional
de los EE.UU., la tierra de las oportunidades [razón de más para aniquilarlos,
sea cual fuere su forma y dimensión], así como cuando Harrison Ford, en Indiana
Jones IV, encuentra mariachis en Lima y pregunta por la ubicación de Pancho
Villa en Los Andes.
Que deje
Europa para los europeos [menos el Vaticano al cual convertirá en
museo personal que recuerde que hubo una época de esplendor de la necedad
católica] en consideración a sus antepasados americanos que de allí provienen,
venda en subasta pública el África a los laboratorios que pueden incubar nuevas
enfermedades con los infrahumanos que viven allí, en busca de nuevas vacunas y
medicamentos salvadores, extermine de una buena vez a los herejes islámicos,
barra a los rasgados del Asia y cuadre a China y a la Rusia de Putin,
recordándoles que del polvo comunista vienen y a ese polvo serán reducidos si
no se ponen en su sitio.
Que
gobierne Trump(oso) y construya no un muro, sino miles en todo el mundo... Que
lo haga de una vez. Ya veremos más tarde cómo Goliat será derrotado por segunda
vez.
La
llegada de Trump(oso), educado en The Trump(oso) University y formado en los
callejones humeantes y malolientes de San Francisco, a la Casa Blanca, marcará
el inicio de la era de la verdad sin máscaras. Y la verdad es esta: EE.UU. es
enemigo de la humanidad.
Si las
profecías que hablan del anticristo son ciertas, ellas tratan sobre este
animal... político; esta bestia hecha persona: Donald Trump(oso). Sólo que
todas ellas se equivocan al ubicarlo en el oriente asiático. Su ubicación
verdadera habrá de estar pronto en el oriente norteamericano: en Washington
D.C.
Trump(oso),
que al igual que su partner Ted Cruz, ese fanático enfermo de la estupidez
hecha religión, habla impertérrito y apodíctico como si fuese un profeta, un
elegido, invocando a Dios y a Jesucristo su hijo, es el verdadero lobo disfrazado
de cordero. Es la bestia tatuada con el signo bíblico, el 6-6-6. Es el
anticristo que "abrirá los ojos" al mundo gracias a los desmanes que
generará en la tierra. Por eso tiene aceptación, por eso gusta a la gente de su
país, por eso lo ovacionan y por ganará las elecciones. Así se verificará, en
él, la verdad que encierra Apocalipsis 13:8. Estamos advertidos de la
necesidad de enfrentar a esta bestia cuya presencia amenaza. Bestia en doble
sentido.
Dixi et
salvavi animam meam. ¡Amén, carajo!
Luis Alberto
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