AHORA COBRARA EL DOBLE |
La súbita y escandalosa medida
de doblar el sueldo a los ministros no responde a los criterios con que
Castilla ha justificado dicho aumento. ¿Y para las demás categorías
profesionales, nada?
(Castilla, de otro lado, ¿hace declaraciones hipócritas,
contradictorias y engañosas cuando dice que el Presidente Humala no aumentara
su sueldo: Le creen? ¿Quiere decir que Humala no merece aumento porque NO tiene
talento?
Eso es verdad, Humala no tiene
ni un mínimo de talento! pero lo que es una gran mentira es que Castilla oculta
la manera como Humala no solo se doblara el sueldo sino que lo multiplicara con
las obras por construir (ya programadas con secreto) que le otorgaran ingentes
beneficios de las grandes empresas constructoras ya designadas. ¿O es que creen
que Humala y sobre todo Heredia iban a ser inocentes corderitos para aceptar
ser excluidos del aumento? ¿Es que Castilla y Humala nos creen ingenuos o
tontos? García, al lado de los Humala, será apenas un "pájaro
frutero")
Con ese criterio el elevado sueldo que se
plantea debe ser para "atraer y retener" a futuros funcionarios de
alto nivel profesional, verdaderos talentos políticos y técnicos conocedores de
los sectores en que aplicaran sus políticas de acción. Esto implica que el
actual gabinete ministerial debe ser totalmente renovado, "que se vayan
todos", porque los actuales ministros carecen cruelmente de talento, son
improvisados, no tienen las capacidades técnicas, ni la visión política de los
sectores que administran, solo obedecen al nombramiento caprichoso del gobierno
detrás del cual esta Castilla y la consorte del mandatario, hecho de todos
conocido.
El criterio según el cual
"los gerentes del sector privado ganan mucho más", falacia gigante! Eso demuestra que Castilla y
sus defensores, no saben distinguir entre lo que es administración política del
Estado y los intereses individuales que guían las empresas del sector privado,
que son opuestos al interés superior del bien común dentro de un Estado.
En la Función Publica, los
Ministros deben estar animados de una misión política que consiste en servir a
la nación, a los ciudadanos de un país, no a sí mismos, a cumplir con las
finalidades de la Constitución política que manda ofrecer altos servicios como
son la seguridad ciudadana, la preservación de la salud, la administración de
Justicia, la organización de un sistema eficaz de educación para todos, entre
otros. Estas finalidades se pueden cumplir solamente a través de un Estado que
tiene como fin supremo el bienestar de su población, su desarrollo equilibrado
y el progreso de su civilización.
El argumento respecto a que
los ministros de otros países ganan mucho más, tampoco es un argumento serio
porque no se puede comparar lo que no es comparable: los otros países tienen
otras realidades, sus nominaciones son más institucionalizadas que en el Perú
donde en la actualidad el gobierno no tiene la capacidad de una selección en función
de las condiciones de preparación profesional, de la vocación de los ministros,
ni de los objetivos a cumplir, sino como todos los sabemos, los nombramientos
ministeriales se hacen en razón de "amiguismos" o simpatías del
confesado y proclamado "gobierno en familia" humalista, lo que
significa que la mayoría de ministros no hacen sino aferrarse a sus puestos
obedeciendo consignas de quien los nombro. Donde está la eficacidad del
ministro del Interior si la inseguridad crece cada día? Donde la del Transporte
cuando se producen hecatombes en las rutas sin que el Ministro respectivo dicte
medidas para evitar tantos accidentes mortales? Donde la de Educación que no
hace nada por mejorar la actividad educativa y su infraestructura? Donde la
Ministra de salud cuyo sector se ha degrado al punto que gente con pocos
recursos renuncia a atender su salud? La política del Ministerio de la Inclusión
de que se enorgullece Humala no hace sino "poner parches" a la
pobreza, paliativos que nunca constituyen una verdadera política de inserción
de los jóvenes, por ejemplo, para evitar caídas en la delincuencia. Estos son
solo algunos ejemplos de desgobierno, pero los demás ministerios tampoco nos
dan signos de eficiencia en sus sectores respectivos.
Si consideramos objetivamente
el trabajo efectuado por los actuales Ministros y su calidad profesional y
personal, llegamos a la conclusión de que si aumento de sueldo puede darse,
este debe ser en el marco de un cambio total del equipo actual. Que los futuros
Ministros llenen las condiciones de funcionarios de verdadero talento
profesional, de convencimiento para efectuar una labor de alta política en bien
del país y de sus ciudadanos, en favor de un desarrollo durable y equilibrado económico
y sobre todo humano.
Aumentar el sueldo de los
Ministros, SI, pero no para los actuales, sino para reales talentos,
competentes, honestos y con voluntad de servir al país.
Teresa Olekhnovitch
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