martes, 2 de abril de 2019

EXPERTO DESNUDA INTENCIONALIDAD DE ESTADOS UNIDOS EN “SACAR A TODO TIPO DE GOBIERNO DE IZQUIERDA DE LA REGIÓN”

ALEXANDER MAIN

Entrevistado por Jorge Gestoso, Alexander Main (Director de Política Internacional del Centro de Investigación en Economía y Política (CEPR), explicitó que “cualquier gobierno de izquierda para ellos es una amenaza”, lo que incluye a Bolivia y Uruguay particularmente en este año electoral. Para lograr su objetivo “tienen planes en marcha, que pueden ser clandestinos”.  Mail desarrolla su trabajo en CERP, una organización sin fines de lucro con sede en Washington, DC, monitoreando de cerca los acontecimientos económicos y políticos en América latina y el Caribe e interactúa con actores políticos y miembros de la sociedad civil de toda la región. Es entrevistado frecuentemente por los medios de comunicación internacionales y sus análisis han sido publicados en el New York Times, Foreign Policy, Los Angeles Times, the Hill, NACLA, Dissent, Página/12 y el Monde diplomatique. Este especialista tiene títulos en historia y ciencia política de la Universidad de la Sorbona en Francia.
Gestoso consultó expresamente por el caso de Uruguay
Jorge Gestoso: En el caso de Uruguay estamos hablando de un reciente informe en el que Argentina que tenía el salario mínimo más alto antes de Macri, pasó al 6to lugar y Uruguay está en primer lugar con un desarrollo sostenido, con instituciones sólidas, con un gobierno confiable, un gobierno de izquierda desde hace años. ¿Cómo van a hacer para tapar el sol con la mano? porque son ejemplo de éxito de gobiernos progresistas.
Alex Main: Tienen muchas herramientas y no podemos estar al tanto de todas ellas, tal vez en 20 años cuando se desclasifiquen los archivos de los servicios de inteligencia de Estados Unidos. Pero sabemos que existen operaciones a nivel de los medios de comunicación, sabemos que existe apoyo logístico y de asesoría a fuerzas de oposición. Esto está pasando en este momento. El gobierno de Estados Unidos está, sin dudas, ayudando tanto a los medios de comunicación privados de derecha como como a las fuerzas de oposición a montar una gran campaña muy fuerte. Pero además de eso pueden haber métodos clandestinos que pueden tomar varias formas como la de propuestas fomentadas, guerra cibernética, varios tipos de presión económica..
Main concluye la nota declarando en forma enfática “no hay duda que Estados Unidos está interviniendo de alguna manera en todos estos países, especialmente con las elecciones que vamos a tener este año tanto en Uruguay como en Bolivia.
WIKILEAKS: LA ESTRATEGIA DE EE.UU. PARA AMÉRICA CONTEMPLA ASALTOS A GOBIERNOS
La estrategia de la política exterior de EE.UU. incluye la posibilidad de lanzar asaltos en contra de Gobiernos electos de los países latinoamericanos que se oponen al establecimiento de regímenes neoliberales en Sudamérica. Así se desprende de los documentos de WikiLeaks estudiados por Alexander Main y Dan Beeton, del Centro para la Investigación Económica y Política con sede en Washington.
El verano pasado el mundo vio como Grecia trataba de oponerse al dictado de las instituciones internacionales que obligaban al país a aceptar un paquete de nuevas medidas de austeridad. El endeudado Estado griego no pudo negarse a cumplir las órdenes de la Troika de acreedores. Después del referéndum convocado por el Gobierno de Alexis Tsipras, el Banco Central Europeo privó a la economía griega de liquidez, lo que intensificó la recesión y convirtió en una farsa el resultado del voto popular, según la publicación de Alexander Main y Dan Beeton en la revista Jacobin.
