El Congreso de El Salvador aprobó una ley que permite enviar a menores de edad vinculados a pandillas a cárceles de adultos, donde estarán separados en pabellones hasta cumplir 18 años.
Una victoria más para Bukele. El Congreso de El
Salvador aprobó ayer miércoles 12 de febrero una reforma a la
Ley Penal Juvenil que permite enviar a menores de edad
vinculados a pandillas a cárceles de adultos, donde estarán separados en
pabellones hasta cumplir 18 años. Esta medida busca evitar que los menores
reciban el mismo tratamiento que aquellos que han cometido delitos de menor gravedad o
de manera aislada.
¿Qué
establece la reforma a la Ley Penal Juvenil?
La reforma a la Ley Penal Juvenil establece que los menores de edad que cometan delitos relacionados con el crimen
organizado o grupos ilícitos sean transferidos a la jurisdicción de
la Dirección de Centros Penales, encargada de administrar las
prisiones para adultos. El objetivo es "evitar" que los menores
vinculados al crimen organizado "reciban el mismo tratamiento que aquellos
que han cometido delitos de menor gravedad o de manera aislada", según la
iniciativa presentada por el diputado Walter Cotto.
La legislación establece que "no se aplicarán los
beneficios de la libertad condicional, ni la libertad anticipada a las personas
condenadas por delitos cometidos en la modalidad de crimen
organizado". La reforma destaca que "es necesario
limitar" el acceso a personas que intenten reemplazar la ejecución de las
penas impuestas a los miembros de grupos del crimen
organizado, "por ser el principal flagelo que ha afectado el
desarrollo, los derechos humanos y las libertades de toda una nación".
La serie de
reformas que endurecen las penas para diversos delitos comenzó el viernes
pasado (7 de febrero), cuando el Congreso aumentó a 60 años de prisión
para los casos de homicidio agravado.
La política
de seguridad de Bukele
La aprobación de esta ley refuerza la política de seguridad del
presidente Bukele, quien ha implementado medidas estrictas para combatir las
pandillas en El Salvador. Estas medidas incluyen la construcción de una "megacárcel" para albergar a
miles de pandilleros y la suspensión de ciertos derechos
constitucionales bajo un estado de emergencia.
Sin embargo, la estrategia de Bukele ha sido objeto de críticas
tanto a nivel nacional como internacional. Organismos internacionales han
señalado que las medidas podrían violar los derechos humanos y que la falta de
un enfoque integral podría no abordar las causas subyacentes de la violencia en
el país.
Bukele
ofreció a EE. UU. recibir inmigrantes criminales deportados
El pasado 3 de febrero, durante su gira por América Latina,
el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, sostuvo una reunión con Bukele. Al finalizar
el encuentro, ambos anunciaron que estaban negociando un acuerdo mediante el
cual El Salvador aceptará migrantes de distintas nacionalidades que
hayan cometido delitos en territorio estadounidense y se encargará de
mantenerlos en su sistema penitenciario. Además, Bukele ofreció acoger a
delincuentes nacidos en EE. UU. en las cárceles de su país.
Minutos previos a la reunión con Rubio, Bukele anticipó:
"Se trata de acuerdo muchísimo mayor que no tiene precedentes en la historia de las
relaciones, no solo de Estados Unidos con El Salvador, sino que
creo que con toda América Latina".
Bukele ha
reafirmado su compromiso de mantener a El Salvador como aliado de Washington,
destacando que esta cooperación bilateral es fundamental para el desarrollo de
su país. Por su parte, organismos de derechos humanos expresaron
su preocupación sobre el impacto de esta política en el respeto a las garantías fundamentales de los
migrantes deportados.
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