Escribe: Milciades Ruiz
El gobierno viene dando
manizuela a unos audios de soborno con el fin de desprestigiar la lucha del
Valle de Tambo contra la transnacional minera Southern mirando la paja en el
ojo ajeno y no las vigas en ojos propios. El soborno empresarial tiene formas visibles
e invisibles, directas e indirectas. En el Perú, el soborno a las autoridades
forma parte del costo de las inversiones. Algunas empresas pagan conferencias
de ex presidentes para cubrir desbalance patrimonial, otros financian campañas
electorales pero también aparecen como ayudas y convenios para el desarrollo a
fin de comprar alcaldes, gobernadores, ministros y otros.
Descripción: Descripción: http://cb24.tv/wp-content/uploads/2013/07/corrupci%C3%B3n.jpg
Hay pues, muchas formas oficiales de comprar conciencias y poderes. No es
casualidad que ministros de economía al
dejar el cargo pasen a ocupar altos cargos en el Banco Mundial, BID y Fondo
Monetario Internacional. Otros se
conforman con colocar su parentela en las empresas sobornadoras. Pero si alguien
recibe de empresas interesadas un obsequio, un favor, dinero, beneficio o
“apoyo”, en realidad está aceptando un soborno encubierto que lo compromete.
Los comprometidos están obligados a defender al sobornador.
Cuando el presidente Ramón
Castilla recibió como obsequio de cumpleaños un cañoncito de oro en miniatura
finamente labrado, dijo que había que tener cuidado con el regalo porque estaba
cargado y podría ser peligroso. En efecto, a los pocos días el presidente
anunció que el cañoncito había disparado aunque el tiro fue muy bajo: Un puesto
en aduanas. Esta “historia del cañoncito” sirvió de moraleja por mucho tiempo
pero ahora, se ha pasado del “perro del hortelano” a la santificación de la
inversión extranjera.
En el caso Tía María, para
tratar de imponer el proyecto minero de la Southern en el Valle de Tambo, el
gobierno designó un equipo de ministros encabezado por el ministro de
agricultura como interlocutores del Estado en el diálogo con los dirigentes de
los agricultores. Por su parte el presidente salió a decir que su gobierno no
defendía a las empresas. Sin embargo, en los hechos es todo lo contrario pues
está parcializado con una de las partes, la extranjera. No podríamos insinuar
que ha recibido algún regalo de la empresa pero si señalar lo siguiente:
El ministro de agricultura se
ha mostrado agresivo contra el movimiento agrario a pesar de ser gente de su
sector y debería defender al agro. El
asunto es que su actuación está condicionada por conflicto de intereses pues su
portafolio tiene un convenio con la Southern en la que esta, destina S/. 255
millones para la implementación del programa gubernamental “Agrominas” con
intermediación de la ONG “Invertir” una entidad incondicional que parasita
dicha empresa.
También tiene otro convenio
entre Antamina, la municipalidad Distrital de Cajacay y la Comunidad Campesina
de Cajacay: Proyecto “Construcción del Sistema de Riego Cushurococha-Huarco
curan- Cajacay“(S/. 33.8 millones).
Así mismo, convenio de
colaboración interinstitucional entre Agroideas (Ministerio agricult), Gobierno
Regional de Arequipa, Sociedad Minera Cerro Verde S.A.A. Con la minera
Buenaventura, el Proyecto Energía Desarrollo y Vida. También el “Programa de
capacitación de la Universidad ESAN en Arequipa, financiado por la
transnacional.
Convenio de Cooperación
Interinstitucional entre el SENASA y la compañía minera Xstrata Tintaya S.A.:
“Plan Sanitario Integrado de prevención y control de enfermedades en población
animal de los ámbitos de influencia de Minera Xstrata Tintaya, Provincia de
Espinar, Región Cusco” (S/. 635,024)
Saber dónde está la “madre del
cordero” nos ayuda a encontrar verdades. Como lo dijo en su oportunidad el
Viceministro de Políticas Agrarias (2013) Luis Zavaleta Remy, sobre Agrominas,
“este convenio se enmarca dentro de la estrategia que se viene desarrollando
para reducir las disputas entre agricultores y mineros”. Pero se hace esto con plata de la Southern. Y
ello no excluye que también, la estrategia de inversión extranjera contemple la
entrega de dinero por lo bajo a influyentes que resultan claves para sus
intereses.
