Nada de lo que se diga o se haga
a nombre de dios, puede ser cuestionado y de ello se aprovechan los
poderosos y los avivatos. Todas las religiones sin importar su denominación han
estado ligadas al poder y han sido uno de los instrumentos de la dominación; la
cruz, la espada y el dinero han formado una alianza indisoluble a traben de la
historia.
La religión Católica fue el
mayor poder religioso, político, económico y militar del feudalismo, pues
obstentaba el poder religioso unificado en cabeza del papa; participaban del
poder militar a travéz de las innumerables ordenes militares que dieron origen
a tantos santos y era usufuctuaria de feudos como parte integrante de la
nobleza y todos, pobres y ricos, tributaban a la iglesia; pero además insidia sobre
todos los otros, nobles y plebeyos con las promesas del cielo o la amenazas del
infierno.
Era tal el poder de la iglesia
católica ligada a los intereses del feudalismo, que la burguesía que había
batido a la aristocracia feudal en todos los campos, económico, político y
militar, tuvo que crear su propia religión para poder imponerse sobre el
feudalismo. Basto cambiar el papa por la biblia y llamar al espíritu santo para
iluminar a quienes la leían, para acabar con el monopolio de la iglesia
católica sobre el cristianismo. Hoy hay iglesias evangélicas a la medida para
todos los gustos e intereses, inclusive para gays, en España acaban de
inaugurar una.
La historia de la iglesia católica
en Colombia es suficientemente conocida desde la llegada de los españoles
mismos que traían en una mano la espada y en la otra la cruz. Después nuestro
estado republicano fue un estado confesional hasta la constitución del 91 y la
iglesia gobernó con el partido conservador como parte constitutiva de el.
En cuanto al auge de las Iglesias
evangélicas, hoy en Colombia hay alrededor de 5.000 iglesias de las
cuales solo 1967 están registradas en el ministerio del interior, lo cual
significa que la mayoría son de garaje como inician casi todas las iglesias que
carecen de patrocinio exterior. Uno de los mayores presupuestos del
departamento de estado norteamericano, está
destinado a la de las iglesias evangélicas en América latina.
Pero pastores y jerarcas de
la iglesias además de ser instrumentos del poder, quieren ser el poder mismo;
de allí que aprovechando el clientelismo de la fe se hacen elegir por sus
feligreses para las corporaciones públicas y en ocasiones como en la
legislatura pasado con alianzas non santas: de 10 pastores que tenían
asiento en el congreso pasado, 6 llegaron a él en reemplazo de parapoliticos
detenidos. Cuando se les cuestiono sus malas compañías, respondieron que “dios
tiene sus designios” y nadie quiso seguir preguntando nada, porque con dios
nada se explica, pero si se deja de seguir pidiendo explicación.
Iglesia, política y poder, tres
personas distintas y un solo fin verdadero. En el reino de dios, nadie responde
por nada.
LA RELIGIÓN, UN MEDIO DEL PODER POLÍTICO
Se han derramado ríos de sangre en guerras
religiosas, y es que cuando la religión y la política se transmutan en poder se
usan mutuamente como instrumentos de conveniencia.
BY ALINA RUBÍ
Muchas son las funciones que ha ejercido la
religión en el transcurso de los siglos, pero hay una que es muy evidente: su
utilización con fines políticos.
Muchos emperadores, faraones, zares y reyes
para justificar sus distinguidas posiciones se consideraron ellos mismos
dioses, eliminando así los límites entre la política y la religión.
El poder es algo muy ambicionado y mencionar
a Dios o lo que se proclame en su nombre es incuestionable, por eso todas las
religiones sin importar su denominación han estado enlazadas al poder y han
sido maquinarias de dominación. La religión, las armas y el dinero han formado
una alianza sólida a través de la historia. Desde que se organizaron las
religiones, surgieron los sacerdotes, los cuales decían que eran intermediarios
entre los hombres y los dioses, como ocurrió en el antiguo Egipto, y esto les
concedió un gran poder político. En tiempos donde las crecientes del Nilo, las
sequías, las épocas de lluvia y la sucesión de las estaciones no tenían
explicación en términos naturales contar con la condescendencia de los dioses
era decisivo.
La religión que más poder poder político,
económico y militar ha tenido es la católica, pues siempre ha ostentado el
poder religioso sujeto al Papa. Fue usufructuaria de feudos y todos, ricos y
pobres tributaban a la iglesia bajo la amenaza de ir al infierno si se negaban.
El
representante de cualquier religión sin duda gana estatus ante su comunidad,
por ende, desde los chamanes del paleolítico, pasando por los sacerdotes del
Nilo, hasta los pastores y el Papa tienen la ventaja de contar con monumentales
riquezas que son anheladas por otras personas que ven en la inauguración de
iglesias y congregaciones un negocio rentable. Las iglesias están libres de
impuestos y de declaración de renta lo que ha hecho que la religión sea un
negocio espectacular.
Incontables son las historias que existen
en el seno de la religión, desde crear santos y reliquias en el medioevo hasta
los pastores evangélicos de la actualidad con sus hipótesis de la prosperidad,
en la que les dicen a los feligreses que si no diezman su dios no los
bendecirá.
Se han derramado ríos de sangre en guerras
religiosas, y es que cuando la religión y la política se transmutan en poder se
usan mutuamente como instrumentos de conveniencia, instaurando dependencias que
les hacen ser bilateralmente necesarios uno para el otro y beneficiarse
recíprocamente. El poder político ayuda al religioso con leyes, donativos,
exenciones fiscales, etc. Y el poder religioso legaliza los dictámenes del
poder político, aunque a veces no sean ni remotamente afines con el mensaje
evangélico.
La religión ha causado más guerras que
cualquier otro motivo. El Egipto antiguo fue destruido por una guerra entre los
simpatizantes de Amon- Ra con los de Aton-Ra, los dioses de aquella época,
causando la miseria, las cruzadas son simplemente un título para denominar
diversas guerras y batallas religiosas que se lucharon y se luchan entre
musulmanes y cristianos debido a las disputas sobre el control del territorio
de Jerusalén, el horror de la Inquisición, con la denominada quema de herejes,
las rivalidades entre católicos y protestantes en Irlanda del Norte, los
conquistadores españoles imponiendo por la fuerza la religión cristiana donde
los colonos blancos mataron a innumerables indígenas y aborígenes en América
Latina, solo por mencionar algunos ejemplos. Detrás de todas estaba el elemento
del poder.
Concuerdo con Thomas Paine: De todas las
tiranías que afectan a la humanidad, la tiranía de la religión es la peor.
Todas las otras especies de tiranías están limitadas al mundo en el que
vivimos, pero ésta intenta saltar más allá de la tumba y busca perseguirnos en
la eternidad.
Religión y política, dos entidades y un
solo fin: poder.
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