Una batalla similar por la independencia de las naciones se ha estado llevando a cabo en Sudamérica durante los últimos 15 años, señalan los autores. A pesar de que Washington ha estado tratando de destruir la 'disidencia estatal' en varios países utilizando las mismas técnicas empleadas contra Atenas, la fortaleza de Latinoamérica soportó la presión. Esta "batalla épica" llevada a cabo principalmente a escondidas de los ojos de los ciudadanos fue reconstruida a través del archivo de documentos del Departamento de Estado de EE.UU. filtrado por WikiLeaks. Alexander Main y Dan Beeton ofrecen una interesante reconstrucción de estos acontecimientos en su libro: 'WikiLeaks: el mundo según el Imperio estadounidense'
Los autores argumentan que el neoliberalismo se impuso en América Latina antes de que Berlín y Bruselas humillaran a la democracia en Grecia. A través de la coacción ejercida por los 'Chicago Boys' [jóvenes economistas latinoamericanos que regresan a sus países después de estudiar en EE.UU.], Washington logró difundir en Sudamérica la austeridad fiscal, la desregulación, el "libre comercio", la privatización y la destrucción del sector público desde mediados de 1980. El resultado fue similar a lo que se vio en Grecia: "el estancamiento del crecimiento, el aumento de la pobreza, el deterioro de las condiciones de vida de millones de personas y una serie de nuevas oportunidades para los inversores internacionales y corporaciones multinacionales". Pero entonces los candidatos contra el régimen neocolonial comenzaron a ganar las elecciones y a ofrecer resistencia a la política exterior de EE.UU., poniendo en práctica sus promesas electorales de redistribución social y reducción de la pobreza.
De 1999 a 2008, estos candidatos ganaron las elecciones en Venezuela, Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia, Honduras, Ecuador, Nicaragua y Paraguay. Gran parte de los esfuerzos del Gobierno norteamericano para subvertir el orden democrático de estos países y volver a imponer el régimen neoliberal son ahora de dominio público gracias a las filtraciones de WikiLeaks que revelaron la verdad sobre la presidencia de George W. Bush y del comienzo de la presidencia de Obama. Washington prestó apoyo estratégico y material a los grupos de la oposición, algunos de los cuales eran antidemocráticos y violentos. Los cables también revelan la naturaleza de los emisarios ideológicos estadounidenses de la Guerra Fría que actualmente elaboran estrategias neocoloniales para Sudamérica. Los autores del libro afirman también que los medios de comunicación corporativos son parte de la estrategia expansionista.
El caso emblemático de Evo Morales en Bolivia 
A finales de 2005, Evo Morales ganó las elecciones presidenciales con la promesa de reformar la Constitución, garantizar los derechos de los indígenas y luchar contra la pobreza y el neoliberalismo. El 3 de enero de 2006, dos días después de su juramento, el nuevo presidente recibió al embajador estadounidense, David N. Greenlee, que le explicó la visión que la Casa Blanca tenía del futuro de Bolivia. La asistencia multilateral a Bolivia, según el embajador, dependía del "buen comportamiento" del Gobierno de Morales. "[El embajador] ha subrayado la importancia crucial de las contribuciones de EE.UU. a las instituciones financieras internacional claves como el Banco de Desarrollo Internacional (BID), el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI)", de los que dependía la supervivencia de Bolivia. "Cuando piense en el BID debería pensar en EE.UU.", dijo el embajador. "Esto no es un chantaje, es la simple realidad", recalcó. 
Cuando piense en el Banco de Desarrollo Internacional debería pensar en EE.UU. Esto no es un chantaje, es la simple realidad
Sin embargo, Morales, según los cables, mantuvo sus promesas electorales en materia de regulación de los mercados laborales, la nacionalización de los hidrocarburos y la cooperación con Hugo Chávez. En respuesta a estas acciones de Morales, Greenlee sugirió un "menú de opciones" para tratar de obligar a Bolivia a doblegarse a la voluntad del Gobierno de EE.UU. Algunas de estas medidas eran: vetar todos los préstamos multilaterales en dólares, posponer el plan de alivio de la deuda multilateral, desalentar la financiación de la Corporación del Desafío del Milenio (que pretende acabar con la pobreza extrema) y cortar el "apoyo material" a las fuerzas de seguridad bolivianas.
Pocas semanas después de asumir el cargo, Morales anunció la revocación del contrato de préstamo con el FMI. Años más tarde, Morales aconsejó a Grecia y otros países europeos endeudados a seguir el ejemplo de Bolivia y "liberarse económicamente del dictado del Fondo Monetario Internacional". El Departamento de Estado norteamericano reaccionó financiando a la oposición boliviana. Las fuerzas políticas opositoras de la región de la Media Luna comenzaron a recibir más ayuda. Según un correo datado en abril de 2007, la Cancillería de EE.UU. consideraba que la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) "debe fortalecer a los Gobiernos regionales como contrapeso al Gobierno central".
