Entrevista a María Lucia
Fattorelli, miembro del Comité de Auditoría de la Deuda Griega
Renán Truffi
Traducido del portugués para
Rebelión por Susana Merino
Dos meses antes de que el
Gobierno de Dilma Rousseff anunciara oficialmente un recorte del presupuesto de
70.000 millones de reales en concepto de ajuste fiscal, una brasileña fue
invitada por Syriza, el partido de izquierda griego que ganó las últimas
elecciones, a integrar el Comité de Auditoría de la Deuda Griega junto a otros
30 especialistas internacionales. La brasileña es María Lucía Fattorelli:
auditora jubilada del Erario Federal y fundadora en Brasil del movimiento "Auditoría Ciudadana de la
Deuda". Pero, ¿Qué tiene que ver el ajuste con la recuperación de la
economía griega? Todo, dice Fattorelli "La deuda pública es su espina
dorsal".
Dado que Brasil va camino de
la austeridad, la estudiosa integra la comisión que va a investigar los
acuerdos, las formas y los fraudes de la deuda pública que según Syriza
llevaron a Grecia a su crisis económica y social. "Existe un sistema de la
deuda. Se trata de la utilización de ese instrumento (la deuda pública) como
vehículo para desviar recursos públicos hacia el sistema financiero",
agrega Fattorelli.
Y no es la primera vez que la
auditora realiza este tipo de misión. En 2007 Fattorelli estuvo invitada por el
presidente de Ecuador, Rafael Correa, a colaborar en la identificación y
comprobación de las irregularidades de la deuda en su país. Dicho trabajo
condujo a reducir el montante de la deuda pública ecuatoriana un 70%.
En su entrevista con Carta
Capital, realizada directamente desde Grecia, Fattorelli explicó que el mismo
esquema controlado por los bancos y las grandes empresas se repite en el pago
de los intereses de la deuda brasileña, que actualmente alcanza 334.600
millones de reales y provoca la necesidad de dicho ajuste.
¿Qué es la deuda pública?
La deuda pública, como
aprendemos técnicamente en los libros de Economía, es una forma de complementar
el financiamiento del Estado. En principio no es nada erróneo que un país, un
estado o un municipio se endeude, porque lo que está por sobre todo es el
interés público. Si el Estado no recaudase lo suficiente se podría endeudar, en
principio, con el objeto de recibir recursos que le permitan financiar el
conjunto de sus obligaciones. Eso teóricamente es la deuda. Sirve, en principio,
para complementar los recursos que el Estado necesita para cumplir sus
obligaciones.
¿Y dónde comienza el problema?
El problema comienza cuando
empezamos a auditar la deuda y no encontramos una contraparte real. ¿Qué deuda
es esa que no para de crecer y se lleva la mitad del presupuesto? ¿Cuál es la
contrapartida de esa deuda? ¿En qué se utilizó el dinero? Ese es el problema.
Luego de varias investigaciones, tanto en el ámbito federal como estatal y
municipal del Brasil, en varios países latinoamericanos y ahora europeos,
llegamos a la conclusión de que existe un sistema de la deuda. ¿Y qué es eso?
Es la utilización de ese instrumento, que debería servir para complementar los
recursos en beneficio de todos, como vehículo para desviar los recursos públicos
hacia el sistema financiero. Ese es el esquema que investigamos.
¿Y quién se beneficia normalmente con ese sistema?
En 2014, por ejemplo, los
intereses de la deuda brasileña pasaron de 251.100 a 334.600 millones de
reales.
¿Adónde va realmente ese dinero?
Sabemos quién compra los
títulos de la deuda porque se realizan directamente por medio de subastas. El
proceso es el siguiente: el tesoro nacional emite títulos de deuda pública y
los vende el Banco Central. ¿Cómo los vende el Banco Central? El Banco anuncia
una subasta en la que solo pueden participar 12 instituciones acreditadas. Son
los llamados dealers (comerciantes, intermediarios, N. de T.). No tenemos la
lista de esos dealers. Son los bancos más importantes del mundo. Esa lista
suele cambiar cada seis meses. Pero siempre están los más grandes, el Citibank,
el Itaú, el HSBC, por eso hoy se dice que ya no tiene sentido hablar de deuda
externa. Son los bancos extranjeros son los que la compran en la propia máquina
registradora. Sabemos quienes la compran y muy probablemente son ellos los
acreedores porque no existe ninguna inversión en el mundo que pague más que los
títulos de la deuda brasileña. Es la inversión más rentable del mundo. Y sólo
ellos son los que los compran directamente. Entonces lo probable es que sean
ellos los acreedores.
