El viernes fue el último día de Elon Musk como “empleado especial del gobierno”.
Por Shawn McCreesh
Reportando desde
Washington
Fue
como una metáfora hecha realidad.
Tras
130 días enfrentando al gobierno federal, Elon Musk se presentó el viernes con
un ojo amoratado en la Casa Blanca en su último día como “empleado especial del
gobierno”. Si entrecerrabas los ojos, podías verlo: la órbita de su ojo derecho
estaba hinchada y oscura. No hay duda, se trataba de un moretón.
Ahora,
con su proyecto en Washington más o menos terminado, nunca estuvo cerca de
recortar el billón de dólares del gobierno federal que había prometido. Sus
negocios y su imagen pública quedaron algo maltrechos y, ahora, al parecer,
también su rostro.
¿ALGUIEN
LO GOLPEÓ?
La
lista de sospechosos es larga. Una lista abreviada de personas y grupos
actualmente descontentos con Musk incluye: al menos dos de las varias mujeres
con las que ha tenido hijos; prácticamente toda la burocracia federal;
sus vecinos en
un suburbio de Austin, Texas; los accionistas de Tesla; antiguos amigos;
republicanos del Capitolio; su hija de 20 años; todas esas personas que han incendiado
autos Tesla, e incluso
algunos votantes de Trump.
Pero no fue ninguna de
esas personas quien le hizo el moretón. Dijo que fue X, su hijo de 5 años.
“Estaba jugando con el
pequeño X y le dije: ‘Adelante, dame un puñetazo en la cara’, y me lo dio”,
explicó Musk después de que un periodista le preguntara si estaba bien.
Fue un momento extraño en
una conferencia de prensa que, para empezar, ya era bastante rara. Momentos
antes, Musk se había negado airadamente a responder a una pregunta sobre una
investigación reciente de “The New York Times” en la que se detalla su consumo
de drogas. Trump permaneció casi mudo mientras Musk lidiaba con esa pregunta.
Después, el magnate de la tecnología explicaba por qué parecía golpeado.
Al presidente pareció
divertirle. “No me había dado cuenta”, dijo mientras se giraba en su silla para
ver mejor a Musk. “¿X fue quien hizo eso?”.
Trump ha pasado una
cantidad considerable de tiempo cerca del niño en estos últimos 130 días. Él y
Musk incluso llevaron a X a sentarse junto al ring con ellos en los combates
del Ultimate Fighting Championship. Trump pensó en la explicación que se ofrecía
para el moretón. “X podría hacerlo”, concluyó, sonando casi impresionado. “Si
conocieras a X, sabes que podría hacerlo”. Por la forma en que el presidente
dijo esto, nunca adivinarías que estaba hablando de un niño de 5 años.
Y así, Musk abandonó
Washington, con el ojo tan magullado como su ego.
“En realidad no sentí
gran cosa en ese momento”, dijo sobre el golpe que le dieron en el rostro,
“pero luego supongo que sale un moretón”.
Shawn McCreesh es
reportero de la Casa Blanca para el Times y cubre el gobierno de Trump.
ELON MUSK APARECIÓ CON UN
OJO MORADO EN SU SALIDA DEL GOBIERNO DE EEUU: ESTO
ES LO QUE LE PASÓ
La
imagen del empresario durante su visita al complejo presidencial, junto al
presidente Donald Trump, generó reacciones inmediatas en redes sociales y
coincidió con la publicación de un informe periodístico
Elon Musk sorprendió
el viernes al aparecer con un visible hematoma en el ojo durante una visita
oficial a la Casa Blanca, donde estuvo acompañado por el presidente Donald
Trump. La escena no pasó desapercibida: el CEO de Tesla y SpaceX lucía una
contusión en la zona orbital izquierda mientras caminaba junto al
mandatario para marcar el cierre de su papel como empleado especial del
gobierno.
La explicación de Musk
ante la evidente herida no tardó en llegar, y lejos de apelar al dramatismo,
recurrió a un tono familiar que rápidamente captó la atención de los medios y
las redes sociales. Según sus propias palabras, el responsable fue su
hijo de cinco años, X Æ A-Xii, a quien simplemente llama “X”.
—Estábamos jugando, le
dije que podía golpearme en la cara y lo hizo —relató Musk con una sonrisa
contenida—. Resulta que incluso un niño de cinco años puede hacer esto.
"Una
salida formal del gobierno, pero con asesoría continua para Trump"
La visita de Elon Musk al complejo presidencial tenía un objetivo claro: formalizar el fin de su rol como empleado especial del gobierno.
Sin embargo, tanto él
como Donald Trump confirmaron que el empresario sudafricano seguirá
colaborando como asesor externo en temas de tecnología y política industrial.
Mientras ambos caminaban
juntos frente a las cámaras, Trump pareció sorprendido al enterarse del origen
del golpe.
—No lo había notado —dijo
el presidente, mirando brevemente hacia el rostro de Musk—. ¿Tu hijo fue quien
hizo eso?
La escena tuvo lugar solo
un día después de que Musk apareciera en un video promocional de SpaceX donde
también se notaba la lesión, aunque no ofreció explicaciones en ese momento. En
dicha grabación, presentada el jueves, se esbozaba el plan tentativo de la
empresa para llevar humanos a Marte.
Una
lesión que desató teorías y especulación en redes sociales
La
aparición del magnate con un ojo morado desencadenó de inmediato una oleada de
teorías en línea. La imagen fue ampliamente compartida en plataformas
como X (antes Twitter) y Reddit, donde muchos usuarios especularon sobre
las causas de la contusión. Las versiones variaban desde un accidente
doméstico hasta enfrentamientos internos en sus empresas.
Sin
embargo, el propio Musk optó por aclarar los rumores rápidamente durante un
breve intercambio con reporteros. Habló sin rodeos y minimizó la situación,
asegurando que se trató de un simple momento de juego con su hijo.
—No
sentí mucho en el momento —afirmó—. Pero después empiezan a salir los
moretones.
Un
historial de presentaciones públicas no exento de excentricidades
El comportamiento de Elon Musk en escenarios públicos ha sido materia de análisis en diversas ocasiones.
El reportaje de The New York Times también
recordó su participación en febrero en la Conservative Political Action
Conference (CPAC), donde utilizó una motosierra como metáfora para ilustrar
recortes a la burocracia gubernamental.
Según
el mismo medio, su intervención en esa ocasión fue “dispersa”, con
episodios de tartamudeo, risas prolongadas y un uso continuo de gafas oscuras durante
el discurso. No obstante, ni ese evento ni sus múltiples apariciones públicas
recientes han sido oficialmente vinculadas a una condición médica por parte de
sus voceros.
Una
imagen que reaviva el debate sobre su vida privada
La
fotografía de Musk con el ojo morado frente a la Casa Blanca pasará,
probablemente, a formar parte del vasto archivo de momentos virales en los que
el empresario protagoniza titulares sin necesariamente estar lanzando un
producto o dando una conferencia. La conjunción entre una figura pública
de altísimo perfil, una lesión visible y una explicación doméstica es, por
sí sola, combustible para la especulación.
Pese
a la atención mediática, el enfoque de Musk parece seguir firme en sus
proyectos tecnológicos. En la misma semana, SpaceX presentó sus próximos pasos
hacia la exploración marciana y Tesla anunció avances en su línea de
vehículos autónomos. Mientras tanto, la herida en su rostro y las versiones que
la acompañan seguirán alimentando la conversación pública al menos por algunos
días más.