OBAMA
CHILLA PORQUE PUTIN LE MARCÓ LA CANCHA
El gobierno de Vladimir Putin ha ordenado a sus aviones que bombardeen
posiciones del terrorista Estado Islámico (ISIS) en aquel país. El presidente
obtuvo la autorización del Congreso en Moscú, luego que el mandatario sirio
Basher al Assad solicitara esa ayuda militar. Y con esa “luz verde”, Putin
autorizó esas misiones aéreas.
VLADIMIR
PUTIN, EL FANTASMA QUE OBSESIONA A EEUU .
Por
Emilio Marín.
Aviones rusos y tropas iraníes ayudan al presidente
Al Assad. A Washington no le gusta que Moscú intervenga en Siria. Estados Unidos y sus aliados de la OTAN y
monarquías árabes están disgustados por la intervención rusa en Siria. Vladimir
Putin, a pedido del presidente sirio, está bombardeando a los terroristas de ISIS. Irán también ayuda a Damasco.
La novedad en Siria es que el gobierno de Vladimir
Putin ha ordenado a sus aviones que bombardeen posiciones del terrorista Estado
Islámico (ISIS) en aquel país. El presidente obtuvo la autorización del
Congreso en Moscú, luego que el mandatario sirio Basher al Assad solicitara esa
ayuda militar. Y con esa “luz verde”, Putin autorizó esas misiones aéreas que
partieron de la ciudad de Latakia, cercana al Mediterráneo. Allí cerca está la
única base naval rusa en ese mar, en Tartús.
El 30/9 fue el debut de esos bombardeos, que
continuaron en los días siguientes. Esa intervención militar iba a agradar a
quienes la solicitaron -el gobierno de Siria y la población que se siente
representada- y provocar críticas de la administración Obama y los gobiernos
aliados en la OTAN, más Arabia Saudita, Qatar, Turquía y otros gobiernos que
sintonizan la onda de Washington.Los aviones rusos destruyeron varios campamentos terroristas y depósitos de armas, imponiendo algunas bajas al ISIS que ha proclamado un califato desde Irak hasta Siria. El ministerio ruso de Defensa afirmó: “el 1 de octubre, los (caza bombarderos) Su-34 realizaron bombardeos contra un campo de entrenamiento cerca de la región poblada de Mahdan Jadid, así como contra un centro de mando encubierto cerca de Qasert-Faraj, al suroeste de Raqqa”.
De palabra la mayor parte de los países del mundo
viene cuestionando el accionar de la organización que decapita a sus rehenes y
lo publicita en un circo mediático mundial. Se sabe de sus horrendos crímenes
en Irak y Siria contra cristianos, yazidíes e islámicos chiítas. Incluso
monumentos distinguidos por la Unesco como patrimonio de la humanidad han sido
objeto de demoliciones, como en Palmira.
Sin embargo, en vez de apreciar el resultado
positivo de la acción rusa contra ese flagelo terrorista disfrazado de pura
religión, los socios de la OTAN lo han criticado.
Como denunció Putin, una conjura mediática de esos
detractores hizo que los cables de agencias denunciando víctimas civiles tras
los vuelos rusos empezaron a distribuirse antes que los Su-34 salieran de
Latakia. Operación mediática, que le llaman…
Por qué la OTAN sí y Rusia no
El secretario de Estado John Kerry y aliados suyos
atlantistas emitieron un comunicado que criticó el proceder ruso. Estados Unidos
tiene una coalición de 65 miembros que adhiere a su política sobre qué hacer en
Siria. Los más importantes, Reino Unido, Francia, Alemania, Qatar, Arabia
Saudita, Turquía y EE UU, rubricaron desde Ankara, Turquía, el comunicado que
acusa a Moscú de bombardear a población civil en vez de hacerlo sobre el Estado
Islámico.
Putin desmintió esa acusación.
Su canciller Serguei
Lavrov, al ratificar los operativos aéreos, pidió que sus detractores
presentaran pruebas de que los aviones rusos hubieran dañado a civiles
ajenos a la contienda. Hasta el momento ni esos gobiernos ni entidades que
trabajan a su servicio, como el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos,
con base en Londres, han podido ofrecer esas pruebas. Más, ese Observatorio
debió admitir que el grupo terrorista había tenido 12 bajas, entre ellos dos
líderes.
Rusia proveyó imágenes de los blancos que había
atacado en una treintena de misiones en dos días, con algunos de los 32 aviones
que tiene en Latakia.
Lo llamativo es que desde 2014 esa coalición armada
por el Pentágono viene bombardeando partes de Siria, sin ninguna autorización
de su gobierno. O sea que esas potencias se arrogan el derecho de bombardear
sin permiso del país en cuestión, pero cuestionan que Damasco pida a Moscú
ayuda para bombardear bases terroristas.
Quiénes son terroristas
El equívoco es que con la misma denominación de
“terroristas” se están aludiendo a fuerzas distintas.
Para EE UU y sus aliados monárquicos árabes,
“terrorista” es el presidente Al Assad, un vulgar “dictador” que merece ser
sacado por la fuerza. Y esta no es la opinión de Moscú y Teherán; tampoco lo es
de una buena parte de la población siria, tema que se abordará seguidamente.