¿Por qué probablemente?
Porque ni siquiera la Comisión
Investigadora Parlamentaria (CPI) informó entre 2009 y 2010 de quién detenta la
deuda pública brasileña, y eso que la CPI tiene poder de requerimiento
judicial. Llegaron a decir, en cambio, que no lo sabían porque esos títulos se
venden en subastas. Algo que la gente sabe que es mentira. Porque solo ellos
saben quiénes son los poseedores de los títulos, a quiénes están pagando los
intereses. Claro que lo saben. Si usted tiene una deuda y no sabe quién es su
acreedor, ¿a quién va a pagar los intereses? En otra oportunidad dijeron que
esa información es secreta. Se trataría de un secreto bancario. Algo que
también es mentira. La deuda es pública y es la sociedad la que la está
pagando. ¿Acaso no figura en internet el sueldo de los empleados públicos? ¿Por
qué no están los dueños de la deuda? Tenemos que organizar una campaña nacional
para saber quién está sacando ventajas del Brasil y provocando todo esto.
¿Qué relación existe entre los intereses de la deuda pública y el
ajuste fiscal en curso en Brasil?
Todo el mundo habla del
recorte, del ajuste, de austeridad y todo eso. Desde el Plan Real, Brasil tiene
superávit primario todos los años. Algunos años más, otros menos. Pero todos
los años tenemos superavit primario. ¿Qué quiere decir superavit primario? Que
los gastos primarios se hallan por debajo de los ingresos primarios. Gastos
primarios son todos excepto la deuda. Es lo que Brasil gasta en sanidad o
educación, pero no en los intereses. Esos son los gastos primarios. Si uno mira
los ingresos, ¿Qué es lo que nutre el presupuesto? Básicamente los ingresos
impositivos. Entonces, superavit primario quiere decir que recaudamos en
impuestos más de lo que gastamos y por lo tanto sobra una parte.
¿Y ese dinero sobrante es para pagar la deuda pública?
Así es. Esa parte del
superávit sirve para pagar una pequeña parte de los intereses, porque en Brasil
estamos emitiendo más deuda para pagar gran parte de los intereses, ¡es
escandaloso! E inconstitucional. Porque nuestra Constitución prohíbe lo que se
llama "anatocismo". Cuando usted se endeuda para pagar intereses,
¿Qué está haciendo? Está transformando los intereses en una nueva deuda que va
a incidir sobre los intereses. Es decir, intereses sobre intereses. Eso crea
una bola de nieve que genera gastos a una escala exponencial, sin
contrapartida, y el Estado no puede hacer eso. Cuando investigamos la
contrapartida de la deuda interna percibimos que es una deuda de intereses
sobre intereses. La deuda brasileña se convirtió así en un ciclo automático.
Tiene vida propia y se retroalimenta. Cuando eso sucede aquellos intereses se
van a transformar en capital. Y sobre ese capital se van a aplicar nuevos
intereses. Y estos van a transformarse nuevamente en capital. Es por eso que
cuando se observa la curva gráfica de la deuda se ve que la resultante es
exponencial. Está creciendo hasta casi transformarse en vertical. El problema
es que en cualquier momento va a explotar.
¿Explotar por qué?
Porque el mercado –cuando
hablo de mercado me estoy refiriendo a los dealers– está aceptando nuevos
títulos de la deuda como pago en lugar de recibir dinero en efectivo. Ellos no
quieren recibir dinero, quieren nuevos títulos por dos motivos: por un lado el
mercado sabe que los intereses van a convertirse en nuevos títulos generando
una deuda mayor. Y en segundo término porque una deuda mayor justifica un
continuo proceso de privatización. ¿Cómo se ha producido ese proceso? Mediante
la entrega del patrimonio cada vez más estratégico, cada vez más lucrativo. Vimos
hace poco la privatización de los aeropuertos. No es poca cosa, los aeropuertos
de Brasilia, Río de Janeiro y Sao Paulo estarán en manos privadas. Lo que en el
fondo el poder económico mundial quiere es el patrimonio y su control. La
estrategia del sistema de la deuda es el siguiente, se genera una deuda y esa
deuda somete al país. El país va a entregar así patrimonio tras patrimonio. De
este modo perdimos ya las telefónicas, las empresas de energía eléctrica, las
hidroeléctricas, las siderúrgicas. Todo pasó a ser propiedad de ese gran poder
económico mundial. ¿Y cómo consiguen los dealers todo ese poder? Ahí entra la
financiación privada de la campaña. Solo con entrar en el TSE (Tribunal
Superior Electoral) se puede ver quién financió las campañas. Una gran empresa
o un banco. De modo que atacamos la deuda porque la deuda es el centro, la
espina dorsal del sistema.
