Javier Diez canseco
Yanacocha SRL, el ojo de la
tormenta de Conga, se constituyó en 1992. La contribución de dinero fresco de
los socios –no de préstamos o apalancamientos financieros– al capital social de
la empresa, apenas bordeó los US $2 millones de dólares. Pero generó –en 18 años– utilidades netas por la
increíble suma de US $5, 615 millones.
Inició operaciones en 1993 con
el proyecto Carachungo, a un costo de unos US $64 millones.
¿Cómo lo hizo con
un aporte de apenas US $2 millones de los socios?
Todo indica que recurrió al
apalancamiento financiero en el sistema bancario y la bolsa o mercado de
capitales nacional o extranjero para conseguir la plata. Según sus estados
financieros la empresa también emitió bonos por US $100 millones el 97, y en 1999 se prestó del IFC (financiera del
Banco Mundial que terminó de socia minoritaria) otros US $100 millones. En
total, unos US $200 millones. Y, entre 1993 y el año 2000 sus utilidades netas
llegaron a la modesta suma de US $816 millones 916 mil dólares de los que
distribuyeron utilidades a sus accionistas por US $467 millones de dólares. Lo
no repartido de las utilidades fue retenido, unos US $350 millones para
reinvertir del mismo dinero ganado en el Perú. Y aún no había llegado el
periodo de boom de los precios de minerales.
El 2001, tuvieron US $80
millones de utilidad, repartieron US $10 millones entre los socios, y
decidieron capitalizar US $206.5 millones de dólares en Yanacocha, manteniendo
retenidas utilidades totales por US $214.3 millones de dólares.
El 2002 arrancó
el alza de precios y las ganancias netas (pagados impuestos y todos los costos)
fueron, ese solo año, de US $220.85 millones.
El año siguiente fueron US
$313.14 millones, el 2004 fueron casi US $428 millones.
El 2005 llegaron a US
$535.5 millones, subieron a US $567.7 el 2007. Entre esos años se repartieron a
los accionistas la friolera de US $1,291 millones y retuvieron ganancias por US
$2,216 millones en la caja de la empresa.
Las utilidades netas del 2007 cayeron
a US $244.2 millones, pero volvieron a reinvertir US $189.6 millones ganados en
el país en capital social.
Ojo, a diciembre del 2012 el
capital social de Yanacocha, declarado, es de US $398 millones 316 mil dólares
y solo reinvirtió dos veces una pequeña parte de sus ganancias: un total de US $396.1
millones dólares.
Así, concluimos que el capital social fresco aportado por los
socios fue apenas de 2.1 millones de dólares, porque lo reinvertido de
ganancias fue US $398.3 millones.
¡Excelente negocio!, generado con las mismas
ganancias de suelo peruano y un apalancamiento de créditos y bonos que no son
ajenos a la captación de dinero peruano en sus inicios.
Entonces, ¿cuánto dinero extranjero entró
para Yanacocha si fue generado aquí, con los recursos naturales y el trabajo de
peruanos que dieron enormes ganancias reinvertidas? Además, Yanacocha usa tecnología y máquinas
extranjeras que dan trabajo y generan envíos fuera, no en el Perú, tampoco
transforma las materias primas en el Perú y paga impuestos a lo exportado según
su declaración jurada, sin análisis detenido aquí de lo que sale fuera.
Para
colmo, contabiliza como costos una regalía de 3% que Newmont le paga a
Buenaventura-Benavides y Newmont cobra 2% por administración.
Así, un negocio que se inició
–como recuerda Alonso Ramos– comprando 609 hectáreas de tierra a humildes
campesinos a S/.100 soles la hectárea con el apoyo de Fujimori, continuó con el arreglo de los
norteamericanos y Benavides con Montesinos para desalojar al socio francés BRMG
y quedarse con su parte, consumió y contaminó el agua de Cajamarca y siguió con
el inútil reservorio de San José inaugurado por Alan García y que está seco,
resultó un mina de oro para una Yanacocha que pocos quieren.
Su ganancia neta por cada
dólar de capital social es de US $2,654 dólares.
Pero a Yanacocha SRL, ningún
gobierno la obligó a dejar lo justo para el Perú, ni tampoco a respetar el agua
y el ambiente, o le impuso el impuesto a las sobreganancias para atender agro,
educación o salud, tan deteriorados.
Ni García ni Humala.
Los US $4,800
millones que anuncian de “inversión extranjera” en Conga son menos que los US
$5,615.7 millones de utilidades netas que ya le sacaron al país.
Tienen en su
poder US $2,531.4 millones de utilidades no distribuidas.
Es decir, la
inversión extranjera solo es dinero peruano en el bolsillo de la Newmont y
Benavides.
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