JAVIER REVILLA PALOMINO |
El exgerente general Javier
Revilla Palomino está detenido en la ciudad brasileña de Río Branco, estado de
Acre, y pide “asilo humanitario” con el argumento de que es un “perseguido
político”. Lo cierto es que enfrenta 12 juicios por corrupción de función.
Javier Revilla Palomino fue
gerente general en el periodo clave de la corrupción en la Caja de Pensiones
Militar Policial. Prefirió evadir a la justicia.
Escribe: Lupe Muñoz
El exgerente general de la
Caja de Pensiones Militar Policial, Javier
Revilla Palomino, considerado el “cerebro” de uno de los más grandes
desfalcos del gobierno de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos, se encuentra
detenido en una cárcel de Río Branco, capital del estado de Acre, en Brasil.
No obstante contar con una
orden de captura internacional, Revilla pudo sortear los controles fronterizos
y recalar en Río Branco, donde ha dicho a las autoridades brasileñas que es un
“perseguido político” y ha solicitado “asilo humanitario”.
Revilla enfrenta 12
acusaciones por actos de corrupción.
Se le acusa de haber
contribuido en el desfalco de al menos 1,000 millones de soles de la Caja
Militar.
El 28 de mayo del 2007 Javier
Revilla recibió una primera sentencia de ocho años de cárcel por colusión,
condena confirmada por la Corte Suprema.
Por increíble que parezca, de
acuerdo con el reporte migratorio de Javier Revilla Palomino, salió del Perú
por última vez el 18 de marzo del 2012 por Iñapari, Madre de Dios.
No se entiende por qué lo
dejaron pasar si tenía una orden de captura vigente.
Revilla se encuentra en
situación de contumaz debido a su negativa a presentarse ante la Primera,
Segunda, Tercera y Cuarta Salas Superiores Liquidadoras de Lima, que lo
procesan por su participación clave en el desfalco a la Caja Militar. Se trata
de uno de los más graves casos de corrupción del gobierno de Alberto Fujimori y
Vladimiro Montesinos que afecta hasta hoy a millares de pensionistas militares
y policías.
Expediente negro
Fujimori y Montesinos usaron
la Caja Militar como una fuente de dinero fresco para financiar actividades
ilegales, como las campañas presidenciales, de acuerdo con los expedientes
judiciales a los que tuvo acceso La República.
Javier Revilla Palomino tiene
la posibilidad de acogerse a la figura de Colaborador Eficaz para señalar a los
instigadores del desfalco de la Caja Militar, manifestaron fuentes judiciales.
Revilla ha sido gerente
general de la Caja Militar entre 1994 y 1998, el periodo en el que se
registraron los mayores casos de corrupción. El directorio otorgaba préstamos
ilegales con fondos de la institución a empresarios coludidos a cambio de
sobornos millonarios.
Vladimiro Montesinos, con
anuencia de Fujimori, ordenaba a los directores de la Caja Militar aprobar
decisiones del gobierno central.
Por ejemplo, Juan Carlos
Hurtado Miller, quien debía millones de dólares a la Caja Militar, a condición
de postular como candidato a la alcaldía de Lima por el fujimorismo, pidió que
le resolvieran una deuda millonaria. El directorio aceptó. Revilla reconoció la
intromisión de Vladimiro Montesinos, quien por mandato de Fujimori dispuso
“arreglar la situación” de Hurtado, lo que finalmente se hizo.
El secretario de Justicia y
Derechos Humanos del estado de Acre, Nilson Mourao, confirmó a La República que
Javier Revilla Palomino se encuentra en condición de detenido y que había
requerido el asilo humanitario.
“Solo podemos confirmar que ha
pedido el asilo humanitario por ‘razones políticas’ al Consejo Nacional de
Refugiados desde noviembre del año pasado. Nosotros no sabemos de su situación
jurídica, lo que nos compete es saber si se les respetan o no sus derechos
humanos. Hasta el momento no registramos ninguna queja de maltrato. Revilla
está a la expectativa de los trámites. Nosotros vigilamos que no se atropellen
sus derechos”, dijo a La República Nilson Mourao.
