OLLANTA LLEGA COMO FAVORITO A LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES DEL 10 DE ABRIL |
Los adversarios de Ollanta Humala que promueven la permanencia del modelo económico intentaron inútilmente golpear al candidato de Gana Perú en el debate final de candidatos, pero, al final, frustrados por no lograr su objetivo, se vieron obligados a intercambiar puyazos entre ellos en el afán de pasar a la segunda vuelta electoral.
En el debate fue evidente que Alejandro Toledo (Perú Posible). Keiko Fujimori (Fuerza 2011), Pedro Pablo Kuczynski (Alianza por el Gran Cambio) y Luis Castañeda Lossio (Solidaridad Nacional), prefirieron apostar por la continuidad del modelo económico y atacar a Humala por querer hacerle cambios graduales y sin sobresaltos.
PPK y Castañeda incluyeron el tema del “andahuaylazo” y el de la supuesta presencia del narcotráfico en las filas del nacionalismo, pero se encontraron con un firme Ollanta Humala que mantuvo la línea de toda su campaña, de no responder a los ataques y en lugar de ello exponer sus planteamientos de cambio y sus metas sociales y económicas.
Los rivales del candidato de Gana Perú, se dedicaron a intercambiar golpes bajos entre ellos. Así, Toledo acusó a PPK de no encarar los conflictos sociales, recordó a Keiko que su padre liberó terroristas; a su vez, el candidato de Perú Posible recibió cuestionamientos por la inacción de su gobierno para atender los problemas sociales. Y Castañeda tuvo que responder por su gestión municipal.
Cancha libre
En ese escenario, Ollanta pudo capear las críticas que le lanzaron sus rivales y pudo exponer, sin mayores sobresaltos, las propuestas de su plan de gobierno. En el tema de lucha contra la pobreza, dijo que el Perú tiene el reto de mantener el crecimiento e introducir ajustes para que llegue efectivamente a todos los sectores sociales.
Recordó el informe del Banco mundial que resalta la necesidad de aplicar políticas inclusivas en el país y dijo que el crecimiento debe ser de oportunidad para todos, pues más del 30% de niños menores de cinco años sufren hambre.
Cuestionó a sus rivales por no haber hecho cuando participaron de anteriores gobiernos lo que ahora prometen y su falta de determinación política para luchar contra la pobreza y propuso aplicar medidas como los desayunos y almuerzos escolares, la pensión universal para los mayores de 65 años, incrementar el salario básico a 750 soles, crear empleo y ampliar el Programa Juntos para la mayoría de distritos pobres.
Ante preguntas de Castañeda y PPK de que la reforma constitucional prevista en su programa crearía sobresaltos en las inversiones, señaló que no propicia una asamblea constituyente ni la estatización de la economía, sino medidas como el combate a la corrupción y el derroche que drena los recursos del Estado, la reducción del IGV, la aplicación del impuesto a las sobreganancias mineras, entre otras medidas.
“La diferencia con mis adversarios puede ser resumida en que ellos pudieron enfrentar los problemas y no lo hicieron, y que a la incapacidad de resolver los problemas le agregaron la corrupción y una serie de escándalos. Nosotros proponemos un cambio de verdad y bienestar para el pueblo. Llegó la hora de un Perú más justo”, comentó.
En el tema de la generación de empleo dijo que para sostener el crecimiento, generar empleo de calidad y mejorar la distribución de ingresos se requiere estabilidad económica, además de impulsar la transformación productiva, la transformación de los recursos naturales, promover la seguridad alimentaria y generar oportunidades en costa, sierra y selva.
Ante los cuestionamientos de Keiko y Toledo sobre el supuesto peligro para las inversiones que implicaría un gobierno de Gana Perú, señaló que es partidario del diálogo y la negociación y propuso un pacto nacional para el crecimiento y el empleo.
