Escribe:
Duilio de la Motta
Un
análisis de los programas de gobierno enarbolados por los candidatos para
llegar al sillón presidencial nos permite concluir que: Casi todos quieren continuar
con el sistema de Fujimori.
Los
candidatos solo difieren en los retoques al neoliberalismo. Los aspirantes a la
presidencia ya no se molestan en estudiar la realidad socio económica del país
y, sus partidos no tienen ideologías, las perdieron, abdicaron, renegaron.
Ya
no hay socialcristianos (PPC), socialdemócratas (APRA), marxistas (PS),
marxistas leninistas (PCP), estos dos últimos se han vuelto reformistas. Esa es
la causa por la cual no tienen proyectos sociales, de desarrollo económico; no
fijan metas hacia donde orientar al país. Masivamente sucumbieron ante la tesis
de Francis Fukuyama “El fin de la historia”.
Su
capacidad de pensar los ha inducido a buscar el poder del estado para
enriquecerse. Es cierto que los partidos se redujeron a cascarones y no
les interesa el pueblo, salvo para que los elijan; todos perdieron su
representación, ahora afanosamente pelean por el poder del estado, no para
trabajar por el pueblo sino para enriquecerse, como hicieron Toledo y García.
El
enriquecerse a través del estado les ha torcido el cerebro, no necesitan
ideologías, están obnubilados con el enriquecimiento y cambiar el
neoliberalismo de los ingleses David Ricardo, John Stuart Mill y thomas Malthus
(1772-1823) “Consenso de Washington” impuesto por Fujimori y elaborado por el
BM. FMI, BID y asesores de USA, con la expresión francesa como bandera “Laissez
faire, laissez passe” (dejar hacer dejar pasar) los tiene embelesados, permite
hacer fortuna.
En
nuestro país el que “puede puede” no les interesa la desgracia que vive el
pueblo, solo quieren su voto, el “ voto lentejero” “el voto del alienado y el
“voto del imbécil”, que sabiendo el daño social que han ocasionado insiste en
el “menos malo” o el “mal menor”. Estos candidatos son basura política.
El
neoliberalismo como sistema fracasó en el Perú y el mundo
Keiko,
PPK, Acuña, Guzmán, García, Toledo y los demás aspirantes que los
secundan son maquilladores de un sistema que agoniza.
En
América Latina solo 3 países lo tienen vigente, en ellos impera la inseguridad,
la pobreza extrema, el crimen organizado, la falta de trabajo, el
narcotráfico y la inequidad. Méjico, Colombia y Perú son la expresión del
neoliberalismo en crisis. Los demás estados están empeñados en construir
sociedades nuevas, permanentemente boicoteados por el imperialismo.
El
pueblo peruano desconoce la realidad de lo que están haciendo sus gobiernos por
la desinformación de los medios. Tampoco el pueblo peruano es informado que
existen sociedades donde los ciudadanos viven mejor, cuentan con atención de
servicios óptimos por parte del estado, la salud con medicinas gratuitas, donde
el descanso médico es pagado por el hospital hasta 3 meses; y, la
educación es de primera.
En
esas sociedades la delincuencia organizada no existe, tampoco la inseguridad
ciudadana, el trabajo es estable y la desocupación laboral es insignificante,
en el Perú el 68% de la PEA está sin trabajo. En esos países las
pensiones de jubilación las supervigila el estado y son similares a la de
trabajadores activos; a los universitarios se les otorga un estipendio para
estudiar.
Esas
mejoras sociales las consiguieron eligiendo estadistas, gente honesta preparada
en partidos con ideología, con proyectos de nuevas sociedades. No eligieron
vendedores de “Sebo de culebra” mercachifles y lobistas como lo hacen en el
Perú. En los países que gozan de sociedades del bienestar social, eligieron a
gobernantes que se preocuparon por liquidar el poder oligárquico y
enterrar al neoliberalismo por antisocial. Aquí los elegidos son sirvientes de
la oligarquía y quieren enriquecerse rápido, por eso mantienen el
neoliberalismo como un medio para lograr sus aspiraciones de riqueza, sabiendo
que es un sistema antisocial.
El
reformismo del Frente Amplio y el proyecto revolucionario de Perú Libertario
Ambos
tienen como objetivo el cambio de constitución, pero el Frente Amplio lo hace
solo para efectuar algunas reformas; su plan de gobierno se limita a mantener
el neoliberalismo en concordancia con el cambio constitucional que quieren
hacer. Algo similar a la constitución de 1979, pero sin salir del liberalismo.
