TPP: PERMISO
PARA MATAR
Escribe: Eduardo Gonzáles Viaña
Hace algunos años, coincidí en una farmacia de Lima con un señor que
estaba comprando Lipitor, uno de los más conocidos medicamentos para la
reducción del colesterol.
-Déme tres pastillas, por favor, pidió. Como es
sabido, en el Perú es posible adquirir las pastillas por unidades en vez de
comprar todo el frasco. Sin embargo, este tipo de fármacos son
generalmente prescritos para su uso permanente.
Mientras la dependiente lo atendía, el comprador
advirtió mi asombro y me explicó:
-Estoy comprando tres pastillas, pero las cortaré
en cuatro pedazos cada una. Eso quiere decir que tendré Lipitor para 12 días.
Mi interlocutor no había pensado que ese procedimiento le restaba
eficacia al fármaco. En realidad, no había tenido tiempo para pensar. Su
pobreza lo había hecho creer que de esa manera cumplía con las recomendaciones
del médico. La compra de un frasco entero de Lipitor significaba demasiado para
su presupuesto mensual. Costaba algo más de cien soles.
Al año siguiente, llegué al Perú y me encontré con una buena noticia. El
medicamento antes referido había sido incluido dentro del programa de medicinas
genéricas que tiene el país, y a partir de ese momento se podía comprar la
receta de un mes por menos de cinco soles.
Algo parecido me ocurrió con los medicamentos destinados a tratar la
hipertensión. En la actualidad, se puede comprar una caja de cien tabletas de
Amlodipino por solo 10 soles.
Como bien se sabe, un paciente que tiene alto el colesterol y alta la
presión está en un serio peligro. Si no controla ambos problemas de salud,
puede sufrir en cualquier momento un ataque cardíaco, una apoplejía, un derrame
cerebral, una insuficiencia renal o algún otro trastorno de consecuencia
mortal.
Podemos decir por eso que la población de escasos recursos económicos
del Perú, o sea la gran mayoría, puede salvarse de ese peligro gracias a las Medicinas
Genéricas.
No obstante eso, la mala noticia que el TPP, el Acuerdo Transpacífico
por el que siente tanto interés en el actual gobierno peruano, puede hacer que
peligre el programa de medicinas económicas y poner en las manos -o en las
garras- de las grandes empresas farmacéuticas el precio de todas las que se
produzcan en el futuro.
Tanto algunos documentos filtrados por Wikileaks como las preocupaciones
expresadas por la Red Peruana de Globalización con Equidad nos muestran que esa
amenaza es prácticamente una realidad. Leamos:
“Concretamente, el texto filtrado por WikiLeaks sugiere que las
compañías farmacéuticas podrían prolongar y ampliar fácilmente sus patentes ya
existentes, lo que les permitiría patentar diferentes aspectos de sus
productos, como nuevos usos de un mismo ingrediente activo.
Tales prácticas autorizarían a extender el período de monopolio más allá
del plazo previsto de 20 años, mantener los precios elevados e impedir que
otros países produzcan y comercialicen los fármacos en la región del
Asia-Pacífico, explica RedGE., la red peruana de globalización con equidad.”
En nuestro país, la Ley de Productos Farmacéuticos, Dispositivos Médicos
y Productos Sanitarios, reconoce en sus artículos 3° y 27° el derecho
fundamental de las personas a la salud y el acceso a los productos
farmacéuticos y dispositivos médicos como parte del cuidado de la salud y
establece que “es deber del Estado asegurar la accesibilidad equitativa
a los productos farmacéuticos y dispositivos médicos esenciales, como bienes
públicos de salud, en relación con las necesidades de las poblaciones y de las
personas…”. “Asimismo, señala que el Estado dicta y adopta medidas para
garantizar el acceso de la población a los medicamentos y dispositivos médicos
esenciales…”
En consecuencia de todo esto, la ley existe, pero se convertirá en letra
muerta como puede ocurrir con millares de peruanos si, excedido por su
entusiasmo, el actual gobierno peruano deja de leer las cláusulas del TPP,
escritas en letra chiquita, y ofrece a las grandes empresas permiso para matar.
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