¿Cómo funcionará la auditoría de la deuda en la práctica? ¿Cómo
diferenciar la deuda legítima de la que no lo es?
La auditoría tiene por objeto
identificar cómo funciona el sistema de generación de deuda sin contrapartida.
Por ejemplo solo debería pagarse la deuda que cumple el requisito de responder
a la definición de deuda ¿Qué es una deuda? Si yo le digo "págueme los 100
pesos que me debe", usted me va a contestar "¿Cuándo me dio cien
pesos?". Solo existe deuda si hay una entrega. Eso pasó aquí, en Grecia.
Mecanismos financieros, nada que tuviera que ver con la deuda, todo fue
enredado en las estadísticas de la deuda. Sin identificación de origen, todo lo
que fuera garantía del Estado, como los CDS (Credit Default Swap, especie de
seguro de pago) toda la parafernalia del mundo financiarizado. Todo eso puede
convertirse de un momento a otro en deuda pública. ¿Qué es una auditoria? Es
desenmascarar el sistema. Es mostrar lo que realmente es deuda y lo que es todo
ese fárrago de mercado financiero que utiliza un instrumento de endeudamiento
público para desviar recursos y someter al país al poder financiero, impidiendo
su desarrollo socioeconómico equilibrado. Junto a los bancos están también las
grandes corporaciones, que no tienen escrúpulos. Tenemos que decir ¡basta! a
esta situación. Y el ¡basta! vendrá de la ciudadanía. No vendrá de la clase
política financiada por ese sector. Mucho menos de las élites, porque ellas se
benefician de ese mecanismo. La solución solo puede surgir de una
concienciación generalizada de la sociedad, de las mayorías. Y las mayorías son
el 99% que paga esa cuenta. Arminio Fraga (expresidente del Banco Central dijo eso
en el 2009 en una declaración ante la CPI (Comisión Parlamentaria de
Investigación) sobre la deuda, cuando se le preguntó cuál era la influencia de
las decisiones del Banco Central en la vida de los pueblos. Contestó "Vea
el Brasil, fue diseñado con ese objetivo".
¿Aproximadamente qué parte de la deuda pública está en manos de los
bancos y las grandes empresas? El Tesoro Directo al que todos los brasileños
pueden acceder, ¿a qué parte del total corresponde?
Esa historia del Tesoro
Directo está destinada a crear la impresión de que la deuda pública es un
negocio correcto al que cualquiera puede acceder y comprar. Y ciertamente si
usted o yo compramos se trata de una parte legítima. Pues bien, si la gente
quiere entrar y comprar no es cierto que sea directo, es solo para crear esa
ilusión. Intente entrar a comprar un título cualquiera. Primero llegará a una
trama en la que debe elegir una institución financiera. Esa institución le va a
cobrar una comisión que no es barata. Tampoco le va a pagar el total de los
intereses, se va a quedar con una parte. El banco o el dealer que compra los títulos de la deuda es el que
establece los intereses. Ellos establecen los intereses porque el Gobierno
lanza el título junto a una propuesta de intereses. Si en el momento de la
subasta el dealer no está conforme con esa propuesta de intereses no compra.
Solo compra cuando los intereses llegan al nivel que él quiere. Invariablemente
los títulos se venden con valores muy por arriba del Selic (Tasa básica de
intereses). En 2012, cuando el Selic descendió fuertemente y llegó a 7,25%, los
títulos se vendían a más del 10% de interés. Ellos siempre compran con
descuento. Si el título vale 1.000 reales lo compran por 960 o 970 reales,
depende de la presión que quieran ejercer ese día sobre el Gobierno. Vea la
diferencia. Si usted compra en el Tesoro Directo, no va tener ningún descuento.
Al contrario, tendrá que pagar una comisión. Y tampoco podrá proponer los
intereses. Se trata de una operación totalmente distinta de la operación directa
que se produce en la subasta.
¿Por qué es tan difícil poner en marcha una auditoría? ¿Cómo reacciona
habitualmente el mercado financiero ante una auditoría?
