DR. HUERTA SOBRE ALBERTO FUJIMORI: LA JUNTA MÉDICA HIZO BIEN AL DECIR
QUE NO TIENE EVIDENCIA CLÍNICA DE CÁNCER
Reconocido galeno brindó
declaraciones a canal de televisión.
Esta mañana el oncólogo Elmer
Huerta se pronunció, una vez más, sobre Alberto Fujimori, ex presidente preso
por corrupción, secuestro agravado y homicidio calificado; a propósito del
informe elaborado por la junta médica del INPE, en marco de la solicitud de
indulto humanitario efectuada por los hijos del reo.
“La junta médica ha hecho un
magnífico trabajo”, indicó Huerta a Primera Noticia, esto por decir “que
(Alberto Fujimori) no tiene evidencia clínica de la enfermedad”.
El médico hizo referencia a su
blog, donde indica algunos puntos del informe del ex jefe de Estado, donde
destaca lo siguiente:
“En resumen, el diagnostico de
la junta médica "Cáncer de lengua oral y displasia recurrente de lengua
oral operados, sin evidencia actual de enfermedad" significa en palabras
sencillas que el Sr. Fujimori ha sido operado de cáncer de lengua invasor y de
varias recaídas de displasias (lesiones pre-cancerosas) pero que en este
momento no tiene evidencia de cáncer”.
Añadió que el preso, si bien
no tiene “cáncer activo”, este tiene riesgo de aparecer en el futuro, pero
deberá controlarse con sus médicos.
Sobre la supuesta depresión
del paciente, indicada por los doctores, mencionó que “en medicina hay
opiniones” diferentes, “algunos serán de la idea que tiene una depresión un
poco más intensa” que otros.
Como se sabe, en opinión de
tres de los cinco médicos, Fujimori presentaría un cuadro de depresión con
riesgo suicida.
EXFISCAL AVELINO GUILLÉN:
DEPRESIÓN DE ALBERTO FUJIMORI NO ES CAUSAL PARA INDULTO
El exfiscal Avelino Guillén
sostuvo hoy lunes que el hecho de que el expresidente Alberto Fujimori,
condenado a 25 años de prisión, presente un cuadro depresivo no es causal
suficiente para insistir en que se le otorgue el indulto humanitario que lo
pondría en libertad.
"La depresión tampoco es
causal suficiente para el otorgamiento de un indulto humanitario, justamente
porque las propias recomendaciones de la junta médica indican que tiene que
continuar con su tratamiento psiquiátrico", indicó.
Guillén resaltó que el informe
emitido por la junta médica ha descartado el cáncer que sirvió como argumento
principal para que los hijos del exmandatario solicitaran el indulto
humanitario.
"En las conclusiones y
recomendaciones del informe médico resulta claro que el señor Fujimori no
califica para el otorgamiento de un indulto de carácter humanitario",
precisó.
Como se recuerda el reporte
médico, dado a conocer por Cuarto Poder, establece que Fujimori no presenta un
cuadro patológico de cáncer, con lo cual "queda desvirtuado el principal
argumento médico para el otorgamiento de una gracia presidencial", explicó
el exmagistrado.
LA DIGNIDAD DE JAVIER DIEZ CANSECO
La intención
de levantar una suspensión prepotente.
La decisión del congresista
Javier Diez Canseco, expresada a través de su familia, de rechazar el
levantamiento de la injusta suspensión que le aplicó un sector del Parlamento,
es consistente con la terca consecuencia de su vida política.
No tengo por qué dudar de la
buena fe de la congresista Luisa María Cuculiza cuando, ayer por la tarde,
sustentó en el pleno la moción para levantar la suspensión a Diez Canseco como
un acto de humanidad.
De paso, es una muy buena
noticia que los informes de los médicos que han evaluado a Fujimori, en el
marco de su pedido de indulto, hayan concluido que este no tiene cáncer, aun
cuando esa no sea una noticia que pareciera poner contentos a todos los
integrantes –incluida la familia– de su agrupación política.
De paso, también, cualquiera
que sea la voluntad del presidente Ollanta Humala –el único que tiene la
potestad del indulto–, esta debe tomarse y anunciarse sin ningún tipo de
amañamiento en la oportunidad. Si el gobierno actual quiere distinguirse del
fujimorismo, no debiera usar las armas que este practicaba.
Volviendo a Javier Diez
Canseco, la suspensión que le aplicaron por la supuesta intención de favorecer
el crecimiento del patrimonio de su hija, mediante un proyecto de ley sobre el
canje de acciones, fue injusta.
Esto nunca se probó. Pero,
peor aún, fue obvio que la sanción obedeció a una patraña organizada por un
sector deleznable del periodismo con la complicidad de un grupo de políticos
movido por la vendetta, con el único fin de golpearlo donde más podía dolerle,
sobre su honestidad.
Con Javier se puede discrepar
de muchas cosas pero no en el terreno de su afán por la moralización.
Diez Canseco fue suspendido
por 51 votos: 26 de sus antiguos enemigos políticos del fujimorismo, y 21 de
Gana Perú, el grupo con el que postuló al Congreso y que estaba molesto por su
posición frente a las decisiones políticas de Palacio de Gobierno.
Por los extraños movimientos
que hubo esa noche en la votación –ausencias y presencias inusuales–, Diez
Canseco señaló que detrás de la sanción estaba la primera dama Nadine Heredia.
La sanción fue injusta y, por
ello mismo, la voluntad de levantarla, especialmente cuando Javier Diez Canseco
está mal de salud, parece un aprovechamiento político, por lo que aceptarla
sería inaceptable e incongruente con su trayectoria política.
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