VERÓNIKA MENDOZA |
Precandidata a la presidencia de la
República por el Frente Amplio y
congresista de Acción Popular-Frente Amplio (AP-FA).
Dispara.
Según Mendoza, su
mayor preocupación es que el Perú no tenga que elegir en el 2016 "entre un
corrupto y otro". Foto: Juan Pablo Ayala.
Escribe: José Carlos Díaz
Verónika Mendoza anunció su precandidatura a
la presidencia por el Frente Amplio. En la siguiente entrevista, la actual
congresista explica cuál es su visión de país y de Estado. De ganar en el 2016,
anuncia, impulsaría una nueva constitución porque, asegura, no es posible que
el país se rija por una carta nacida en una dictadura.
Habló en una radio de empoderar al Estado. ¿Cómo se hace eso en el
siglo XXI?
Necesitamos un Estado fuerte,
moderno y eficiente. Que pueda, por un lado, planificar el desarrollo nacional
y no seguir en esta lógica en que estamos sometidos a los intereses
empresariales de transnacionales. No necesitamos un Estado que se somete o
remata nuestros recursos sino uno que garantice derechos para todas y todos, y
servicios públicos de calidad: salud, educación.
¿Es decir, un Estado más participativo que estatizador?
Totalmente, un Estado que
planifique y que en diálogo o alianza con el sector privado puede promover el
desarrollo nacional. No es un Estado que en sí decide, sino que es dialogante
con el sector empresarial pero sobre todo con la ciudadanía. Eso tiene que ver
con propuestas como el tema de gobierno abierto y transparente. En el siglo XXI
la gente debe saber qué hacen y con quién se reúnen sus ministros.
En el primer plan de gobierno de Ollanta Humala se proponía una
política distributiva diferente a la que ejecutó en su gestión. ¿Usted
rescataría esa propuesta?
En La Gran Transformación se
hablaba de un Estado garante de derechos que pueda planificar el desarrollo
nacional. Pero se hablaba también de políticas universales. Por ejemplo, el
tema de las pensiones.
Pero uno se imagina que eso será más difícil en el 2016, teniendo en
cuenta que no se recaudará lo mismo que en 2011.
Hemos perdido la oportunidad
con una bonanza económica que ocurrió cuando nuestros gobiernos estuvieron de
brazos cruzados, que no se supo aprovechar. Era la oportunidad para aumentar la
recaudación, por ejemplo anulando estos contratos de estabilidad tributaria e
implementando los impuestos a las sobreganancias.
Humala intentó ampliar la base flexibilizando los regímenes laborales.
¿Usted qué propondría para que el Estado tenga más recursos?
Combatir fuertemente la
elusión y evasión tributaria. Eso es algo para lo que no tenemos políticas
públicas y las cifras son alarmantes. No hablamos de la pequeña bodega de la
esquina, sino de grandes empresas que inflan sus costos de producción y
subvalúan sus activos para deducir impuestos.
Humala viene hablando desde hace un año de “diversificación
productiva”. Pareciera que el debate se reduce a qué vender. Si no es oro o
cobre, le pregunto yo, ¿qué vender?
El Perú es un país
megabiodiverso. Tenemos una enorme potencialidad en temas de recursos marinos,
en el sector agrícola, y eso ha sido abandonado. Planteamos que el Estado, en
alianza con el sector privado y en diálogo con las poblaciones locales, pueda
ver en qué sectores priorizar la inversión.
Hay un sector político que la ve como “la congresista anti-inversión o
antiminera”. ¿Sabe que entrará a una campaña en la que parte de la población la
verá con ese rótulo?
Ciertamente, en una campaña
hay estigmatización, contracampaña, ataques, mentiras, difamación...
¿Y cómo se quita el estigma?
Dando a conocer nuestro
trabajo y nuestro compromiso a la gente. Además hay sectores que viven en carne
propia los abusos de ciertos inversionistas. Necesitamos un Estado que
garantice que se van a respetar sus derechos.
¿Respetaría todos los acuerdos comerciales que tiene el Perú? ¿O cree
que alguno sí merece una revisión?
Lo que no podemos hacer es
seguir sometidos a los intereses de las transnacionales. Necesitamos un Estado
que ponga las reglas del juego. No podemos tener un presidente que, como en el
caso de Tía María, dijo 'yo no puedo hacer nada'. El Tratado Transpacífico,
bienvenido en los acuerdos comerciales...
¿Pero?
Pero no pueden someternos a un
régimen de patentes que nos obligaría a comprar medicamentos caros, pudiendo
comprar genéricos. Tiene que haber un Estado que negocie con los pantalones
bien puestos.
Para el próximo gobierno el TPP llegará firmado. Si las condiciones son
desventajosas y fuese su gestión, ¿lo revisaría?
Por supuesto. No podemos
resignarnos a aquello que vulnera nuestra soberanía y que atenta contra los
derechos de los ciudadanos. Un ejemplo es la Constitución. No podemos seguir
arrastrando una constitución producto de una dictadura. Es ahora el momento de
renovarla, de tener una adecuada a nuestros tiempos.
¿Renovar implica una reforma o un cambio constitucional?
Yo aspiraría a un proceso
constituyente en el que la gente, los ciudadanos, los pueblos indígenas y los
sindicatos podamos participar. Ese es un proceso de largo aliento.
¿Una nueva constitución?
Sí, una nueva constitución
definitivamente.
Esa es una de sus propuestas políticas más atrevidas.
No tiene nada de atrevido, ni
de radical. En todos los países del mundo, a medida que pasan los años, la
sociedad cambia, el Estado cambia y se modifican las constituciones. Solo que
ahora tienes a una fuerza política que está aferrada a esa constitución.
Usted va a entrar en el tira y afloja de una campaña. ¿Tiene algo de
malo ser un candidato atrevido?
Creo que el Perú necesita que
nos atrevamos, necesita reformas profundas. No podemos seguir con los niveles
de anemia y desnutrición, a pesar de haber tenido 10 años de crecimiento
sostenido. Sí, tenemos que atrevernos a hacer reformas profundas.
Usted sería la candidata presidencial más joven. ¿Su equipo va a ser
también así de renovado?
Soy joven pero llevo 10 años
en política y llevo cuatro años en el Congreso, conozco el Estado y estoy
preparada para esto. Como yo, hay mucha gente joven que tiene experiencia,
voluntad pero que también está dispuesta a recoger la experiencia de otros. Son
bienvenidos todos aquellos que estén dispuestos a hacer las cosas honesta,
limpia y transparentemente.
¿Existe la posibilidad de armar un equipo con Sergio Tejada, Julio
Arbizu y el propio Marco Arana?
Claro que sí. Por eso
propusimos que alguien como Sergio Tejada participara en nuestras primarias.
Dijo que la mayoría de candidatos no tienen la catadura “ética ni
legal” para postular. ¿Veremos una Verónika Mendoza más confrontacional en los
próximos meses?
Yo no acomodo mi discurso a
coyunturas. Mis principios y planteamientos han sido invariables en los últimos
años. Quienes hoy están en el escenario electoral son caudillos que nadie ha
elegido, que han sido impuestos en sus partidos, que no se han sometido a
procesos de democracia interna, y eso es algo que yo no he dicho recién
ahora.
¿Es su principal preocupación no llegar a la presidencia?
Mi principal preocupación es
que el Perú tenga una alternativa, que no tenga que elegir entre un corrupto y
otro.
¿Sería un fracaso no llegar a la presidencia en el 2016?
Sería un fracaso que tengamos
que elegir entre un candidato corrupto, otro indultador de narcotraficantes y
otros que remataron al país y nuestros recursos naturales. No lo vamos a
permitir.
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