EL SECRETISMO DEL TPP |
Stiglitz
levanta la voz
Escribe:
Humberto Campodónico
En su artículo publicado ayer en este diario, Joseph
Stiglitz formula una serie de cuestionamientos claves al TPP de 12 naciones,
que podría llegar a un acuerdo final en estos días. Uno es el carácter secreto
del acuerdo, porque la forma (el secretismo) es también el fondo, pues no solo
importa “lo que se acuerde”, sino también el “cómo se acuerda”.
Después de más de 2 años no se conoce ni uno solo
de los textos en negociación: propiedad intelectual, medio ambiente, inversión
extranjera, compras gubernamentales, normas laborales, solución de
controversias entre inversionistas y Estados, para mencionar los más
importantes. Solo se conocen los textos “filtrados” por Wikileaks, lo que ha
enfurecido a los gobiernos. Por algo será.
En la parte comercial, los países que han firmado
TLC con EEUU (Colombia, Perú, Chile) tienen, todos, déficits en su Balanza
Comercial. En el caso de Colombia y Perú, esto era de esperarse, pues el
mercado de EEUU ya estaba abierto para nuestras exportaciones con el ATP-DEA.
Al firmarse el TLC, fueron nuestros mercados los
que se abrieron, lo que era el objetivo del TLC. Agreguemos que la apertura
comercial no puede ser, nunca, un fin en sí mismo, pues debe estar enmarcada en
una política de desarrollo, donde dicha apertura es un instrumento. Si los TLC
fueran un fin, entonces no estaríamos con problemas de crecimiento, porque los
TLC “hubieran proveído”, lo que no es el caso.
Otro tema son las disputas Inversionista-Estado, lo que
tiene dos ejes. Uno es el carácter supranacional de los tribunales. De hecho,
se puede ganar o perder. Y el Perú tiene la experiencia de haber ganado, como
sucedió en el caso del Perupetro contra Pluspetrol en el CIADI. Pero hay amplia
experiencia, como lo dice Stiglitz, donde ha sucedido lo contrario.
El segundo eje es que ahora dicha controversia está mucho
más acotada que en el TLC con EEUU, pues la empresa puede alegar la pérdida de
ganancias futuras debido a la puesta en marcha de nuevas regulaciones por parte
de los Estados. Así, la posibilidad de ganar en tribunales internacionales
también disminuye.
Pero quizá el aspecto más cuestionable tiene que
ver con las grandes farmacéuticas (la llamada Big Pharma). Stiglitz dice que el
propio USTR (el representante comercial de EEUU) dejó de lado su mandato y se
puso del lado de las grandes farmacéuticas, imponiendo derechos de propiedad
intelectual más estrictos, que van a impedir la entrada de medicamentos
genéricos por periodos mucho más largos.
Resultado: el agravamiento de la desigualdad,
porque el 1% de la población (donde está Big Pharma) ganará más y la población
más pobre tendrá que pagar mayores precios (o el Estado tendrá que pagarlos,
reduciendo la posibilidad de gasto en otras áreas).
Por último, las opiniones de Stiglitz pueden y
deben ser discutidas y habrá quienes se opongan a ellas. Pero también es clave
que el gobierno le responda en términos claros e inmediatos, porque el
Nobel no hace estas advertencias por “puro gusto”. ¿Creen ustedes que eso
sucederá?
¿QUÉ ES EL TPP?
El Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, también
conocido como TPP por sus siglas en inglés, es un tratado de libre comercio multilateral que se negocia en secreto.
Fuertemente promovido por Estados Unidos, el tratado involucra
también a otros 11 países: Japón, Australia, Nueva Zelanda, Malasia,
Brunei, Singapur, Vietnam, Canadá, y los latinoamericanos México, Perú y Chile.
En sus más de 26 capítulos de
negociación, el acuerdo busca regular un gran número de temáticas, que van
desde el comercio de lácteos, hasta la regulación laboral, pasando por derechos
de autor, patentes, inversiones estatales y medio ambiente.
Las negociaciones del TPP comenzaron
en marzo del 2010 y han sido hechas de espalda a la comunidad de los países
afectados. Hoy, todo lo que sabemos al respecto, es gracias a filtraciones de
los textos oficiales, como las realizadas por Wikileaks entre noviembre de 2013
y que analizamos acá.
El contenido de estos textos ha
creado alerta mundial respecto a diversos temas, como:
Después de meses de activismo, en
Chile no solo logramos que no se firmara el TPP, sino que en un declaración
pública, 34 diputados y 15 senadores de la
nación exigieran transparencia en las negociaciones. Asimismo, el programa de
Gobierno de Michelle Bachelet incluyó re-estudiar el texto del TPP debido a las amenazas
que podrían significar para Chile.
A pesar de las buenas señales, las
negociaciones continúan y en caso de que Chile firme el acuerdo, antes debe
pasar por el Congreso para aprobarlo o no, sin hacer modificación alguna al
texto.
¡Ayúdanos a levantar las alertas
antes de que sea demasiado tarde!
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