jueves, 2 de abril de 2015

OTRA LECTURA DE LA CENSURA POLÍTICA



LA MAYORÍA LA CONSIDERAN, PERO...LA CENSURARON

Escribe: Milciades Ruiz               
Los acontecimientos políticos no se producen de forma aislada. Tienen antecedentes y consecuencias porque los procesos políticos son como los procesos químicos, físicos, biológicos y otros que se configuran cuando entran en acción los reactivos que los condicionan. De allí que, la lectura de sucesos como la destitución del gabinete Jara por parte del Congreso de la República tampoco debería ser de manera aislada. Hay un trasfondo y hay tendencias que conviene tener en cuenta porque allí no termina el proceso.
Descripción:
Para nuestro pueblo, el enfrentamiento político que derivó en la destitución del gabinete ministerial es un lío entre blancos. No se siente parte del problema porque igual tiene que salir a trabajar para sostener a la familia. Es la misma imagen que la población nativa del Tahuantinsuyo, tenía del enfrentamiento por la independencia del virreinato que sostenían los españoles sudamericanos contra los españoles peninsulares realistas porque de ambos, recibía cruel opresión.
Esta vez, un gobierno que siempre ha recibido el apoyo de la derecha por su traición a la izquierda se encuentra traicionado por los partidos derechistas.  Descaradamente le han hecho saber que el problema no es la señora Jara ni el reglaje sino demostrarle  muy claramente que el poder lo tienen ellos y que se debe gobernar bajo la aprobación de dichos partidos.
La figura política es que Ollanta se ha quedado solo, repudiado por la izquierda y por la derecha. Utilizó a la izquierda para su propio interés y la traicionó, pero a su vez el traidor ha sido utilizado por la derecha para el interés de esta y se ve traicionado por ella. Las traiciones políticas tienen su historia que nos permiten ver más allá del momento.
Sucede esto precisamente cuando el Movimiento de Izquierda Revolucionaria-MIR y el Ejército de Liberación Nacional- ELN, conmemoran el 50 aniversario de la insurgencia guerrillera en el Perú, que fue un episodio épico de respuesta a la degradación política y moral de la república oligárquica indiferente al clamoroso reclamo popular de justicia social. En esa época también la traición imperaba en el Congreso de la República y la indignación condujo a la lucha armada.
Tras las elecciones de 1963 el Partido Aprista Peruano se había aliado con el partido de su mayor enemigo político, el general Manuel A. Odría, que tanto sufrimiento había causado en la persecución y encarcelamiento de apristas. El propósito de este pacto político llamado de “superconvivencia” era tener mayoría en el Congreso de la República para ejercer dominio sobre el Ejecutivo presidido por Fernando Belaunde.  Era un motivo más para que los apristas rebeldes que ya eran disidentes, resolvieran alzarse en armas repudiando este pacto político.
Todas las reformas, incluyendo la reforma agraria eran saboteadas por la oposición Apra/Uno. Pero los campesinos cansados de esperar la prometida reforma agraria optaron por invadir las haciendas y recuperar sus tierras. Maniatado por la oposición, el gobierno no podía contener el desborde campesino. Fue entonces que a fines de Diciembre de 1963, dicha alianza contra natura en contubernio con las demás fuerzas derechistas censuraron al gabinete presidido por Óscar Trelles, acusándolo de debilidad frente a la agitación social campesina. Querían represión sangrienta.
Ahora también, el aprismo en alianza  soterrada con el fujimorismo (que persiguió a Alan García hasta su asilo en Colombia en 1992) y demás fuerzas de derecha han censurado al gabinete Jara porque el gobierno en vez de reprimir drásticamente, cede ante los movimientos  de los afectados por la contaminación que ocasionan los proyectos extractivos.
Erróneamente, consideran que la agitación campesina es la culpable de la retracción de los proyectos de inversión en curso, olvidando que la causa es la crisis internacional. Critican la falta de mayor represión para poner orden en las convulsiones sociales de Pichanaqui, Andahuaylas, Cusco, Apurímac, Cajamarca y lo que rebasó su paciencia fue el anunció el retiro del proyecto “Tía María” que según la Southern Copper Corporation era por “falta de decisión de las autoridades”.  Es decir, por falta de mano dura para reprimir a los agricultores reclamantes.
Al igual que en 1963, se acusa al gobierno de debilidad, de inacción y de falta de autoridad. Quieren un gobierno al estilo fujimorista. Claman por una represión sangrienta contra los “antimineros”, contra los agricultores que defienden su ecología y su supervivencia.
Pero esta censura política que se presta a toda clase de comentarios no se resuelve cambiando de gabinete. Hay una nueva correlación de fuerzas cuya alianza puede prevalecer en las próximas elecciones. El fujimorismo ha cobrado venganza contra quien dijo que esta agrupación salió de la cloaca pero la derecha en todas sus variantes ha salido fortalecida y ha demostrado su compatibilidad ideológica para actuar conjuntamente en defensa de los intereses capitalistas.
La atmósfera política creada por la derecha mediática se refleja ya en las encuestas políticas que arrojan predominancia de los grupos adversos a los intereses populares y si esto se traduce en el nuevo gobierno entonces se cierne sobre nuestro pueblo un sombrío panorama de intolerancia y la represión sangrienta.
De allí la importancia de luchar contra la marginación política de las fuerzas populares establecida en el régimen electoral fraudulento que ocasiona inequidades de representación en el Congreso de la República y una seudo democracia con todos los vicios que nuestro pueblo repudia.
Pero el adagio popular dice que “no hay mal que por bien no venga” y si reflexionamos sobre lo que se viene quizá ayude a despejar nuestra mente y podamos vencer a nuestras intransigencias para que de manera incondicional sin pedir nada para sí, nos desprendamos de nuestras expectativas personales y facilitemos urgentemente la unidad de los socialistas en la tarea de forjar el poder popular. El peligro puede ser factor de unión.
Es necesaria una revolución en nuestras filas para lograr el cambio cualitativo y cuantitativo. Renovación de planteamientos ideológicos, de organización, de métodos de trabajo, de mensajes y de liderazgo. Es preciso dialogar sin distingos de membretes, prepararse, organizarse y desarrollar mucho trabajo político con la mística de nuestros valores ideológicos. Tenemos que advertir a nuestro pueblo del peligro político que se avecina y de la necesidad de levantar defensas. Si no lo hacemos, el huayco derechista nos arrasará.
Marzo 2015
VOTACIÓN DE LA CENSURA
BANCADAS
CURULES
SI
NO
ABST.
AUSENT.
Gobierno
33
1 (*)
27

5
Fujimorismo
35
34


1
Toledismo
11
1
9

1
Acción Popular/Frente Amplio
9
6
1

2
Concertación Parlamentaria
9
8


1
Dignidad y Democracia
8
7


1
P. Popular C. /Alianza Para el Progreso
7
6


1
Solidaridad Nacional
7
6


1
Unión Regional
6
2
4


Independientes
5
1

2
2
   T O T A L
130
72
41
2
15

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