Un investigado por narcotráfico, un organizador de fraudes electorales, un especialista en mover las encuestas y un cobrador de cupos a candidatos.
Salinas, el hombre cuestionado que empuja a la derrota a Flores.
Flores está rodeada por gente muy cuestionada, que ella defiende pese a acusaciones y denuncias fundadas. La candidata pepecista no sabe elegir con quien juntarse.
La señorita Lourdes Flores se escandaliza de la historia de Susana Villarán que cuenta haber fumado un troncho cuando era adolescente, pero no ha logrado apartar su figura de la del empresario procesado por lavado de activos Adolfo Carhuallanqui Porras, conocido como César Cataño.
También se queja de que le quieren hacer fraude manejando las encuestas, pero tiene sentado a su lado, entre sus íntimos de campaña, a Horacio Cánepa Torre, actual abogado de César Cataño y autor del “huanucazo” de 1995, operación de falsificación y adulteración de actas electorales, dirigida por Montesinos, para beneficiar a Alberto Fujimori, Víctor Joy Way y al propio Cánepa, durante LA PRIMERA reelección Fujimorista.
Se orienta por los consejos de Xavier Barrón, el de los viejitos, el caso Huvea de los 80 y las encuestas del 2010. Y ha aceptado un matrimonio de conveniencia, esta vez con Jaime Salinas, acusado en el 2006 de cobrar cupos a sus candidatos.
Obviamente entre la decencia proclamada y este tipo de compañías hay una enorme distancia. Pero más grave aún es pensar que todo este paquete poco recomendable se traslade a una institución como el municipio de Lima. Profundicemos sobre estos casos.
Salinas, el cupo
En el 2006, Jaime Salinas López Torres era candidato presidencial por un partido de su propiedad denominado Justicia Nacional. Según denuncia del ex congresista Heriberto Benítez, luego de ser invitado a formar parte de la lista, Salinas le hizo saber que le tenía un puesto reservado pero que a cambio él debía pagar 50 mil dólares.
Haciendo indagaciones, el ex parlamentario Benítez pudo saber además que otros candidatos también fueron extorsionados de la misma manera y llegó a la conclusión de que se trataba de un negocio de cobrar cupos, donde lo que menos importaba era ganar la elección y los puntos de programa de gobierno. Como en los casos anteriores Salinas se salvó en el laberinto de las maniobras judiciales. Es decir, el equipo de Lourdes está conformado por unas joyitas, vinculados a graves delitos y salvados por la campana de la corrupción o la complicidad judicial.
Cataño y la droga
En octubre de 1983, el ciudadano Adolfo Carhuallanqui Porras fue acusado de comercializar 100 kilos de pasta básica de cocaína en una operación de traslado de la droga a Lima para su venta al menudeo.
El Atestado Nº 88-DPD de la Jefatura Departamental de Junín de Investigación de Drogas, fechado en Huancayo el 30 de noviembre de 1983, reporta la detención de una red de procesadores y distribuidores de droga integrada por Félix Pérez Luis y Beatriz Rojas Paucarcucho, con antecedentes de narcotráfico, que en su declaración involucraron a María Porras Palomino (madre de Carhuallanqui) como la que los contactó para el envío y a Adolfo Carhuallanqui Porras como el que recepcionaría la mercadería en Lima.
El proceso sobre este caso se abrió en LA PRIMERA Sala Penal de Huancayo en 1984 y se ordenó la prescripción en 1996, luego de una serie de maniobras judiciales que concluyeron en el robo del expediente del caso y la imposibilidad de los jueces para resolver por la desaparición de las pruebas.
Por supuesto que este robo sirvió para limpiar a los principales acusados y fue tan meticuloso que incluyó la sustracción de páginas de los libros de registro del recorrido del expediente. La Oficina de Control de la Magistratura (OCMA) sancionó a varios secretarios judiciales por este caso. Pero del expediente nunca más se supo, y tampoco de Carhuallanqui, que en 1984 se convirtió en César Cataño Porras, logrando a partir de ahí confundir a la Policía y a la justicia y, por lo que se ve, a a Flores. Cataño se presenta como un afortunado vendedor de carros usados (el más importante del país). ¿Cómo lo hizo?, ¿de dónde nace su fortuna? Es algo que ni él ni Lourdes nunca han podido responder de manera convincente, pero la candidata sigue alegando que Cataño es inocente.
Cánepa y el fraude
Ahora que Lourdes anda tan preocupada por los chuponeos montesinistas, debería interesarse más en las compañías montesinistas con las que camina en los últimos años y que están en primera línea en la presente campaña. El caso más notable es el de Horacio Cánepa Torre, responsable de una famosa operación fraudulenta en 1995 en la ciudad de Huánuco, por la que fue sometido a juicio.
Flores, por cierto, sabe de este oscuro antecedente, pero se escuda en que la Justicia no condenó a Cánepa. Pero la “justicia” que juzgó este caso estaba representada por la sala de Alejandro Rodríguez Medrano que era la puerta de salida de todos los corruptos del régimen de los 90.
Flores pone las manos al fuego por Cánepa como lo hace con Cataño. Pero no dice por qué escogió a estos personajes de los bajos fondos. De acuerdo a la testigo que declara sobre el “huanucazo” de 1995, Cánepa reclutó personeros de otros partidos para lograr adulterar las actas a favor de Alberto Fujimori. Era una operación para rellenar actas que falsificaban la votación realizada. Cánepa es ahora uno de los jefes de campaña de Lourdes y por añadidura es también abogado de Cataño.
Barrón manipulador
Durante el segundo gobierno de Fernando Belaunde se firmó una alianza de gobierno entre Acción Popular y el PPC de Luis Bedoya, por la cual este último partido ocupó la cartera de Justicia, en la cual se produjeron varios escándalos de corrupción como el conocido caso Guvarte y el caso Cosapi-Huvea.
Sobre este último, la Contraloría emitió un informe en 1986, que se refiere al contrato Huvea de entrega de fondos para estudios, construcción y equipamiento de centros penales.
De la lectura de este documento se establece: (a) el 21 de septiembre de 1983, Huvea entregó un cheque al portador por la suma de 271 mil 556 dólares, que fue cobrado por Xavier Barrón usando la libreta electoral de otra persona. (b) el fondo de garantía por 64 mil 770 dólares fue convertido en certificados bancarios en moneda extranjera “para ser entregados al Sr. Xavier Barrón”.
Más adelante la Contraloría concluye; “los hechos antes mencionados confirmarían que el Sr. Xavier Barrón Cebreros sería el beneficiario de los $ 64,770”. Finalmente, dentro de sus recomendaciones demanda citar a Barrón y otro funcionario de la época para que respondan por los cargos.
¿Qué era Barrón en LA PRIMERA mitad de los 80? Un diputado del PPC, sin relación visible con el Ejecutivo, pero como puede verse realizaba operaciones irregulares con dineros del Estado. Ciertamente la denuncia de Contraloría fue boicoteada por el Ejecutivo que la entrampó y presionó para la salida de los investigadores.
Pero el informe existe y lo tenemos en nuestro poder con los sellos respectivos. Además, luego de escuchar el diálogo de Lourdes con Barrón sobre el manejo de las encuestas cualquiera puede deducir que el tipo está hecho para las cosas sucias.
Raúl Wiener
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