El Departamento de Estado de EE.UU. se tomó en serio la posibilidad de un golpe de Estado en Bolivia o del asesinato del presidente Evo Morales
El informe de 2007 de la USAID menciona unas 101 subvenciones por un total de 4.066.131 dólares "para ayudar a los Gobiernos departamentales a operar más estratégicamente. El dinero de la Casa Blanca también fue destinado a los grupos indígenas locales que estaban "en contra de la visión de Evo Morales de las comunidades indígenas". Un año más tarde, los departamentos de la Media Luna estaban en abierta rebelión contra el Gobierno de Morales y llamaban a un referéndum sobre la autonomía en el trasfondo de las protestas violentas que acabaron con la vida de al menos veinte partidarios del Gobierno.
Este intento de golpe de Estado fracasó bajo la presión del conjunto de presidentes de América del Sur, que emitieron una declaración conjunta de apoyo al Gobierno constitucional de Bolivia. EE.UU. siguió manteniendo comunicación constante con los líderes del movimiento separatista de la oposición. Según Alexander Main y Dan Beeton, contrariamente a su postura oficial durante los acontecimientos de agosto y septiembre de 2008, el Departamento de Estado de EE.UU. tomó en serio la posibilidad de un golpe de Estado en Bolivia o del asesinato del presidente Evo Morales. "[El Comité de Acción de Emergencia] junto [al Comando Sur de EE.UU.] desarrolla un plan de respuesta inmediata en caso de una emergencia repentina, como un intento de golpe de Estado o la muerte del presidente Morales", dice el correo de la Embajada de EE.UU. en La Paz. 
'Promoción de la democracia'. 
Algunos de los métodos de injerencia implementados en Bolivia se aplicaron también posteriormente en otros países con Gobiernos o fuertes movimientos de izquierda. Por ejemplo, después de la vuelta al poder de los sandinistas en Nicaragua en 2007, la Embajada de EE.UU. en Managua lanzó un programa de apoyo intensivo al partido derechista de la oposición, Alianza Liberal Nicaragüense (ALN).
'Amenaza bolivariana'
Durante la Guerra Fría, la supuesta amenaza de la Unión Soviética y la expansión del comunismo cubano sirvieron para justificar un sinnúmero de intervenciones políticas de EE.UU. con el objetivo de eliminar Gobiernos de izquierda e implantar regímenes militares de derechas. Del mismo modo, las filtraciones de WikiLeaks muestran cómo en la década de 2000 el fantasma del "bolivarianismo" venezolano fue utilizado para justificar la injerencia en asuntos de Gobiernos encabezados por líderes antineoliberales. De esa manera, Washington se dedicó a librar una lucha escondida con el Gobierno boliviano, "que había caído abiertamente en brazos de Venezuela" y el Gobierno de Ecuador, que realizaba la función de "portavoz de Chávez".
10 intervenciones de miedo de la CIA en Latinoamérica
ESTADOS UNIDOS DIRIGIÓ ATAQUES DE TODA ÍNDOLE CONTRA LÍDERES EN LATINOAMÉRICA Y EL RESTO DEL MUNDO QUE SE NEGABAN A ARRODILLARSE A SUS CAPRICHOS.
La CIA tiene una historia larga de intervenciones violentas en demasiados países alrededor del mundo. Utilizan a ONG disfrazadas de organizaciones para la democracia, libertad y desarrollo económico. Pero lo que hacen en realidad es sobornar a personas influyentes y claves dentro de los países que quieren explotar, ya sea por sus riquezas naturales, por su geografía estratégica o por sus posturas anti-estadounidenses.
Para lograr sus objetivos recurren al secuestro de líderes, incluyendo sociales, políticos, económicos y militares. De ser necesario, los asesinan. Si esto no funciona, se infiltran en los todos los rincones de la sociedad para causar desestabilización, incitar a la violencia y causar crisis sociales y económicas para provocar disturbios e irritación de los pueblos en contra de los gobiernos que quieren derrocar.
Todo está comprobado en documentos desclasificados o que se han filtrado a los medios. WikiLeaks, por ejemplo, ha hecho una gran labor de informar sobre estas operaciones con documentos que han obtenido de fuentes anónimas.