Sobre el tema de seguridad ciudadana y narcotráfico, Ollanta prometió combatir el lavado de dinero, el narcotráfico y la corrupción que vienen creciendo y amenazan los cimientos de la sociedad peruana.
Recordó que la violencia es la principal preocupación de la familia peruana y tiene como trasfondo la falta de oportunidades y la corrupción, que extiende el manto de la impunidad en el país.
Ante la gravedad de la situación proponemos un Alto Comisionado Presidencial para combatir el narcotráfico, separar al poblador rural de las redes del narcotráfico, además de promover la Policía Rural y las rondas campesinas, dijo.
Propuso también construir más comisarías, acabar con el régimen de 24 horas para los policías, establecer la cadena perpetua para los violadores de menores de edad y que las cárceles sean centros de trabajo. “El punto de partida es acabar con la impunidad de la corrupción, especialmente para los políticos”, anotó.
Al final, se despidió de los electores señalando que los peruanos deben resolver entre ellos sus problemas y hacer que el crecimiento revierta en mejores oportunidades para todos, respetando las libertades políticas y la no reelección. Y prometió utilizar el gas de Camisea para abastecer el mercado interno, al tiempo de rebajar su precio.
El camino de los candidatos
Toledo prometió continuar con el rumbo establecido por Alberto Fujimori y Alan García, indicando que no se debe dar un salto al vacío optando por el modelo de Venezuela o Bolivia.
A Keiko Fujimori no le quedó más que recordar la herencia de su padre, al decir que el país creció gracias a las medidas adoptadas por el Fujimorismo: es decir, los despidos masivos y la privatización, aunque intentó alegar que se crearon programas sociales para atender a los más pobres.
Ollanta dijo que en los últimos años la economía creció a niveles poco antes vistos, pero aclaró que hay una tarea pendiente que encarará su gobierno que es el de la inclusión social, invirtiendo en escuelas y mejorando el salario básico, entre un sinnúmero de medidas a favor de los más pobres.
Castañeda prometió convertir al Perú en un país de primer mundo, con maestros capacitados, universidades de primera, policías bien pagados y con la total erradicación del narcotráfico.
PPK prometió reducir la pobreza y poner en marcha un proyecto para un país mejor: que incluya mejoras en Educación, seguridad e infraestructura. Y prometió tener un Estado organizado con metas anuales.
Pataditas del Debate
Pensión 65
Una sorpresiva pregunta le lanzó Ollanta a Keiko cuando le recordó la propuesta de la Pensión 65. ¿Usted coincide con estas propuestas?, le encaró. A Keiko no le quedó otra que decir que ambos tienen coincidencias.
Herencia
Keiko intentó golpear a Toledo al decirle que su gobierno redujo el presupuesto para los programas sociales, pero no contó con la respuesta airada del líder de la chakana, que achacó el asunto a la recesión que “dejó su papá”.
Apagón
Un súbito apagón se produjo durante la exposición de Ollanta Humala, lo que hizo recordar a muchos los tiempos del primer gobierno de Alan García, en que se producían apagones durante las campañas.
Promesas
Las mayores disputas se produjeron en el tema de la creación del empleo. Así PPK cuestionó a Toledo por incrementar de 2.5 a 3.5 millones las ofertas de empleo. Dijo que eso es consecuencia de sus propuestas. El “mudo” también prometió crear 2.5 millones de puestos de trabajo.
Yo no firmé
Yo no firmé
PPK sacó el cuerpo cuando Toledo lo acusó de pretender reducir el periodo vacacional. Acusó a su rival de expedir la norma que reducía las jornadas en las Mypes y dijo “yo no firmé esa ley, yo nunca propuse reducir vacaciones”. De inmediato Toledo le respondió: “Mr. Kuczynski no se sacuda usted ahora”.
Se ganó
Ollanta estuvo de suerte. Justo en medio del debate le tocó a Gana Perú el turno en la granja de propaganda electoral gratuita, lo que le permitió promover su candidatura en un momento de altísima sintonía.
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