LIMA (Reuters)
- Para algunos es su potencial sucesora y la única figura fuerte del
oficialismo peruano para un nuevo período: Nadine Heredia, la esposa del
presidente Ollanta Humala.
Mensajera del Gobierno en las
provincias pobres del país y dueña de una popularidad que supera a la de su
propio marido, tanto sus admiradores como sus críticos la llaman
"copresidenta" y le piden que se pronuncie cada vez que ocurre algo
relevante en Perú.
Heredia, una telegénica mujer
de 36 años, insiste en que el sillón presidencial no figura entre sus planes, y
Humala acusa de machistas a los que dicen que tiene demasiada influencia en su
gestión.
Pero nadie niega que la
primera dama sea una figura política potente, y si se modifica una norma que le
prohíbe postular en el 2016, esta madre de tres niños y cofundadora de la
fuerza política que encumbró a su esposo podría ser la primera mandataria de la
nación.
Identificada con los
habitantes del interior, disfruta de liderar eventos que lucen como actos de
campaña, donde usualmente se refiere a sus raíces familiares en Ayacucho, una
provincia pobre de los Andes peruanos.
A la primera dama se la
percibe tan cómoda en las calles como en las portadas de revistas de sociedad
en vestidos de diseñadores. Y en muchas ocasiones opaca a su esposo.
Su nivel de aprobación del 60
por ciento supera por 7 puntos al del presidente, según un sondeo de Ipsos
Apoyo, un logro nada despreciable si se considera que las políticas económicas
en favor de la inversión y los programas sociales han convertido a Humala en el
mandatario más popular que ha tenido Perú en años.
"Muchos de ustedes quizá
son migrantes que han venido a buscar una nueva oportunidad en la capital, hay
que darnos la mano", dijo ante eufóricos residentes de Puente Piedra, un
distrito emergente en la periferia de Lima.
"Yo también soy hija de
migrantes y sé las peripecias que uno tiene que pasar", agregó en el
evento para promover la prevención del mosquito que causa el dengue.
El tema de la migración
interna está cargado de simbolismo en Perú, donde por décadas mestizos e
indígenas han dejado sus provincias en busca de oportunidades en Lima, que
alberga a una pequeña elite blanca.
En lo que para algunos sería
un "baño de masas", tras el discurso, Nadine, a secas, como la llaman
sus compatriotas, partió de la tarima principal hacia su próxima parada en un
mototaxi -una improvisada motocicleta de tres ruedas y techo muy común en
Perú-, adornada con globos.
El carácter reservado del
presidente y la habilidad de Heredia para conectar con la gente plantean un
dilema constante al Gobierno, consideran analistas, porque su exposición
reafirma su perfil de líder pero resta brillo al de Humala.
Casi todos de los más de 10
entrevistados para este artículo, desde legisladores y operadores políticos
hasta ex ministros y ciudadanos de a pie, la llamaron "la
presidenta".
Algunas menciones fueron
irónicas, otras inadvertidas, como le sucedió a la alcaldesa de Lima, Susana
Villarán, quien el año pasado la presentó como la presidenta durante la
ceremonia de encendido del árbol de Navidad.
Todos coinciden en que Heredia
es la principal asesora del Gobierno.
Pero cuando se le pregunta si
le interesa ser la candidata oficialista en los próximos comicios, Heredia
recurre casi siempre a dos frases: "No está en mi agenda" o que no ha
pensado en ello "ni por el rabillo del ojo".
Aunque nunca dijo
específicamente que no postulará.
Sus asesores dicen que no
abordará por el momento temas políticos y que no está pendiente de las
encuestas. Su rol es el de caminar junto a al presidente, ni delante ni detrás,
afirman.
PODEROSAS ADMIRADORAS
Nadine se ha ganado el respeto
de dos mujeres poderosas en América.
La ex secretaria de Estado de
Estados Unidos, Hillary Clinton, quien se prevé aspire a la candidatura
demócrata en el 2016, se encontró con Heredia durante el foro de desarrollo de
la mujer realizado en Lima en octubre pasado.
La reunión fue más allá de una
visita de cortesía, según un ex funcionario del Departamento de Estado.
"Siempre la he visto como
una fuerza influyente en la presidencia de su esposo. Es ampliamente percibida
como muy inteligente y una asesora clave con ambiciones políticas para
sucederlo, por lo que la reunión Hillary Clinton-Nadine Heredia fue natural,
más allá del protocolo", dijo a Reuters la fuente estadounidense que pidió
no ser nombrada.
La presidenta argentina,
Cristina Fernández, también ha tenido halagos para Heredia.
"Le hice un reproche (a
Humala) que no voy a omitir. Cuando lo vi caminar solo le pregunté: '¿Y Nadine
dónde está?'", dijo en noviembre en una visita de su par peruano a Buenos
Aires.
"Debo decir que Néstor
(Kirchner, el fallecido ex presidente argentino), que no era fácil de
impresionar, quedó muy impresionado por la figura de Nadine, la definió como un
verdadero cuadro político", agregó la mandataria.
La exposición de Heredia
crecería más allá de América, dado que su designación como embajadora especial
de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura
(FAO) le brindará una plataforma para sostener encuentros formales con
funcionarios extranjeros.
POLITICA
Nadine mostró interés en la
política desde sus días en la Universidad de Lima, donde estudió comunicaciones
y simpatizó con ideas de izquierda.
En 1999 se casó con Humala.
Integrantes de la misma familia -es prima de su suegra-, los futuros esposos se
conocieron cuando el actual mandatario acudió al padre de Heredia para pedirle
ayuda en temas de contabilidad, según reportaron medios.