El presidente sirio y sus aliados ha tenido una
posición coherente, de denunciar a los grupos terroristas que operan en
su país: el ISIS, la brigada Al Nusra (rama de Al Qaeda) y el llamado Ejército
Libre de Siria (ELS). Estas organizaciones tuvieron siempre financiamiento,
logística y cobertura política de las potencias occidentales que apoyaron el
levantamiento armado de 2011 contra Al Assad. Y las advertencias de éste fueron
acertadas: “están apoyando al terrorismo internacional”, les planteó más de una
vez, desde 2011 a la fecha.
Cuando ISIS consolidó posiciones en Irak y Siria, y decapitó periodistas
extranjeros, y alentó grupos similares que actuaron en otros países (Francia),
recién entonces Obama modificó parcialmente su enfoque para la región. Allí le
apareció la necesidad de buscar ciertos acuerdos con Rusia, Irán y China, para
contener la expansión de aquel fenómeno.
Lo hizo sin autocrítica respecto a su apoyo
anterior al terrorismo en Siria y sin cambiar su prédica guerrerista para sacar
del poder a Al Assad.
Al imperio le dolió mucho que los aviones rusos
atacaran bases de los terroristas, algunos de los cuales fueron y/o son aliados
suyos. “Los ataques (rusos) iniciales fueron realizados contra individuos y
grupos financiados y entrenados por nuestra CIA” declaró a la cadena CNN el
senador republicano John McCain.
La agencia Reuters recogió declaraciones de Hassan
Haj Ali, jefe del grupo Liwa al-Jabal Suqour, que forma parte del Ejército
Libre de Siria. Dijo que uno de los objetivos atacados por Rusia fue la base de
su sector en la provincia de Idlib, golpeada por 20 misiles en dos ataques separados.
Reuters añadió: “Sus combatientes habían sido entrenados por la CIA en Qatar y
Arabia Saudita, como parte de un programa de Washington dirigido a apoyar a los
grupos que se oponen tanto EI como Al-Assad”. Khaled Khoja, presidente de
opositora Coalición Nacional Siria también deploró la “agresión militar rusa”.
Los aviones rusos bombardean bases terroristas en
la ciudad de Raqqa, un bastión de EI, y otras en las provincias de Idlib, Hama y Alepo. Y es
seguro que además de pegar duro sobre ese grupo y Al Nusra, también hayan
afectado al Ejército de Al Aza y otras organizaciones del ELS, que Washington
juzga como “buenos” y suyos. El dicho argentino es: hay que pegarle al chancho
para que aparezca el dueño. El senador McCain dijo que el chancho es de ellos…
Es un dictador Al Assad o un presidente
El lugar común de los gobernantes imperialistas (y
los regímenes monárquicos, más la represiva Turquía) es que Al Assad es un
“tirano”, como esta semana lo llamó Obama en la ONU. Es una forma falsa y superficial de presentar el conflicto.
El problema que tienen las potencias con Siria no
arranca con el actual mandatario sino antes, con su padre Hafez. Y más allá de
cuestiones democráticas formales, el fondo del asunto es que estos gobiernos no
fueron dóciles con el imperialismo, tuvieron enfrentamientos con el Israel
sionista que aún le usurpa las alturas del Golán (arrebatadas en la Guerra de
1967) y fueron y son aliados de Moscú.
Esas características sirias se mantienen hoy, pues
en Medio Oriente tiene posición muy diferente a las monarquías mencionadas. Su
alianza política es con Irán, el Líbano de Hizbollah y durante mucho tiempo con
Hamas, de Gaza. Un reflejo de esto es que, además de los aviones rusos que
vinieron en su auxilio, Al Assad habría recibido la ayuda de centenares de soldados
persas dispuestos a combatir junto a su ejército en contra de ISIS, para
recuperar parte del territorio. Sería un complemento ideal porque Putin ha
dicho que no piensa enviar tropas para actuar en el terreno; habrá aviones
rusos y ejército sirio con ayuda iraní en infantería.
Philip Breedlove, comandante general de la OTAN,
denunció que Rusia colocó baterías de misiles antiaéreos SA-15 y SA-22 en
Siria. Esos misiles servirán de protección contra bombardeos a Damasco. ¿Quién
querrá bombardearla? Respuesta obvia: la OTAN.
Las críticas al presidente como un “dictador” son
insostenibles. En medio de este conflicto armado, su gobierno reformó en 2012
la Constitución y dejó de lado el sistema de partido único. La elección
presidencial se realizó en junio de 2014 con tres candidatos, dos de oposición,
y una participación del 73,42 por ciento del electorado.
Al Assad ganó con el 88,7 por ciento un mandato de
siete años que sus enemigos quieren abortar. Así es que han fomentado una
campaña terrorista que ha causado 240.000 muertos, el desplazamiento interno de
10 millones de sirios y 4 millones de refugiados que han salido del país.
Los dramas de esas familias, sus padecimientos,
discriminación y muertes en el exilio vía Turquía, Grecia, Hungría, etc,
suponen una doble acusación contra EE UU y la OTAN.
Primera: hacen la guerra junto con terroristas,
contra gobiernos legítimos.
Segunda: sus guerras provocan el éxodo desesperado
de millones de personas, con el drama humano que supone. No les abren puertas
solidarias en Europa ni las de EE UU, que además quedan muy lejos.
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