A continuación 10 grandes operaciones sucias de la CIA en Latinoamérica:
1. Guatemala en 1954
En 1944, la violenta y sangrienta dictadura de Jorge Ubico, apoyado por Estados Unidos, fue derrocado por un levantamiento popular, harto de las brutales injusticias. En realidad, el país había sido gobernado hasta ese momento por la The United Fruit Company, una compañía títere de Washington que tenía esclavizada a la población. Le arrebataron sus tierras a los campesinos y los obligaron a trabajar sus propias parcelas por migajas. El que no obedecía era brutalmente castigado por una fuerza policial a la orden de la presunta empresa agrícola estadounidense.
La tranquilidad volvió a Guatemala, pero duró 10 años solamente antes que el presidente Dwight Eisenhower implementara el plan para derrocar al gobierno. En 1954, la CIA lanzó PBSuccess. La capital guatemalteca fue bombardeada por aviones estadounidenses. El joven Ernesto Che Guevara le tocó ver la brutalidad de primera mano. Cientos de líderes campesinos fueron ejecutados por los títeres militares de Washington. Y entonces se vino la Guerra Civil Guatemalteca y muchas comunidades campesinas e indígenas mayas fueron masacradas. Al final de la intervención dirigida por la CIA habían muerto 200 mil personas. Las empresas estadounidenses volvieron a ser lucrativas en el país centroamericano y Washington estaba feliz.
2. Haití en 1959
Haití es igual de estratégico para Estados Unidos como lo son República Dominicana y Cuba, así que Washington no titubea cada vez que mengua su poder en la región caribeña. Por ningún motivo Estados Unidos permitiría que los gobiernos de la zona se inclinen hacia la izquierda, y de eso que no suceda se encarga la CIA. Claro, Cuba es un ejemplo de resistencia y desde 1959 se ha resistido a los embates estadounidenses. En 1959, en Haití un levantamiento popular surgió contra el brutal títere dictador de Estados Unidos, Francois Duvalier. La CIA lo impidió. Duvalier creó un ejército con apoyo de Washington para actuar con violenta represión en contra de comunidades provincianas. Duvalier y su hijo, Jean Claude Duvalier, quien heredó la dictadura, ordenaron masacres difíciles de describir por su profunda y sangrienta crueldad. Más de 100 mil personas fueron asesinadas. Cuando en 1986 se vino una rebelión incontrolable ahora sí, un avión de la Fuerza Aérea de Estados Unidos rescató a Jean Claude Duvalier y se lo llevó a vivir tranquilamente a Francia.
3. Brasil en 1964
El año 1964 fue un año de cambios increíbles en Brasil. El presidente democráticamente electo, Joao Goulart, implementó su “Plan Básico de Reforma”. Aunque Estados Unidos siempre ha basado su control sobre pueblos ajenos al suyo en mantenerlos en la ignorancia, había un cambio que de verdad le molestó: un reforma fiscal que menguaría las ganancias de las corporaciones multinacionales de Estados Unidos y sus aliados. Claro, también les molestaba que otra reforma devolvería tierras a sus dueños legítimos y repartiría otras a personas pobres.
Entonces, la CIA entró en acción y derrocó al gobierno de Goulart en 1964 e instaló una dictadura brutal más que duró 19 años. Durante el régimen, miles fueron torturados y cientos ejecutados. También se encargaron de eliminar a todos aquellos que tuvieran pensamientos izquierdistas, y en especial, marxistas.
4. Uruguay en 1969
Durante los sesenta, movimientos revolucionarios se esparcían por Latinoamérica. Uruguay estaba hundida en una crisis. Surgieron los enemigos más grandes de Estados Unidos en este país latinoamericano: los Tupamaros, una guerrilla revolucionaria urbana. José Mujica formaba parte de ella y su esposa Lucía Topolansky también. Washington se empeñó en detenerlos por la influencia y poder que estaba adquiriendo el grupo. Nelson Rockefeller fue a Uruguay para observar que efectivamente se extendía un sentimiento anti-yanqui y regresó a Washington para alertar que algo necesitaba hacerse con carácter de urgente. Y la CIA respondió enviando a su agente Dan Mitrione al país Sudamericano. Entrenó a las fuerzas policiales en tortura y otras cosas macabras, indescriptibles. Entonces, con ayuda de la CIA se instaló un dictadura militar a la orden de Juan María Bordaberry, quien gobernó Uruguay bajo instrucción directa de Washington durante 12 años. Mató a cientos de personas, torturaron a decenas de miles. La represión era tan brutal que los uruguayos tenían miedo hasta de bailar.

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