LA MAYORÍA LA CONSIDERAN, PERO...LA CENSURARON |
Escribe: Milciades
Ruiz
Los acontecimientos políticos
no se producen de forma aislada. Tienen antecedentes y consecuencias porque los
procesos políticos son como los procesos químicos, físicos, biológicos y otros
que se configuran cuando entran en acción los reactivos que los condicionan. De
allí que, la lectura de sucesos como la destitución del gabinete Jara por parte
del Congreso de la República tampoco debería ser de manera aislada. Hay un
trasfondo y hay tendencias que conviene tener en cuenta porque allí no termina
el proceso.
Descripción:
Para nuestro pueblo, el
enfrentamiento político que derivó en la destitución del gabinete ministerial
es un lío entre blancos. No se siente parte del problema porque igual tiene que
salir a trabajar para sostener a la familia. Es la misma imagen que la
población nativa del Tahuantinsuyo, tenía del enfrentamiento por la
independencia del virreinato que sostenían los españoles sudamericanos contra
los españoles peninsulares realistas porque de ambos, recibía cruel opresión.
Esta vez, un gobierno que
siempre ha recibido el apoyo de la derecha por su traición a la izquierda se
encuentra traicionado por los partidos derechistas. Descaradamente le han hecho saber que el
problema no es la señora Jara ni el reglaje sino demostrarle muy claramente que el poder lo tienen ellos y
que se debe gobernar bajo la aprobación de dichos partidos.
La figura política es que
Ollanta se ha quedado solo, repudiado por la izquierda y por la derecha.
Utilizó a la izquierda para su propio interés y la traicionó, pero a su vez el
traidor ha sido utilizado por la derecha para el interés de esta y se ve traicionado
por ella. Las traiciones políticas tienen su historia que nos permiten ver más
allá del momento.
Sucede esto precisamente
cuando el Movimiento de Izquierda Revolucionaria-MIR y el Ejército de
Liberación Nacional- ELN, conmemoran el 50 aniversario de la insurgencia
guerrillera en el Perú, que fue un episodio épico de respuesta a la degradación
política y moral de la república oligárquica indiferente al clamoroso reclamo
popular de justicia social. En esa época también la traición imperaba en el Congreso
de la República y la indignación condujo a la lucha armada.
Tras las elecciones de 1963 el
Partido Aprista Peruano se había aliado con el partido de su mayor enemigo
político, el general Manuel A. Odría, que tanto sufrimiento había causado en la
persecución y encarcelamiento de apristas. El propósito de este pacto político
llamado de “superconvivencia” era tener mayoría en el Congreso de la República
para ejercer dominio sobre el Ejecutivo presidido por Fernando Belaunde. Era un motivo más para que los apristas
rebeldes que ya eran disidentes, resolvieran alzarse en armas repudiando este
pacto político.
Todas las reformas, incluyendo
la reforma agraria eran saboteadas por la oposición Apra/Uno. Pero los
campesinos cansados de esperar la prometida reforma agraria optaron por invadir
las haciendas y recuperar sus tierras. Maniatado por la oposición, el gobierno
no podía contener el desborde campesino. Fue entonces que a fines de Diciembre
de 1963, dicha alianza contra natura en contubernio con las demás fuerzas
derechistas censuraron al gabinete presidido por Óscar Trelles, acusándolo de
debilidad frente a la agitación social campesina. Querían represión sangrienta.
Ahora también, el aprismo en
alianza soterrada con el fujimorismo
(que persiguió a Alan García hasta su asilo en Colombia en 1992) y demás
fuerzas de derecha han censurado al gabinete Jara porque el gobierno en vez de
reprimir drásticamente, cede ante los movimientos de los afectados por la contaminación que
ocasionan los proyectos extractivos.
Erróneamente, consideran que
la agitación campesina es la culpable de la retracción de los proyectos de
inversión en curso, olvidando que la causa es la crisis internacional. Critican
la falta de mayor represión para poner orden en las convulsiones sociales de
Pichanaqui, Andahuaylas, Cusco, Apurímac, Cajamarca y lo que rebasó su
paciencia fue el anunció el retiro del proyecto “Tía María” que según la
Southern Copper Corporation era por “falta de decisión de las autoridades”. Es decir, por falta de mano dura para
reprimir a los agricultores reclamantes.
Al igual que en 1963, se acusa
al gobierno de debilidad, de inacción y de falta de autoridad. Quieren un
gobierno al estilo fujimorista. Claman por una represión sangrienta contra los
“antimineros”, contra los agricultores que defienden su ecología y su
supervivencia.
Pero esta censura política que
se presta a toda clase de comentarios no se resuelve cambiando de gabinete. Hay
una nueva correlación de fuerzas cuya alianza puede prevalecer en las próximas
elecciones. El fujimorismo ha cobrado venganza contra quien dijo que esta
agrupación salió de la cloaca pero la derecha en todas sus variantes ha salido
fortalecida y ha demostrado su compatibilidad ideológica para actuar
conjuntamente en defensa de los intereses capitalistas.
La atmósfera política creada
por la derecha mediática se refleja ya en las encuestas políticas que arrojan
predominancia de los grupos adversos a los intereses populares y si esto se
traduce en el nuevo gobierno entonces se cierne sobre nuestro pueblo un sombrío
panorama de intolerancia y la represión sangrienta.
De allí la importancia de
luchar contra la marginación política de las fuerzas populares establecida en
el régimen electoral fraudulento que ocasiona inequidades de representación en
el Congreso de la República y una seudo democracia con todos los vicios que
nuestro pueblo repudia.
Pero el adagio popular dice
que “no hay mal que por bien no venga” y si reflexionamos sobre lo que se viene
quizá ayude a despejar nuestra mente y podamos vencer a nuestras
intransigencias para que de manera incondicional sin pedir nada para sí, nos
desprendamos de nuestras expectativas personales y facilitemos urgentemente la
unidad de los socialistas en la tarea de forjar el poder popular. El peligro
puede ser factor de unión.
Es necesaria una revolución en
nuestras filas para lograr el cambio cualitativo y cuantitativo. Renovación de
planteamientos ideológicos, de organización, de métodos de trabajo, de mensajes
y de liderazgo. Es preciso dialogar sin distingos de membretes, prepararse,
organizarse y desarrollar mucho trabajo político con la mística de nuestros
valores ideológicos. Tenemos que advertir a nuestro pueblo del peligro político
que se avecina y de la necesidad de levantar defensas. Si no lo hacemos, el
huayco derechista nos arrasará.
Marzo 2015
VOTACIÓN DE LA CENSURA
BANCADAS
|
CURULES
|
SI
|
NO
|
ABST.
|
AUSENT.
|
Gobierno
|
33
|
1 (*)
|
27
|
5
|
|
Fujimorismo
|
35
|
34
|
1
|
||
Toledismo
|
11
|
1
|
9
|
1
|
|
Acción Popular/Frente Amplio
|
9
|
6
|
1
|
2
|
|
Concertación Parlamentaria
|
9
|
8
|
1
|
||
Dignidad y Democracia
|
8
|
7
|
1
|
||
P. Popular C. /Alianza Para el
Progreso
|
7
|
6
|
1
|
||
Solidaridad Nacional
|
7
|
6
|
1
|
||
Unión Regional
|
6
|
2
|
4
|
||
Independientes
|
5
|
1
|
2
|
2
|
|
T O T A L
|
130
|
72
|
41
|
2
|
15
|
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