El mercado se hace el guapo
pero llegado el momento es cobarde. En Ecuador, cuando nos hallábamos en la
recta final y ya habían sido divulgados algunos informes preliminares, sabía
que habíamos descubierto varios fraudes en el mecanismo de generación de deuda.
Entonces propusieron al gobierno renegociarla. Pero Rafael Correa (presidente
del Ecuador) no quería negociar. Quería recomprarla y ponerle punto final.
Porque cuando se negocia se otorga a la deuda una nueva vida. Se cambia la
página de la deuda. Ël no quería eso. Quería que su Gobierno pusiese un hito en
la historia de Ecuador. Sabía que aceptando quedaría sometido a la deuda. Fue
hasta el final, les hizo una propuesta, ¿y qué hicieron los bancos? El 95% de
los dueños de los títulos se entregaron. Aceptaron la oferta de recompra en un
máximo del 30% y Ecuador eliminó un 70% de sus títulos de deuda externa. En
Brasil durante los diez meses de la investigación de la deuda el Selic no
subió. Fue algo increíble. Estamos frente a un monstruo mundial que controla el
poder financiero y el poder político con un sistema fraudulento. Es muy grave.
Yo diría que es un megasistema de corrupción institucionalizado.
El mercado financiero y parte de la prensa acostumbran a calificar la
auditoría de la deuda como un engaño, ¿por qué no es un engaño?
La auditoría va a investigar
pero no tiene poder de decisión sobre lo que se hará. La auditoría solo va a
mostrar las evidencias. En Ecuador la auditoría investigó y mostró los fraudes,
los mecanismos que no eran deudas, renuncias a la prescripción de las deudas,
¿Qué es eso? Es un acto nulo. Deudas que ya habían prescrito. Una deuda
prescrita es una deuda muerta. Lo mismo sucedió en Brasil en la época del Plan
Brady, que transformó deudas vencidas en títulos de la deuda externa. Luego
esos títulos se usaron para comprar las empresas brasileñas que fueron
privatizadas en la década del 90: Vale, Usiminas… compradas en gran parte con
títulos de la deuda. Se ve como se recicla. Aquí, en Grecia, están presionando
al país para que pague una deuda ilegítima. ¿Y cuál fue la renegociación que
hizo (Georgios) Papandreu (exprimer ministro de Grecia)? Consiguió una prórroga
a cambio de un proceso de privatización de 50.000 mil millones de euros. Ese es
el sistema. ¿Dejar de pagar ese tipo de deuda es un engaño? A la gente se le
muestra simplemente una parte inexistente de la deuda. El día que la gente
comprenda mejor qué significa una auditoría y que la fragilidad está del otro
lado la gente logrará cambiar el mundo y el curso de la historia mundial.
En comparación con el ajuste fiscal que va a costar a Brasil unos
70.000 millones de reales, ¿se puede estimar cuánto se podría economizar
mediante una auditoría de la deuda pública?
Es difícil de hacer esa
estimación antes de realizar la auditoría, pero por lo que ya se ha investigado
respecto al origen de la deuda pública brasileña y del impacto de los intereses
sobre intereses se llega a estimaciones aterradoras. En mi último libro me
referí al tema de los intereses sobre intereses. En los últimos años la mitad
del crecimiento de la deuda es nulo. Solo pude hacer el cálculo
aritméticamente. Me faltó hacer los cálculos de entre 1995 y 2005 porque el
Banco Central no me dio los datos. Y aún así se llega a un 30% de nulidad de la
deuda. En consecuencia también para los intereses correspondería un monto
similar. Esa fue la gran jugada del mercado financiero en el Plan Real porque
lograron generar una deuda espuria. A comienzos del Plan Real los intereses
brasileños llegaban a más de un 40% anual. ¿Se imaginan una deuda con intereses
anuales del 40%? Esto la hace crecer casi un 50% por año. Además hay que
considerar que esos intereses son mensuales. El interés mensual corrige el
capital ya corregido por el mes anterior. Se inicia así un proceso exponencial
que no tiene límites, como sucedió con la explosión de la deuda a partir del
Plan Real. Cuando comenzó el Plan Real nuestra deuda rondaba los 80.000
millones de reales. Hoy llega a los tres trillones de reales. Más del 90% de la
deuda se debe a intereses sobre intereses.
¿Y eso se consideraría ilegal en una auditoría sobre la deuda pública?
Es más que ilegal, es
inconstitucional. Nuestra constitución prohíbe intereses sobre intereses en el
sector público Existe un decreto del Tribunal Federal Supremo, el 121, que dice
que aunque esté establecido en el contrato no es legal. Es inconstitucional. Se
debe a que hay mucha gente involucrada, favorecida y mal informada. Son tabúes,
ese tema del engaño, del fraude, mucha gente piensa así. Necesitan descalificar.