Por
su parte, el objetivo de Perú Libertario es una nueva constitución para cambiar
el sistema neoliberal por un socialismo que sea “creación heroica del pueblo”
como indicaba José Carlos Mariátegui. Cualquier sociólogo con dos dedos de
frente sabe que el liberalismo llegó a su ocaso. Hay ocho países en América
Latina que luchan por cambiarlo, sus estertores son: La corrupción, la
impunidad delincuencial, la inseguridad ciudadana, los ínfimos servicios que
presta el estado al ciudadano, el poder judicial como reino de la “aceitada”.
No hay trabajo estable el 68% de la PEA está desocupada y se la buscan para
sobrevivir de cualquier manera, la actividad laboral ha sido precarizada.
El
neoliberalismo en esencia es antisocial, no ayuda, no soluciona, agrede al
pueblo y ha llegado al grado que ni Dios puede reformarlo, está en su ocaso. En
esas condiciones, el Frente Amplio, al pretender hacer una constitución como la
de 1979 sin cambiar el neoliberalismo, solo busca maquillar el sistema y
anclarnos en el pasado.
Un
punto programático del Frente Amplio es el: 6. Estado descentralizado y
planificado el inciso dice “g) Participación de los gobiernos regionales
y locales en la autorización de permisos para la exploración y explotación de
proyectos extractivos y en la evaluación y fiscalización del impacto social y
ambiental”… ¿Qué significa esto?… El
Frente Amplio ¿continuara con el saqueo de recursos naturales por
inversionistas extranjeros?… Es decir que si cumplen con los trámites de
ley, Conga y Tía María podrán ser explotados por las empresas mineras que
actualmente se benefician de Yanacocha y Toquepala.
Como
se puede apreciar el punto “g” nos señala que el Frente Amplio con autorización
de permisos quiere seguir con el saqueo de nuestros recursos naturales. No hay
nada escrito en su programa que indique lo contrario. Mientras el programa de
gobierno de Perú Libertario tácitamente dice: “Suelo y subsuelo como derecho
comunal y administración estatal de los recursos”. Evidentemente, existe un
abismo de diferencia entre el reformismo del Frente Amplio y los
planteamientos revolucionario del programa de gobierno de Perú Libertario.
El
Frente Amplio sobre educación dice: 12. Educación pública, gratuita de calidad
e intercultural. Precisa en el inciso g) Asignación del 6% del PBI en el
presupuesto público destinado a educación para mejorar las remuneraciones,
materiales educativas e infraestructura”. El punto “g” fija como meta
el 6% del PBI tan igual como los representantes del neoliberalismo, PPK,
Acuña, Reggiardo y el actual ministro Jaime Saavedra, que lo sustentan como
meta para el Bicentenario; hay una probada coincidencia con los
neoliberales o el puro reformismo.
El
programa de gobierno de Perú Libertario precisa para éste rubro el 10%
del PBI. El presupuesto actual es 3.6% por eso la educación por eso está en el
subsuelo, ni siquiera en el piso básico de la educación mundial; con el 6%
iríamos a paso de tortuga en el desarrollo del conocimiento y si tomamos en
cuenta que los países que lideran la educación mundial están sobre el 14% de su
PBI jamás los alcanzaríamos.
¿En
qué nivel quedaríamos en América si Cuba asigna el 14.6% del PBI, Bolivia el
12.8%?. Ahora bien, no se trata de poner cifras; en un plan de gobierno, debe
explicarse cómo conseguir los recursos para ese objetivo. El Frente Amplio como
reformista está a la “buena de dios”. Mientras Perú Libertario lo hará poniendo
fin a la elusión y evasión tributaria de grandes empresas y como dice el
punto 5. Se propone la recuperación y administración total de los principales
recursos y servicios estratégicos. Lo que implica reafirmación de la soberanía
nacional.
Es
necesario poner de manifiesto que Perú Libertario de ser gobierno, además de
introducir una educación de primera, contará con todo lo necesario sin costo
alguno para el educando. Igualmente, se tendrá que reformar el sistema de
educación superior y técnica. Estas medidas ayudaran a terminar con la
corrupción en todos los sectores donde haya infección del neoliberalismo.
En
otros artículos nos ocuparemos de ofrecimientos de los reformistas del Frente
Amplio que trafican con el nombre de izquierda y que usufructúan ideales del
pueblo.
El voto del pueblo debe ser por Perú
Libertario.
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