Las autoridades brasileñas
confirmaron que Revilla gestiona que lo declaren refugiado político para evitar
la extradición por mandato de la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema,
dictada el 2 de octubre del 2014, por los delitos de colusión y desfalco.
“No sabemos en qué se basa el
pedido que ha hecho (Javier Revilla) para ser refugiado porque nosotros no
vemos ese aspecto. En mi función de secretario de Justicia y Derechos Humanos
no me cabe especular u opinar sobre su situación política o jurídica. Yo no
tengo funciones de juez o policía. Mi obligación es cumplir que cualquier
prisionero sea tratado con humanidad y no permitir ningún tipo de tortura”,
señaló Mourao.
Contra la pared
“Está bien, no se ha quejado
ningún maltrato. Está aguardando la decisión de las autoridades si lo reconocen
o no como refugiado político”, añadió.
“No hay ningún fundamento que acredite que
Javier Revilla es un perseguido político. Las acusaciones que afronta son por
casos de corrupción de funcionarios. Ha sido citado a todos los procesos y
jamás se presentó. Prefirió fugarse. Han pasado tres gobiernos (Toledo, García
y Humala) y este señor se ha burlado de la justicia de los gobiernos
democráticos. Aquí no hay persecución política sino acción decidida de la justicia.
Esperamos que los tribunales de Brasil accedan al pedido de extradición para
que rinda cuentas”, explicaron fuentes de la defensa de la Caja Militar.
Miles de pensionistas de la
Caja Militar Policial son las principales víctimas de las operaciones
fraudulentas que entre 1990 y 2000 consumaron los oficiales castrenses y
oficiales que bajo mandato de Fujimori y Montesinos resolvieron dar uso ilegal
a los fondos de la institución.
Operadores de Fujimori y
Montesinos como Víctor Venero Garrido, Juan Valencia Rosas y Luis Duthurburu
Cubas confesaron ante las autoridades judiciales que la Caja Militar era usada
para financiar las actividades ilícitas del gobierno fujimorista mediante la
depredación de los millonarios fondos de los jubilados.
De acuerdo con fuentes de la
Caja Militar, afronta serios problemas económicos para abonar las pensiones a
los miles de policías y militares debido a la aguda crisis económica derivada
del desfalco sistemático consumado durante el gobierno de Fujimori y Montesinos
con la complicidad de la cúpula castrense.
La extradición de Revilla es
un hecho
El procurador anticorrupción
Joel Segura rechazó la pretensión del exgerente general de la Caja Militar, el
prófugo Javier Revilla Palomino, de presentarse como “perseguido político” ante
las autoridades de Brasil.
“Obviamente Javier Revilla no
es un perseguido político. Eso no tiene sustento. Lo que tiene fundamento son
los procesos judiciales que afronta por casos de corrupción. Y es a esas
acusaciones a las que debe responder en el Perú”, precisó el procurador Joel
Segura.
“Hemos iniciado contactos con
las autoridades brasileñas para proveerlas de información adecuada para que
tengan en cuenta los procesos que enfrenta el prófugo Javier Revilla”, apuntó
el procurador anticorrupción.
La Procuraduría Anticorrupción
también ha tramitado ante la Interpol los requerimientos de información sobre
la situación del prófugo Javier Revilla Palomino.
Los hechos en los que está
involucrado son tan graves y contundentes que existen suficientes evidencias
que facilitarán su extradición, indicaron las fuentes judiciales.
El nombre de Revilla saltó a
la luz recientemente porque es cuñado del ex jefe del Comando Conjunto de las
Fuerzas Armadas, almirante José Cueto Aservi. Cueto afirmó que era un tema muy
doloroso para su familia y que no tenía contacto con él.
Claves
Casos. E gerente general
fujimorista de la Caja de Pensiones Militar Policial enfrenta 12 casos de
corrupción por desfalcar la institución por más de mil millones de soles.
Campaña. Durante el proceso
judicial se acreditó que parte de los fondos se destinaron al financiamiento de
la campaña electoral del ex presidente Alberto Fujimori.
Fondos. El fujimorismo y la
prensa en general ocultaron este tipo de graves delitos que afectaron los
fondos públicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario