Los países con gobiernos populistas tienen tasas de crecimiento del PIB
más bajas.
El aumento de la polarización política y la desconfianza provoca el
bloqueo de los retos mundiales
Nueva York - Los avances desiguales del desarrollo están dejando atrás a las
personas más pobres, exacerbando la desigualdad y avivando la polarización
política a escala mundial. El resultado es una peligrosa paralización que debe
abordarse urgentemente mediante la acción colectiva, según un nuevo informe
publicado hoy por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El Informe sobre Desarrollo Humano 2023/2024, titulado “Romper el
bloqueo: reimaginar la cooperación en un mundo polarizado”, revela una
tendencia preocupante: el repunte del Índice de Desarrollo Humano (IDH) mundial
-una medida resumida que refleja el Ingreso Nacional Bruto per cápita, la
educación y la esperanza de vida de un país- ha sido parcial, incompleto y
desigual.
Se proyecta que el IDH alcance máximos históricos en 2023, tras los
pronunciados descensos registrados en 2020 y 2021. Pero este progreso es
profundamente desigual. Los países ricos están experimentando niveles récord de
desarrollo humano, mientras que la mitad de los países más pobres del mundo
permanecen por debajo de su nivel de progreso anterior a la crisis.
Las desigualdades mundiales se ven agravadas por una importante
concentración económica. Como se indica en el informe, casi el 40 % del
comercio mundial de bienes se concentra en tres o menos países; y en 2021 la
capitalización bursátil de cada una de las tres mayores empresas tecnológicas
del mundo superó el Producto Interior Bruto (PIB) de más del 90 % de los países
ese año.
“El aumento de la brecha de desarrollo humano que revela el informe
muestra que la tendencia de dos decenios de reducción constante de las
desigualdades entre las naciones ricas y pobres se está invirtiendo. A pesar de
nuestras sociedades globales profundamente interconectadas, nos estamos
quedando cortos. Debemos aprovechar nuestra interdependencia, así como nuestras
capacidades, para abordar nuestros retos compartidos y existenciales y
garantizar que se cumplan las aspiraciones de las personas”, declara Achim
Steiner, Administrador del PNUD. “Este bloqueo tiene un importante coste
humano. El fracaso de la acción colectiva para avanzar en la lucha contra el
cambio climático, la digitalización o la pobreza y la desigualdad no solo
obstaculiza el desarrollo humano, sino que agrava la polarización y erosiona
aún más la confianza en las personas y las instituciones en todo el mundo”,
añade Steiner.
El informe sostiene que el avance de la acción colectiva internacional
se ve obstaculizado por una emergente “paradoja de la democracia”: mientras que
nueve de cada diez personas en todo el mundo respaldan la democracia, más de la
mitad de los encuestados a nivel mundial expresan su apoyo a líderes que pueden
socavarla saltándose las normas fundamentales del proceso democrático, según
los datos analizados en el Informe. La mitad de las personas encuestadas en
todo el mundo afirman no tener ningún control significativo sobre sus vidas, y
más de dos tercios creen que tienen poca influencia en las decisiones de su
gobierno.
La polarización política es también una preocupación creciente con
repercusiones mundiales. Según los autores del Informe, esta sensación de
impotencia está alimentando enfoques políticos orientados hacia adentro de los
países y está en clara contradicción con la cooperación mundial necesaria para
abordar problemas urgentes como la descarbonización de nuestras economías, el
uso indebido de las tecnologías digitales y los conflictos. Esto es
especialmente alarmante a la luz de las temperaturas récord de 2023, que ponen
de relieve la necesidad inmediata de una acción unida para hacer frente a la
crisis climática, o en el advenimiento de la inteligencia artificial como una
nueva frontera tecnológica en rápida evolución con escasos o nulos mecanismos
regulatorios de protección.
El informe destaca que la desglobalización no es factible ni realista en
el mundo actual y que la interdependencia económica sigue siendo elevada.
Señala que ninguna región se acerca a la autosuficiencia, ya que todas dependen
de las importaciones de otras regiones en un 25 % o más de al menos un tipo
importante de bienes y servicios .
“En un mundo marcado por una creciente polarización y división,
descuidar la inversión mutua supone una grave amenaza para nuestro bienestar y
seguridad. Los enfoques proteccionistas no pueden abordar los retos complejos e
interconectados a los que nos enfrentamos, como la prevención de pandemias, el
cambio climático y la regulación digital”, enfatiza Steiner. “Nuestros
problemas están entrelazados y requieren soluciones igualmente interconectadas.
Adoptando una agenda impulsada por las oportunidades que haga hincapié en los
beneficios de la transición energética y de la inteligencia artificial para el
desarrollo humano, tenemos la oportunidad de salir del estancamiento actual y
reavivar el compromiso con un futuro compartido”, finaliza.
El informe subraya cómo se está reconfigurando la interdependencia
mundial y reclama una nueva generación de bienes públicos globales. Propone
cuatro ámbitos de actuación inmediata:
- Bienes públicos del planeta, para la
estabilidad climática, a medida que nos enfrentamos a los retos sin
precedentes del Antropoceno.
- Bienes públicos globales digitales, para
una mayor equidad en el aprovechamiento de las nuevas tecnologías al
servicio de un desarrollo humano equitativo.
- Mecanismos financieros nuevos y
ampliados, incluida una vía novedosa en la cooperación internacional que
complemente la ayuda humanitaria y la ayuda tradicional al desarrollo de
los países de renta baja.
- Reducir la polarización política mediante
nuevos enfoques de gobernanza centrados en potenciar la voz de los
ciudadanos en las deliberaciones y atajar la desinformación.
En este contexto, el multilateralismo desempeña un papel fundamental,
argumenta el Informe, porque los compromisos bilaterales no son capaces de
abordar la naturaleza irreductiblemente planetaria de la provisión de bienes
públicos globales.
Más datos clave del Informe
- En 2023, los 38 países miembros de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)
alcanzaron puntuaciones más altas en el IDH en comparación con sus niveles
en 2019.
- Entre los 35 países menos adelantados
(PMA) que experimentaron un descenso de su IDH en 2020 y/o 2021, más de la
mitad (18 países) aún no han recuperado sus niveles de desarrollo humano
de 2019.
- Todas las regiones en desarrollo no han
alcanzado los niveles de IDH previstos según la tendencia antes de 2019.
Parecen haber descendido auna trayectoria de IDH inferior, lo que indica
posibles retrocesos permanentes en el progreso futuro del desarrollo
humano.
- El impacto de las pérdidas de desarrollo
humano se hace patente en el Afganistán y Ucrania. El IDH del Afganistán
ha retrocedido diez años, mientras que el de Ucrania cayó a su nivel más
bajo desde 2004.
- El Informe cita estudios que indican que
los países con gobiernos populistas tienen tasas de crecimiento del PIB
más bajas. Quince años después de la toma de posesión de un gobierno
populista, se observa que el PIB per cápita es un 10 % inferior al que podría
ser en un escenario de gobierno no populista.
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