miércoles, 11 de marzo de 2020

DIOS AL SERVICIO DE LOS PODEROSOS Y DE LOS AVIVATOS


Nada de lo que se diga o se haga a nombre de dios, puede ser  cuestionado y de ello se aprovechan los poderosos y los avivatos. Todas las religiones sin importar su denominación han estado ligadas al poder y han sido uno de los instrumentos de la dominación; la cruz, la espada y el dinero han formado una alianza indisoluble a traben de la historia.
La religión Católica fue  el mayor poder religioso, político, económico y militar del feudalismo, pues obstentaba el poder religioso unificado en cabeza del papa; participaban del poder militar a travéz de las innumerables ordenes militares que dieron origen a tantos santos y era usufuctuaria de feudos como parte integrante de la nobleza y todos, pobres y ricos, tributaban a la iglesia; pero además insidia sobre todos los otros, nobles y plebeyos con las promesas del cielo o la amenazas del infierno.
Era tal el poder de la iglesia católica ligada a los intereses del feudalismo, que la burguesía que había batido a la aristocracia feudal en todos los campos, económico, político y militar, tuvo que crear su propia religión para poder imponerse sobre el feudalismo. Basto cambiar el papa por la biblia y llamar al espíritu santo para iluminar a quienes la leían, para acabar con el monopolio de la iglesia católica sobre el cristianismo. Hoy hay iglesias evangélicas a la medida para todos los gustos e intereses, inclusive para gays, en España acaban de inaugurar una.
La historia de la iglesia católica en Colombia es suficientemente conocida desde la llegada de los españoles mismos que traían en una mano la espada y en la otra la cruz. Después nuestro estado republicano fue un estado confesional hasta la constitución del 91 y la iglesia gobernó con el partido conservador como parte constitutiva de el.
En cuanto al auge de las Iglesias evangélicas, hoy en Colombia hay alrededor  de 5.000 iglesias de las cuales solo 1967 están registradas en el ministerio del interior, lo cual significa que la mayoría son de garaje como inician casi todas las iglesias que carecen de patrocinio exterior. Uno de los mayores presupuestos del departamento de estado norteamericano, está destinado a la  de las iglesias evangélicas en América latina.
 Pero pastores y jerarcas de la iglesias además de ser instrumentos del poder, quieren ser el poder mismo; de allí que aprovechando el clientelismo de la fe se hacen elegir por sus feligreses para las corporaciones públicas y en ocasiones como en la legislatura pasado con  alianzas non santas: de 10 pastores que tenían asiento en el congreso pasado, 6 llegaron a él en reemplazo de parapoliticos detenidos. Cuando se les cuestiono sus malas compañías, respondieron que “dios tiene sus designios” y nadie quiso seguir preguntando nada, porque con dios nada se explica, pero si se deja de seguir pidiendo explicación.
Iglesia, política y poder, tres personas distintas y un solo fin verdadero. En el reino de dios, nadie responde por nada.
LA RELIGIÓN, UN MEDIO DEL PODER POLÍTICO
Se han derramado ríos de sangre en guerras religiosas, y es que cuando la religión y la política se transmutan en poder se usan mutuamente como instrumentos de conveniencia. 
BY ALINA RUBÍ
Muchas son las funciones que ha ejercido la religión en el transcurso de los siglos, pero hay una que es muy evidente: su utilización con fines políticos.
Muchos emperadores, faraones, zares y reyes para justificar sus distinguidas posiciones se consideraron ellos mismos dioses, eliminando así los límites entre la política y la religión.
El poder es algo muy ambicionado y mencionar a Dios o lo que se proclame en su nombre es incuestionable, por eso todas las religiones sin importar su denominación han estado enlazadas al poder y han sido maquinarias de dominación. La religión, las armas y el dinero han formado una alianza sólida a través de la historia. Desde que se organizaron las religiones, surgieron los sacerdotes, los cuales decían que eran intermediarios entre los hombres y los dioses, como ocurrió en el antiguo Egipto, y esto les concedió un gran poder político. En tiempos donde las crecientes del Nilo, las sequías, las épocas de lluvia y la sucesión de las estaciones no tenían explicación en términos naturales contar con la condescendencia de los dioses era decisivo.
La religión que más poder poder político, económico y militar ha tenido es la católica, pues siempre ha ostentado el poder religioso sujeto al Papa. Fue usufructuaria de feudos y todos, ricos y pobres tributaban a la iglesia bajo la amenaza de ir al infierno si se negaban.
El representante de cualquier religión sin duda gana estatus ante su comunidad, por ende, desde los chamanes del paleolítico, pasando por los sacerdotes del Nilo, hasta los pastores y el Papa tienen la ventaja de contar con monumentales riquezas que son anheladas por otras personas que ven en la inauguración de iglesias y congregaciones un negocio rentable. Las iglesias están libres de impuestos y de declaración de renta lo que ha hecho que la religión sea un negocio espectacular.
Incontables son las historias que existen en el seno de la religión, desde crear santos y reliquias en el medioevo hasta los pastores evangélicos de la actualidad con sus hipótesis de la prosperidad, en la que les dicen a los feligreses que si no diezman su dios no los bendecirá.
Se han derramado ríos de sangre en guerras religiosas, y es que cuando la religión y la política se transmutan en poder se usan mutuamente como instrumentos de conveniencia, instaurando dependencias que les hacen ser bilateralmente necesarios uno para el otro y beneficiarse recíprocamente. El poder político ayuda al religioso con leyes, donativos, exenciones fiscales, etc. Y el poder religioso legaliza los dictámenes del poder político, aunque a veces no sean ni remotamente afines con el mensaje evangélico.
La religión ha causado más guerras que cualquier otro motivo. El Egipto antiguo fue destruido por una guerra entre los simpatizantes de Amon- Ra con los de Aton-Ra, los dioses de aquella época, causando la miseria, las cruzadas son simplemente un título para denominar diversas guerras y batallas religiosas que se lucharon y se luchan entre musulmanes y cristianos debido a las disputas sobre el control del territorio de Jerusalén, el horror de la Inquisición, con la denominada quema de herejes, las rivalidades entre católicos y protestantes en Irlanda del Norte, los conquistadores españoles imponiendo por la fuerza la religión cristiana donde los colonos blancos mataron a innumerables indígenas y aborígenes en América Latina, solo por mencionar algunos ejemplos. Detrás de todas estaba el elemento del poder.
Concuerdo con Thomas Paine: De todas las tiranías que afectan a la humanidad, la tiranía de la religión es la peor. Todas las otras especies de tiranías están limitadas al mundo en el que vivimos, pero ésta intenta saltar más allá de la tumba y busca perseguirnos en la eternidad.
Religión y política, dos entidades y un solo fin: poder.

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