Poco después, Humala lideró un
breve levantamiento para derrocar al por entonces alicaído presidente Alberto
Fujimori, y la asonada lo posicionó como un desafiante "outsider"
político.
Juntos fundaron el Partido
Nacionalista en el 2005 y un año más tarde Humala hizo su primer intento por
llegar a la presidencia con una plataforma izquierdista que asustó a los
mercados.
Tras la derrota, cuando Humala
trataba de moderar su discurso, una embarazada Heredia se sentó junto a él en
un almuerzo con analistas de Wall Street en la sede del J.P. Morgan para dejar
en claro que había suavizado sus ideas económicas, dijo un inversor que estuvo
en el encuentro.
Tuvo gran injerencia en la
decisión de designar al ortodoxo Luis Miguel Castilla como ministro de
Economía, según fuentes, un nombramiento que tranquilizó a los mercados que
temían al pasado radical de Humala cuando ganó la segunda vuelta presidencial
en junio del 2011.
"El Gobierno ha sido para
los empresarios una sorpresa positiva, yo tuve el privilegio de conocer al
presidente Humala y a Nadine antes de que sean presidentes", dijo Humberto
Speziani, jefe del gremio empresarial de Perú, sin percatarse de que a ambos
les adjudicó el mismo rol.
Nadine fue la primera en urgir
públicamente a Humala a que pida la renuncia de uno de sus dos vicepresidentes
por un supuesto caso de tráfico de influencias, y tuvo un lapsus que poco ayudó
a despejar las suspicacias que genera su presencia, y eventual interacción, en
la plana mayor del Gobierno.
"¿Dónde
está mi ministra?", preguntó en un evento el año
pasado mientras buscaba a la titular de Educación, Patricia Salas, quien rinde
cuentas a Humala.
Sus críticos dicen que ese
desliz evidenció un lado mandón poco visto en público y que podría ser la punta
del iceberg de otros excesos en su rol de primera dama.
Heredia ha sido acusada de
tener vínculos financieros con el Gobierno socialista del presidente
venezolano, Hugo Chávez. Sus críticos alegan que trabajó para una ONG peruana y
un periódico del país caribeño que estaban relacionados con aliados de Caracas,
denuncias que nunca fueron probadas.
Antiguos socios políticos
afirman que se ha inmiscuido en importantes asuntos de coyuntura.
Javier Diez
Canseco, un legislador de izquierda que el año pasado abandonó la coalición de
Humala, esgrimiendo que el presidente viró hacia la derecha, dijo que
Heredia interfirió en una votación en la que se le suspendió temporalmente de
su escaño mientras se definía si había un conflicto de interés.
"Tengo versiones de
personas que han recibido llamadas en nombre de o directamente de la primera
dama para votar en un sentido determinado", dijo Diez Canseco a Reuters.
Heredia llega a ser tan
influyente que muchos le exigen vía Twitter (@NadineHeredia) que defina la
posición oficial del Gobierno en los temas más calientes, sobre todo cuando
Humala elige el silencio, tal vez para no azuzar el polarizado ambiente
político que se vive en el país.
El mandatario adoptó un perfil
bajo tras asumir en julio del 2011, diciendo que se dedicaría a trabajar y no a
hablar. Desde entonces, ha aumentado sus apariciones públicas en las que habla
sin anotaciones, pero sin alcanzar la oratoria que caracterizaba a su antecesor
Alan García.
Mientras tanto, veteranos
políticos consideran que Heredia ya alzó vuelo.
"Perú
estaría en una situación mucho peor sin Nadine", dijo un ex
ministro del gobierno de García. "Humala está consciente de sus
limitaciones, por eso depende de ella", agregó.
Humala, cuyo polémico padre
llegó a decir en una ocasión que su nuera está "borrachita de poder",
la ha defendido afirmando que los que piensan que es muy influyente están
estancados en el pasado.
EL CAMINO AL
SILLON
La Constitución peruana
prohíbe a Humala intentar un segundo periodo consecutivo y una norma contenida
en la Ley Orgánica de Elecciones -criticada recientemente por Humala- impide la
postulación a la presidencia de parientes cercanos al mandatario en funciones.
Pero tanto el presidente del
Jurado Nacional de Elecciones (JNE) de Perú como el del Tribunal Constitucional
han coincidido en que el mismo JNE puede desactivar la directiva que bloquea
una eventual candidatura de Heredia si interpreta que la misma es contraria al
espíritu de la Constitución.
La norma puede ser modificada
en dos ámbitos: en un tribunal si se pide su interpretación, o en el Congreso.
Analistas políticos han
recomendado a Heredia que espere hasta la elección del 2021 para evitar
acusaciones de nepotismo, pero el oficialismo carece de figuras de reemplazo, y
si compite en el 2016 podría beneficiarse de los réditos por los proyectos
públicos realizados por Humala.
Una potencial rival de Heredia
sería Keiko Fujimori, hija del ex presidente Alberto Fujimori, actualmente en
prisión, y rival de Humala en la segunda vuelta que consagró al militar
retirado a la presidencia.
Keiko
Fujimori ha rechazado posibles cambios a la norma existente.
Pero el ex presidente Alan
García, de quien también se espera intente un tercer mandato en el 2016, ha
dicho que Heredia sería una formidable candidata.
"Se nota que tiene el
fuego de la política, que es fundamental, y que con tranquilidad y con la misma
sonrisa, puede llegar muy lejos", dijo el ex mandatario, quien derrotó a
Humala en la elección del 2006.
(Reporte adicional por Marco
Aquino en Lima y Brian Winter en Brasilia. Editado por Damián Wroclavsky.)
Reuters
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