Estos dineros que se reciben
como convenios u otras pantallas, condicionan también a los alcaldes y
gobiernos regionales que están comprometidos o enganchados y no quieren perder
las prebendas. Entonces se ven obligados a ceder soberanías y a ponerse a
disposición de las empresas corruptoras y a justificar a los depredadores con
argumentos falaces. Esto explica la presencia de alcaldes ajenos a la lucha del
valle Tambo en el bloque del gobierno y a favor de la empresa minera.
En Tacna, la Southern tiene
influencia en el distrito de Ibalaya donde está la mina Toquepala contando con
una licencia hídrica para explotar casi dos mil litros de agua por segundo de
la provincia de Candarave. Esto es posible porque tiene condicionadas a las
autoridades respectivas.
Hace unos meses, Daniel
Córdova, presidente de la ONG “Invertir” reveló que trabajaría como asesor
técnico en la administración de los 90 millones de dólares que la minera
Southern aportará al Gobierno Regional de Tacna. Entonces, no podemos esperar
que esta entidad tenga independencia para decidir su apoyo a los agricultores.
Los agricultores no tienen la barita mágica que crea defensores por dinero ni
el poder económico para comprar consciencias.
Podríamos decir entonces que
la escalada corruptora de la Southern tiene amplia penetración en diversos
niveles de gobierno estatal. Pero en el caso del conflicto por el proyecto Tía
María, el Ministro de Agricultura, al tener su cartera relaciones
comprometedoras con la Southern, quedaría descalificado para las tratativas.
Quizá si los periodistas se toman el trabajo de investigar podrían encontrar
otros compromisos económicos pactados en este ministerio y otros organismos del
gobierno.
Habría que detectar también
los funcionarios que le deben favores a dicha empresa, pero lo más probable es
que nunca se hará con la Southern lo que se viene haciendo con los casos
Orellana y Martín Belaunde porque los las empresas mediáticas tampoco lo permitirán.
La justicia no es igual para todos. Pero quizá baste lo señalado para ver la
catadura moral del gobierno que explican la conducta política del mismo y el
carácter de nuestra “democracia”. La corrupción es producto del sistema en las
actuales condiciones.
Solo así se explican las
actitudes políticas de muchos influyentes que por parasitar a las mineras,
directa o indirectamente, se ponen del lado de estas. Viven de la carroña que
les arrojan las transnacionales y por consiguiente, no pueden ser solidarios ni
con la lucha de los campesinos ni con la patria. Ahora se comprende mejor la
actuación de la gobernadora de Arequipa que no está del lado de su gente sino
en el otro lado creyendo quizá que es mejor para el desarrollo de su región, ya
que nada puede recibir de los agricultores pero si mucho de la transnacional.
Entonces, si las diversas
instancias de gobierno reciben dinero que otorga la Southern bajo diversas
modalidades aparentemente lícitas, lo que resulta de ello es una explicable
lógica de parcialización con esa empresa y no hay capacidad moral para
contradecirla. Si el gobierno ya está comprometido también puede ser
chantajeado temiendo que por otros tratados internacionales apliquen sanciones
de indemnizaciones por supuestos beneficios truncos debido a la falta de
protección de sus inversiones.
Para la empresa sin embargo,
la crisis del valle de Tambo se resuelve con dinero cuando las balas no son
suficientes. Entonces ya ha destinado grandes sumas de ablandamiento para
quebrantar la voluntad de lucha de los agricultores. Ofrece reparar las
pérdidas que hayan sufrido los campesinos a causa el conflicto, crear un fondo
en previsión de riesgos contaminantes, ayudar a construir represas de agua para
el valle y otras ofertas irresistibles.
Estas dádivas han dado
resultado en otros lugares donde las empresas han logrado corromper dirigentes
y anular las luchas iniciales. Ojalá los agricultores tambeños no se dejen
comprar con estas tentadoras ofertas y conserven la honestidad de la lucha por la
que han muerto algunos de ellos. En perspectiva, la lucha de los agricultores
del Valle de Tambo es también contra la corrupción disfrazada, contra la
inmoralidad de las autoridades y contra el soborno social en propias filas.
Vivimos en una etapa histórica
en que la corrupción es la peor enemiga de la humanidad. De nosotros depende
evitar que triunfe.
Mayo 2015
Otra información en https://republicaequitativa.wordpress.com/
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