Hablamos de auditoría y ellos hablan de engaño. Pero yo hablo de investigar. Si
la deuda es legítima vamos a ver cuál es el origen de esa deuda y cuál ha sido
su contrapartida.
A lo largo de la entrevista la
señora citó varios momentos del Brasil, lo que pone en evidencia que el
problema viene desde el Gobierno de Fernando Henrique Cardoso y ha seguido en
las gestiones de Lula y de Dilma. ¿pero por qué se agravó el tema de la deuda
estos últimos años? ¿La deuda externa de los años 90 se transformó en la actual
deuda interna?
Esas transformaciones
sucedieron varias veces en nuestra historia. Tales movimientos tuvieron lugar
de acuerdo con los intereses del mercado. Tanto de interna a externa como de
externa a interna de acuerdo con el valor del dólar. Esos movimientos fueron
hechos por el Banco Central del Brasil e invariablemente a favor de los
mercados financieros. Cuando el dólar baja, sería interesante para el Brasil
terminar con la deuda externa pues necesitaría menos reales, se hace lo contrario
y se contrae más deuda en dólares. Dichos movimientos se hacen siempre en favor
del mercado financiero.
¿Y el pago de la deuda externa en 2005?
Lo que la gente crítica al
gobierno de Lula es que para pagar la deuda externa de 15.000 millones de dólares
en 2005, emitió reales. Emitió deuda interna en reales. La deuda con el FMI
(Fondo Monetario Internacional) tenía intereses del 4% anual. La deuda interna
que emitió en ese momento rondaba el 19,13% de interés anual. Se cambió una
deuda del 4% anual por una del 19,13%. Fue una operación que causó daños
financieros al país. Y nuestra deuda externa con el FMI no era una deuda
elevada, suponía menos del 2% de la deuda total. ¿Y por qué pago una deuda
externa al FMI que tenía intereses tan bajos? Porque en el inconsciente
colectivo toda deuda externa es con el FMI. Todo el mundo está convencido que
el FMI es el gran acreedor. Esto generó a Lula una ganancia política y una
tranquilidad al mercado. Cuando se debate el tema de la deuda la gente dice
"¿Cómo ese tema no está ya resuelto? ¿Acaso no pagamos ya toda la
deuda?" No son pocas las personas que lo dicen a causa de la propaganda
que decía que Lula había resuelto el problema de la deuda. Y el mercado ayuda a
difundir esa creencia. Hablo del mercado porque también en esa época exigía que
Argentina pagase también al FMI. Y Argentina también pagó anticipadamente. De
modo que estas cosas sucedieron simultáneamente en varios lugares. Todo bien
armado de afuera hacia adentro y en la misma época.
¿Qué enseñanza podría dejar a Brasil su experiencia griega de la
auditoría?
Hay muchas lecciones. La
primera es hasta qué punto puede llegar el plan de austeridad fiscal. En Grecia
la situación es alarmante. En cuanto a desempleo, más de 100.000 jóvenes con
formación dejaron el país en los últimos años por falta de empleo. Emigraron a
Canadá, Alemania y otros países. La caída salarial está en un promedio del 50%
y quien trabaja se siente feliz por tener empleo. Los periodistas, por ejemplo,
no tienen empleo. Hay un periodista que está colaborando con nuestra comisión
que dice que no está pasando hambre por la ayuda familiar. La mayor parte de
los empleos se flexibilizaron y la gente no tiene derechos. Los servicios de
salud se hallan cerrados, las escuelas también, en los centros sanitarios no
hay vacunas. Una terrible calamidad. Trabajadores que de un día para otro se
trasforman en mendigos. Hay calles en las que todos los negocios están
cerrados. Todos esos pequeños comerciantes se volvieron dependientes de la
familia, fueron a parar a la calle o lo que es peor se suicidaron… El número de
suicidios por problemas económicos supera los 5.000. Algunos han ocurrido en
las plazas públicas como denuncia. Hace unos días, desde que estoy aquí, hubo
un homenaje frente al Parlamento a un hombre que se suicidó y dejó una carta en
la que decía que entregaba su vida como denuncia del Plan de austeridad.
Fuente: http://www.ihu.unisinos.br/noticias/543334-a-divida-publica-e-um-mega-esquema-de-corrupcao-institucionalizado
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