El poder del presidente Alan García y su falta de escrúpulos para usarlo, se acaba de evidenciar con la cancelación de “Enemigos Públicos” de Panamericana TV y el ataque al “Francotirador” de Jaime Bayly en Frecuencia Latina, cuyo destino al escribir estas líneas es incierto todavía.
El sábado 10 abofeteó a Richard Gálvez por gritarle “corrupto” en el hospital Rebagliati.
Después Gálvez sufrió una golpiza a manos de la seguridad del presidente.
García, con el cinismo y desparpajo que lo caracteriza, ha negado el hecho denunciado por Diario 16, que dirige Juan Carlos Tafur.
Después García ha tratado de evitar que otros medios difundan su exabrupto. El periodista César Pereyra, de “Enemigos Públicos”, había realizado un reportaje sobre el tema, que no llegó a emitirse.
Los Schutz, dueños de Panamericana, tienen un enorme rabo de paja, y tienen miedo de molestar a García. Prefirieron liquidar el programa a incomodar al abusivo presidente.
Jaime Bayly tenía problemas desde hace tiempo por defender a la candidata que García había vetado. Ahora parece que su programa también desaparecerá.
Alan García está irascible, exasperado, furioso. En un estado de ánimo similar al que tenía el 14 de julio de 2004, cuando pateó a Jesús Lora en una marcha el día que la CGTP hacía una huelga contra el gobierno.
En ese momento era claro que se había frustrado su intento para derrocar al presidente Alejandro Toledo y convocar elecciones anticipadas, y García no ocultaba su frustración.
Esta vez parece que su fracaso en impedir el triunfo de Susana Villarán en Lima y en imponer a Alex Kouri primero y a Lourdes Flores después, ha provocado su crispación. Si a eso se suma el premio Nobel que ha ganado Mario Vargas Llosa, se puede entender su exasperación.
Porque Vargas Llosa le acababa de propinar un tremendo golpe cuando lo obligó a derogar el decreto 1097.
García no sólo sufrió una derrota política, sino se sintió humillado.
Por supuesto, de la boca para afuera, halaga a Vargas Llosa. Es un político cazurro y sabe manejarse con habilidad. No quiere de ninguna manera tener como enemigo a MVLL.
Pero ahora está en problemas. Con Susana en la alcaldía, la situación de su candidato, como él mismo llamó a Castañeda, puede complicarse. Una auditoría bien hecha puede revelar muchas cochinadas.
Y su otra candidata, Keiko Fujimori, tendrá que recibir la crítica implacable de MVLL.
Malas noticias para García que se pone frenético y violento.
Y comportamiento sumiso y servil de los dueños de varios medios de comunicación que se doblegan ante las amenazas del poder.
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