jueves, 18 de julio de 2019

EL OFICIO DE VILCATOMA

Yeni Vilcatoma De La Cruz

Por Gustavo Gorriti
De apariencia hípster, carácter reservado y los gustos clásicos de quien casi no lee autores vivos, el ecuatoriano Andersson Boscán está en el periodismo desde los 18 años. A sus actuales 27, no es alguien que se sorprenda con facilidad. 
Sin embargo, el muy membretado y sellado oficio del Congreso peruano que recibió el primero de este mes, le movió la curiosidad. Leyó el nombre del membrete: Yeni Vilcatoma de la Cruz. ¿Qué se le había perdido en Ecuador a la señora Vilcatoma o, más bien, qué pensaba encontrar?
Bastó una rápida lectura en diagonal para saberlo.
Este era el oficio:
Andersson terminó de leer el Oficio e hizo a continuación lo que debía: Informar al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) e informarme a mí. 
“Me dedico a la investigación desde los 18 [años]” dijo Boscan, “aprendí a hacer periodismo bajo una autocracia; pero nunca había visto un intento oficial de usar un escaño contra la credibilidad de un colega. Y bajo una autocracia se ven muchos abusos…”.
¡Pero no tanta torpeza! 
Porque solo a alguien que no tuviera la capacidad de concentración mínima como para leer la investigación pudo ocurrírsele preguntar lo que la simple lectura contesta. 
Es verdad que nadie espera inteligencia de Vilcatoma. Tampoco honestidad. ¿Cómo olvidar los días en los que frecuentaba IDL, inmediatamente después de su despido del ministerio de Justicia, en el papel de Human Rights Vilcatoma al comienzo de la ruta que terminó en Mototaxi Vilcatoma?
¿Pero, hacer pasar al papel membretado del Estado peruano por la vergüenza de preguntar estupideces? ¿Haberse creído de repente su propia desinformación como para alucinar que la investigación del ICIJ le abría una ventana de oportunidad, el acceso a providenciales datos ocultos que de alguna extraña manera pudieran servir para sepultar la investigación Lava Jato en el Perú? 
Bueno, como decía el gran Hubert Lanssiers, contra el mal se puede luchar, porque tiene una articulación lógica propia. Pero contra la estupidez es casi imposible… invulnerable a la razón, al aprendizaje. 
De todos modos, abordada la historia, hasta la Vilcatoma puede servir de pretexto para contarles cómo fue la investigación del ICIJ – “División de Sobornos”– y el papel que desempeñó IDL-Reporteros en ella. 
“Esta nueva investigación empezó, como en tantos otros casos, con una llamada” escribió IDL-R en “Las planillas ocultas de Odebrecht”: la primera publicación simultánea del Consorcio sobre el tema en la noche del 25 al 26 de junio pasado. 
El ICIJ, como Romina Mella y yo relatamos en esa nota, nos preguntó si nos interesaba participar en una conversación sobre una posible investigación relacionada con el caso Lava Jato. Aceptamos, por supuesto.
Poco después, en los primeros días de marzo tuvimos la primera conferencia múltiple, por vía segura, organizada por el ICIJ desde Washington. La moderaron, como ocurrió a lo largo de todo el proceso, Emilia Díaz-Struck y Sasha Chavkin. Ahí fuimos informados que Andersson Boscán había recibido una cantidad importante de datos sobre transacciones aparentemente ilegales de Odebrecht en varias naciones de Latinoamérica. Era información que necesitaba investigarse mucho más, nación por nación, para definir su naturaleza, alcance y sentido. ¿Nos interesaba?
Periodistas del Consorcio Internacional de Periodistas
de Investigación, Emilia Díaz-Struck y Sasha Chavkin.
Ese primer grupo de periodistas – al que luego se añadieron otros –, tenía, en la mayoría de los casos, experiencia en investigaciones previas con el ICIJ. Así que conocíamos el procedimiento de investigación, que consistía en lo siguiente:
• Leer y firmar un contrato que obliga a mantener reserva y confidencialidad sobre la investigación mientras sea necesario (y eso, aunque se discuta, lo decide la redacción central de Washington). A no entregar ninguna información a terceros sin autorización previa. A compartir con el grupo todos los resultados de nuestra propia investigación. 
• Intercambiar y discutir datos y contenidos en un espacio digital seguro.
• Establecer, mediante conferencias virtuales cada vez más enfocadas en el producto, la forma y el alcance de las publicaciones. La principal, que desarrolla el tema general, es escrita y editada por la redacción del ICIJ, en Washington. Todos aportan a ella. Luego, cada país y, dentro de él, cada publicación, escribe y publica una nota propia, o varias, además de la del ICIJ. En el caso peruano, IDL-R colaboró con Convoca en forma eficiente y fluida.
