JUSTIFICANDO EL DELITO |
JUSTIFICANDO EL DELITO
http://www.youtube.com/watch?v=ot4uwbDjO44
Cuentan que la doctora
Baffigo, presidenta ejecutiva de EsSalud, se fue indignando tanto con la visión
del informe que el programa de Nicolás Lúcar presentó antes de entrevistarla,
que en la pausa le recordó que su institución estaba poniendo publicidad en el
canal. Evidentemente no hubo tiempo para que funcionara la amenaza y gracias a
eso vimos en directo una discusión sobre un tema que esta columna había tratado
hace algunos meses, sin lograr mayores reacciones.
Lúcar emplazó a la supuesta
estrella de la Seguridad Social (fue presidenta ejecutiva del IPSS entre
1997-1998, reemplazando a Luis Castañeda, durante el gobierno de Alberto
Fujimori), para que explique por qué había recontratado a varios funcionarios
que salieron de la institución luego de ocupar cargos de confianza y cobrar
indemnizaciones indebidas fingiendo un despido intempestivo, bajo el modelo del
expresidente de EsSalud Fernando Barrios, que fue uno de los grandes escándalos
del segundo gobierno de Alan García.
Uno de los angelitos era nada
menos que el secretario general, José Alberto Velarde Salazar, que tuvo el
mismo cargo hasta el año 2006, y se retiró para ocupar la gerencia legal de la
ONP, y fue indemnizado por “despido intempestivo” con 132,600 y una liquidación
total de 253 mil soles.
Baffigo contestó entonces con
dos adjetivos: lo que se había transmitido era un refrito y un material
amarillista para perjudicar su gestión. Sobre lo de fondo la doctora dijo cosas
que son en verdad inolvidables: (a) ¿Por qué los que se fueron no van a poder
regresar?, (b) todos tienen derecho a ejercer su vida laboral, (c) los ceses de
estas personas se produjeron por conclusión de vínculo laboral, es decir, no
fueron renuncias.
Vean ustedes que tenemos una
presidenta de la Seguridad Social, que justifica lo que el propio Barrios
reconoció como un error (horror) de su parte, por lo que devolvió el dinero
percibido. La complicidad total de las instancias administrativas es la única
explicación de que se buscara la fórmula de “concluirle” los contratos al
personal de la argolla de confianza para pagarles como despedidos, precisamente
en concordancia con las fechas en que cada uno de ellos se desplazaba a otro
lugar dentro de la administración pública.
Obviamente todas estas
personas abusaron de su posición, lo que ha sido señalado por la Contraloría de
la República, pero para Baffigo eso solo quiere decir que en el futuro ya no
habrá más “despidos” a pedido de los interesados. Es decir la trampa pertenece
al pasado y bienvenidos de nuevo los tramposos.
La presidenta de EsSalud ha
premiado el delito y hace apología del robo al Estado, mientras muchos
pensionistas de esa institución no logran cobrar lo que les adeudan. Los
médicos y trabajadores siguen reclamando mejores remuneraciones y 5 mil
burócratas dorados se embolsican las aportaciones de los asegurados.
Raúl Wiener
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