SUSPENDIDA DIPUTADA EN EL CONGRESO PERUANO |
Cuando aún no se cumplía un
año de los luctuosos hechos de violencia que en el 2014 desarrolló la
organización terrorista “Voluntad
Popular” en Venezuela, el 12 del presente mes el gobierno de ese país
desarticuló un nuevo plan del mismo tipo que la organización iba a poner en
ejecución en febrero 2015 -de carácter mucho más demencial-.
Es de recordar que entre
febrero y abril 2014 esa organización desarrolló en todo el territorio
venezolano actos de terrorismo –“guarimbas”-
contra el gobierno y la ciudadanía de ese país, ocasionando en tan sólo 35 días
la muerte de 43 personas –una de nacionalidad chilena-, 876 heridos, y
destrucción de propiedad pública y privada por valor de 7 millones de dólares.
Las investigaciones realizadas
por las autoridades venezolanas llegaron a determinar que la autoría y
dirección de esos hechos correspondió a los ciudadanos venezolanos Leopoldo López y María Corina Machado, auspiciados por el gobierno de los EE.UU.
Estos dirigentes terroristas
presentan un copioso pasado de violencia política en el que destaca su activa
participación en el 2002 en el intento fallido por derrocar al ex presidente
constitucional Hugo Chávez, con el mismo patrocinio de Washington.
Los hechos violentos llevados
a cabo en esa tentativa, también contaron con un lamentable saldo de muertos,
heridos, y destrucción de propiedad pública y privada.
Desde abril 2014 los señalados
dirigentes terroristas se hallan encausados por la justicia venezolana a
consecuencia de los hechos violentos que lideraron ese año, encontrándose uno
de ellos –Leopoldo López- encarcelado con mandato de detención definitiva.
No obstante lo que a muchos
peruanos extraña –entre ellos a éste autor– es que desde el año 2013 el Congreso del Perú hubiere estado
manteniendo contactos oficiales públicamente con los dirigentes de esa
organización terrorista –Leopoldo López- (1).
Más asombró que en marzo 2014
el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso del Perú –Martín Belaúnde- recibiera con alfombra roja y honores a María Corina Machado, lugarteniente
de la organización que en el momento venía sitiando Venezuela con actos de
terror que buscaban intimidar a su gobierno y a la ciudadanía de ese país (2).
Y más aún sorprendió que en la
misma fecha, el congresista Belaúnde
viajara a Venezuela acompañando a la subversiva Machado para ofrecer “el
respaldo del Perú” a la organización que buscaba hacerse del poder en Venezuela
mediante hechos cruentos (3) (4).
Y en el colmo de la extrañeza
que a su retorno a Lima, esa “comisión” empezara a presionar al también
indefinido presidente Ollanta Humala, para que “condene internacionalmente” al
gobierno constitucional de Venezuela –el
mundo al revés-.
El plan recientemente
frustrado y desarticulado –febrero 2015- que los implicados llamaron “El Golpe Azul”, tenía como propósito
asesinar al mandatario venezolano –Maduro- y derrocar su gobierno a través de
acciones terroristas de mucho mayor alcance.
Las investigaciones que ha
adelantado hasta el momento la inteligencia de ese país, han sido difundidas a
la opinión pública internacional por el presidente de la Asamblea Legislativa
venezolana, Diosdado Cabello.
Ellas señalan como autores del
nuevo plan terrorista a los ciudadanos venezolanos Julio Borges –actual
diputado nacional-, Antonio Ledezma
–Alcalde en Caracas- y María Corina Machado
–reincidente-, siendo nuevamente el gobierno de EE.UU. el promotor.
Los terroristas ya detenidos
inculpan al diputado Julio Borges de ser quien en el plan estableció los
“objetivos tácticos” (once blancos urbanos) a ser bombardeados en Caracas por
un avión militar, “reforzando” el terrorismo que se desarrollaría en las
calles.
El bombardeo previsto sobre
edificios estatales –rodeados de viviendas urbanas- pretendía a la vez, arrasar las instalaciones de la Televisora
Internacional “Telesur TV” asesinando a sus 800 periodistas y destruyendo
sus trasmisores (5).
Partiendo del concepto que todo terrorismo es
abominable, entonces nos preguntamos:
-¿Por qué el Congreso del Perú condena a la organización tanática
“Sendero Luminoso” y extrañamente sin embargo, respalda oficialmente a una
organización terrorista foránea del mismo tipo?
-En criterio del Congreso del Perú, ¿qué hace “buena” a la organización
terrorista venezolana “Voluntad Popular” y sus líderes, cuando tan igual que
“Sendero Luminoso”, emplea los mismos métodos terroristas para imponer su
opuesta ideología de ultra derecha?
¿Qué estimula al Congreso del Perú a auspiciar a una organización
terrorista que agravia a un país de la región –Venezuela-UNASUR-, con el cual
por mandato constitucional se debe estrechar lazos que promuevan a la
integración regional?
-¿Por qué el congresista Martín Belaúnde llama “demócratas” a los
cabecillas terroristas venezolanos Leopoldo López y María Corina Machado?
-¿Se podría denominar de igual manera a los líderes senderistas Abimael
Guzmán y Elena Iparraguirre?; de ser negativo, ¿por qué no a éstos y por qué si
a los otros?
-¿Por qué el Congreso del Perú no ha investigado a la “gran prensa”
peruana que en febrero 2014 manipulaba con sus medios a la ciudadanía peruana
orientándola a creer que el terrorismo que se desarrollaba en Venezuela era
“bueno”?
-¿Se interpeló al propietario de esa “concentración de medios” para que
explique las razones de su sospechosa apología del terrorismo?
Esperamos que el Congreso del
Perú proporcione respuestas a las interrogantes que ha planteado su extraño accionar y pueda aclarar cuál es su
posición frente al terrorismo.
Está por demás suponer que en
adelante no se intente dar “buena” imagen a los “paladines” terroristas del
“Golpe Azul”, y menos aún, que la Comisión Relaciones Exteriores pretenda
viajar nuevamente a Venezuela a proporcionar “el respaldo del Perú” a “terroristas demócratas”, que
probablemente asesinarían a ciudadanos peruanos residentes en ese país.
¿Qué hay
sorpresas? ¡Claro que sí! Son entendibles en esta etapa de “indefiniciones”.
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