• Determinar la fecha de publicación y ceñirse a ella. Eso es particularmente importante, porque en la última etapa se contacta a los investigados. No solo para que tengan la oportunidad de responder a las revelaciones sobre ellos sino con la expectativa de que puedan aclarar algunas de las cosas inevitablemente inciertas que quedan hasta el final. Esa etapa, la de las entrevistas corroborativas, debe  durar solo lo necesario.
• El embargo de publicación hasta la hora del día señalado, es vital y, hasta donde sé y recuerdo, se ha respetado siempre. En esta ocasión el ICIJ publicó: “La división de sobornos” en la noche del 25 de junio. IDL-R lo reprodujo poco antes de publicar su “Las planillas ocultas de Odebrecht”. Lo mismo sucedió con las otras publicaciones.
Publicaciones de IDL-R como parte de la
investigación internacional “División de Sobornos”.
En nuestra investigación, IDL-Reporteros encontró y puntualizó lo siguiente:
– “… casi todas las transacciones registradas en las planillas filtradas no figuraban en las confesiones ni en las delaciones premiadas de Odebrecht, ni en Brasil, ni en Estados Unidos, ni tampoco en Perú”.
– “ Un simple vistazo a las planillas indicaba que todos los pagos eran ilegales, puesto que procedían, sin excepciones, del Sector de Operaciones Estructuradas y la gran mayoría había sido procesado a través de las hoy notorias offshores y los doleiros de dicho Sector de sobornos”.
– “En el caso del Perú, por ejemplo, figuraban operaciones de pago clandestino vinculadas con proyectos que hasta ahora no habían sido siquiera mencionados en los acuerdos de confesión o de indemnización”.
No solo hubo pagos por definición ilícitos en el proyecto del gasoducto, sino también en varios otros. Entre ellos:
– Gasoducto del Sur;
– Chavimochic;
– Vía Evitamiento del Cusco; 
– H2 Olmos; 
– Carretera Interoceánica Sur; 
– Vías Nuevas de Lima (originalmente Línea Azul); 
– Vía Costa Verde Callao;
– Tren Eléctrico Tramos 1 y 2; 
– Carretera Chacas-Carhuaz;
– Proyecto Corredor Vial Hualapampa – Vado Grande.
La nota terminó examinando cuál era la nueva situación creada por los hechos descubiertos. En cuanto al Perú, escribimos que:
“… lo que ha trascendido, según fuentes dignas de crédito, es que Odebrecht ha sugerido a los fiscales del Equipo Especial una nueva rueda de declaraciones en Brasil, con Barata (y presumiblemente Boleira), para ‘decodificar’ y explicar la información.
Si la explicación es satisfactoria, el acuerdo recientemente homologado permite incorporar nueva información que avance el conocimiento de lo que permanece todavía oculto. Claro que, como es lógico, la revelación de nuevos delitos no solo significa la capacidad de procesar a los culpables que sean descubiertos, sino también determinar las sumas adicionales que haya que pagar por reparación civil.
Es probable, con todo, que aclarar las cosas en el Perú sea comparativamente más fácil que en otros países, donde el muy limitado avance previo de las investigaciones deja un espacio grande al desvelamiento de secretos criminales y culpas encubiertas”.
Bastante claro. ¿Verdad?
Pese a eso, los enemigos de la investigación del caso Lava Jato, que intentan disfrazar su real propósito de encubrimiento bajo una moralina más falsa que billete de trece soles, intentaron demostrar que la investigación del ICIJ virtualmente destruía la de Lava Jato. En el desbocado esfuerzo de desinformación, fingieron ignorar la participación de IDL-Reporteros con el ICIJ y condujeron finalmente a la patética Vilcatoma a preguntarle a Andersson Boscan si yo había conocido y ocultado previamente lo que reveló la investigación el 25 de junio.
Pese a la huella que imprimió Vilcatoma a su oficio –delirante y divorciada de la realidad–, no se trató de un esfuerzo aislado sino parte de una organizada, intensa y planificada ofensiva contra las investigaciones anticorrupción, especialmente las del caso Lava Jato. Nunca, desde que empezó la investigación, movilizó el pantano tantas fuerzas y recursos, como veremos en la siguiente nota.
Publicado el jueves 18 de julio, 2019 a las 11:07 | RSS 2.0.
Última actualización el jueves 18 de julio, 2019 a las 12:17
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