Dio razón a quienes decían que sobre gas no iba a lanzar falsedades.
En su afán de defender la criticada exportación del hidrocarburo de Camisea, el mandatario en su Mensaje a la Nación dijo una serie de falsedades, denuncian especialistas.
En su afán de defender la criticada exportación del gas de Camisea, el presidente Alan García no ha dudado en faltar a la verdad en su mensaje de Fiestas Patrias, señalaron analistas del mercado de Hidrocarburos y congresistas, quienes rechazaron que el estímulo de la venta al exterior haya permitido desarrollar el sector, como afirmó el primer mandatario.
“Por el contrario, fue al revés. El proyecto de exportación se aprovechó del proyecto de consumo interno”, aseguró el ex ministro de energía y Minas, Carlos Herrera, quien explicó que el proyecto exportador del gas de Camisea se terminó de financiar en el 2006, mientras que desde el año 2004 ya se había construido el poliducto, el gasoducto a la costa y la planta de separación en Las Malvinas (Cusco).
El ex ministro dijo que ahora se quiere hacer creer que la exportación es necesaria, cuando nunca lo fue. “El proyecto de exportación fue hecho para aprovechar que todo ya estaba invertido”, añadió, al recordar que inclusive el gasoducto a la costa fue pagado por los consumidores de Lima a través del concepto de Garantía de Red Principal en los recibos de energía eléctrica.
A diferencia del mensaje del año anterior, cuando aseguró que en la exportación del gas cusqueño se cometió delito, ayer el presidente García señaló sin parpadear que “el estímulo de la exportación fue utilizado positivamente para desencadenar los trabajos de perforación de pozos y el gasoducto”, provocando la indignación de algunos congresistas, así como de entendidos en el tema.
Inclusive dijo que sin la oferta para exportar el gas, ninguna empresa hubiera invertido 2,300 millones de dólares en ninguna planta de licuefacción, perforación de pozos y gasoducto, y se quejó además de que ahora se pide que el gas no se exporte “cuando sólo con ese estímulo hemos usado el gas por cinco años”.
García anunció que renegociará mejores condiciones de las regalías, y reconoció que el precio del gas para la exportación no fue adecuadamente fijado en el contrato original.
Manuel Dammert es uno de los analistas que salió de inmediato a rectificar lo dicho por el mandatario. Dammert dijo: “Es falso que la inversión en los lotes 88 y 56 de Camisea se realizó por el “incentivo de la exportación”, pues Shell descubrió los 8,8 TCF de reservas probadas de estos lotes, los entregó gratis al Estado y se firmó un contrato para abastecer el país en un horizonte permanente de 20 años, que fue ilegal y dolosamente cambiado para facilitar la exportación”.
Además, señaló que Repsol-Hunt realizó la inversión en la planta de fraccionamiento de Melchorita, tras el cambio proexportador del 2006, como parte de su plan empresarial de enviarlo a las plantas de regasificación de Chile.
También el investigador de la Universidad de San Marcos, Jorge Manco, coincidió en señalar que dicho consorcio realizó esa inversión luego de suscribir el contrato exportador, pero el riesgo y la inversión más importante ya había sido hecha por la empresa Schell.
“El problema no es la exportación, sino las condiciones en que se ha dado este contrato. Si se exporta el gas a precio vil, barato, mientras que el precio interno es caro, es justo que se pida la renegociación del contrato”, señaló Manco, quien discrepó también de la visión ofrecida por el primer mandatario sobre el crecimiento económico.
Consideró que ha sido demasiado optimismo de García, ya que gran parte del crecimiento económico de los últimos cinco años ha sido inducido por el contexto favorable internacional. El Perú, recordó, ya ha crecido en niveles de 7% en los años 50’, pero lo que hay que corregir es el modelo productor de materias primas con poco valor agregado que sigue caracterizando al país.
“Hubiese sido deseable que el presidente anuncie que en vez de exportar gas, vamos a exportar urea, nitratos de amonio, plásticos u otros productos industrializados del gas”, opinó.
DETALLE
Congresistas consultados también criticaron que el presidente siga utilizando la información presentada por la consultora Netherland, Sewell & Associates, Inc. (NSAI), contratada por el Ministerio de Energía y Minas, para alegar que el nivel de reservas es de 11 TCF (millones de pies cúbicos de gas), cuando el reporte no ha sido aceptado ni siquiera por el Consorcio Camisea, actual dueño de las reservas.
REACCIONES
Susana Vilca: Nada nuevo
“Sobre el gas, el mensaje no ha traído ninguna novedad. La exploración de los lotes 56 y 88 fue realizada por la Schell y entregada al Estado, mientras que el Consorcio Camisea no realizó mayor inversión y sólo se dedicó a explotar y producir esos pozos”.
Yonhy Lescano: Falta a la verdad
“García sigue mintiendo, utiliza el informe de Netherland, Sewell & Associates, Inc. como si fuera una gran verdad que tenemos 11 TCF de reservas, cuando los directivos de la misma consultora han reconocido que no hicieron una investigación de campo, sino de escritorio”.
Jorge Manco Zaconetti: Cuidado con Saba
“Está bien que se renegocien las regalías, pero causa preocupación que un funcionario como Daniel Saba esté al frente del equipo negociador, cuando no está capacitado ni técnica ni moralmente para desarrollar esa tarea. Tiene que explicar por qué no realizó esta renegociación”.
Carlos Herrera Descalzi: Proyecto espurio
“La exportación del gas es un proyecto espurio porque nació robándole al proyecto del mercado interno sus reservas y su gasoducto. Se acusa al gobierno anterior, pero ni la ley ni el contrato suscrito en la época de Toledo permiten que se exporte desabasteciendo el mercado interno”.
Manuel Dammert: Acción judicial
“En el Foro Soberanía Energética iniciaremos el 4 de agosto una acción judicial de Hábeas Data, para obtener los documentos públicos de las irregularidades del cambiazo proexportador de los lotes 88 y 56, y de los embarques realizados y comprometidos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario