ILKA OLIVA CORADO
Escritora y poetisa guatemalteca.
Inmigrante indocumentada con maestría en discriminación y racismo.
@ilkaolivacorado
Estados Unidos
Sucede que me dicen que no
debo morder la mano de quien me da de comer. Como vivo en Estados Unidos
pretenden que yo solape la política externa de este país. Que sea arrastrada
como muchos latinoamericanos que encuentran aquí la plataforma perfecta para
manipular, estructurar y financiar ataques mediáticos contra nuestra Patria
Grande. Me dicen que si soy socialista entonces que me vaya a vivir a cualquier
país socialista y que no critique desde la comodidad estadounidense. El
socialismo es necesario en todos lados, mucho más aún dentro del corazón
latente del capitalismo. Me dicen que si soy guatemalteca por qué ando
defendiendo gobiernos de otros países, entonces me tildan de traidora y de no
amar Guatemala.
Hay algo que yo le debo a la
migración y es el sentirme ciudadana del mundo, sentirme argentina, chilena, ecuatoriana,
boliviana, venezolana, cubana, nicaragüense, brasileña. Sentirme africana
de los pies a la cabeza, verme reflejada
en cualquier jornalero mexicano, en
cualquier niña marginada de los arrabales en Bielorrusia, ver mis manos
y encontrar en ellas el trabajo de las mujeres campesinas de Camboya y Yemen.
Siento la desolación de los niños sirios, el cansancio de los abuelos en
Uzbekistán. El llanto insondable de una
mujer abusada en Turquía. De un adolescente
excluido y huele pega en las calles de Letonia.
Desde el momento en que salí
de la burbuja territorial de Guatemala, se extendieron mis alas y vislumbré un
horizonte que dentro del país me era
imposible ver. Y despertaron mis sentidos, se abrieron mis poros y nació una
intensa necesidad por expresar la lobreguez de la inconsciencia humana. Nací en
un pueblito recóndito y árido al oriente del país, se llama Comapa, y crecí en Ciudad Peronia (mi gran amor) en las afueras de la capital. En Comapa,
justo en la sala de piso de tierra de la
casa de mi abuela materna está enterrado mi ombligo y allá está mi raíz
profunda que no me permite despegar los pies del suelo. Mi Alma Mater es el mercado donde crecí
vendiendo helados. Son mis cimientos. Mi alma y todo mi ser no tienen país de
origen, no entienden de fronteras, ese albedrío se lo debo a la migración. Me
llaman extranjera pero no lo soy, yo vengo de todos lados y hacia todos lados
voy con mis letras que no precisan de pasaporte. Por esa razón tengo el derecho
y la obligación humana de expresar y defender lo que en mi criterio es justo,
sin importar el país o el continente. Nací guatemalteca y moriré siendo
ciudadana del mundo, por decisión propia.
Estados Unidos pulula en
infames que nunca quisieron la entraña que los parió. Y otros que allende dejaron
la militancia y la cambiaron por la lujosa mentira del sueño americano,
complacidos en la patraña también juegan a sentirse realizados en este retrete
en el corazón de la plutocracia.
Estos que organizan las turbulencias que pretenden desestabilizar los
gobiernos socialistas. Desde fuera y desde dentro. Dura semana para Ecuador y el gobierno de
Correa, la derecha recalcitrante ataca de nueva cuenta con intensidad, se
siente encerrada con el proyecto de Ley de Herencia y Plusvalía. Los
camisas blancas llamaron a la manifestación en las calles y se fraguan golpes
de estado con la ayuda absoluta de Estados Unidos. No la ha tenido fácil la
Suramérica Bolivariana, con todas sus corrientes progresistas, llámese
Peronista, Kirchnernista o Chavista.
Dependiendo el país y la región. Nace con fuerza la corriente Cristinista en
Argentina que es en esencia Sui géneris.
Los golpes no son aislados, solo cambian de ritmo pero la estrategia es repetitiva, la misma clave y el mismo fin: acabar con los gobiernos que buscan la
igual social de sus pueblos. Toda reforma
que promueva la inclusión y la igualdad es inaceptable por los burgueses
oligárquicos latinoamericanos. Los
verdaderos vende patrias. Esos que aún se siguen llamando a así mismos
conquistadores y herederos de coronas y de reinos. Esos que despilfarran ego y
arrogancia, los verdaderos genocidas déspotas y tiránicos que están en
cualquier avenida principal en nuestros países. En el sistema infestado, cubiertos por la impunidad.
Estos que desde sus medios de
comunicación manipulan la información y levantan mareas, y tergiversan y
descontinúan… Hay que tener los ojos bien puestos en Ecuador y en los gobiernos
socialistas en Latinoamérica, esta lucha es sin descanso y vamos ahí hombro con
hombro cerrando filas, porque si tocan a uno nos tocan a todos. La Patria Grande es de todos.
La derecha de Nisman en
Argentina no respira atacando a Cristian Fernández, la semana pasada fue de
duras pruebas para los Peronistas y Kirchnernistas, la jefa tomó una decisión
importante para asegurar la continuidad El Proyecto, Cristina no le ha fallado
al pobrerío al que Evita representó con dignidad. Proponer a Scioli-Zannini dejando fuera de la candidatura para la
vicepresidencia y presidencia a Randazzo
a quien propuso un puesto menor pero no carente de importancia, caldeó
los ánimos de muchos revolucionarios fanáticos que la acusaron de traidora. El
mismo Randazzo escribió una carta pública
con fuerte resentimiento, anunciando que no aceptaba el puesto.
Demostrando con esto que Cristina tuvo razón, él no estaba capacitado para
ninguno de los dos puestos principales en el gobierno que es El Proyecto.
Inmaduro, egocentrista demostró que su lucha era personal y jamás en beneficio
del pueblo. Un revolucionario de verdad sabe que todas las trincheras son
importantes y que se defiende la revolución con cuerpo y alma, dejando fuera
egos y arrogancias. De nuevo Cristina demostró que tanto la izquierda resentida
y la derecha recalcitrante la subestiman. Sus genialidades no tienen cabida en
las pasiones y fanatismos. Quienes estamos con Cristina confiamos en sus
decisiones porque son racionales, y si en esta el tiempo demuestra que se
equivocó también seguimos estamos con ella, en las buenas y en las malas.
Y seguimos estando de cuerpo
entero con Maduro y Venezuela, todos los días a todas horas porque esa
Revolución es del pueblo para el pueblo. Y estamos con Dilma, y seguimos
apoyando a Bachelet porque su lucha contra la oligarquía chilena debe ser la de
todos. Y estamos con los estudiantes y los docentes y el Pueblo Mapuche. Y con
los indignados en España y apoyando el nuevo inicio de Grecia. Claro que sí,
porque la lucha por la dignidad y la igualdad social no tiene fronteras. Y
demás está decir el apoyo a Evo y a Fidel.
No nos dejemos engañar, todos los procesos son difíciles, hay
rencillas, descontentos, traiciones, desertores, y duelen en el corazón, y hay
que señalar cuando algo tiene doble fondo, cuando se están moviendo cartas
debajo de la mesa, pero ni por un segundo olvidar que El Proyecto es colectivo
en beneficio de los pueblos marginados. Y nuestra obligación es defenderlo
desde cualquier trinchera. Defendamos el
intento incansable de los gobiernos socialistas por la búsqueda de la igualdad
social, un mundo donde la dignidad no se pague con la vida, donde hombres y
mujeres seamos iguales en derechos, un mundo sin clasismo y sin odio racial.
Un mundo que haga de las sonrisas de los niños las flores del jardín y la
frescura de los riachuelos.
“Se recomienda difundir”.
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