KEIKO Y ALBERTO TAPIA |
Foto oficial de Keiko Fujimori y
su candidato al sillón municipal de Barranca, Alberto Tapia.
Narcotráfico Captura de Danilo
Silva, cuñado del candidato fujimorista a la Alcaldía de Barranca con media
tonelada de cocaína, revela alarmante grado de penetración del narcotráfico en
la política.
La reciente detención de
Danilo Silva Sánchez, cabecilla de una organización internacional de tráfico de
cocaína con sede en Barranca, es un caso elocuente del grado de infiltración
del narcotráfico en las campañas electorales.
Silva cayó dentro de una camioneta
que escondía parte de un cargamento de media tonelada de cocaína que se
pretendía exportar por mar a Canadá, el jueves 31.
El vehículo, pintado con los colores y lemas de Fuerza Popular, le
pertenece a su cuñado, el candidato fujimorista a la alcaldía de Barranca,
Alberto Tapia Olivares.
Silva era uno de los
principales promotores de la candidatura de su cuñado y un activo miembro de
Fuerza Popular en Barranca.
En su cuenta de Facebook hay
múltiples fotografías en las que Silva aparece con el polo naranja y el
logotipo (K) de la agrupación fujimorista.
La candidata presidencial y
lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, aseguró públicamente que desconocía
de los antecedentes de Silva y pidió respetar la presunción de inocencia de su
candidato Tapia.
Silva, sin embargo, era un conocido y prontuariado traficante de
drogas.
En abril del 2001 fue detenido
en Barranca junto a 5 personas y dos mexicanos del cartel de Tijuana,
propietarios de tres laboratorios donde se procesaba droga. La Policía les
decomisó 65 kilos de cocaína y US$ 25,000.
Fue sentenciado a 15 años de prisión efectiva por narcotráfico, pero en
2009, el expresidente Alan García le conmutó la pena a 10 años y lo dejó libre.
Ese “narcoindulto” presidencial permitió que Silva siguiera
contrabandeando coca.
“Es una tragedia que a una
persona a la que se le quiso prestar ayuda legal de buena fe, traicione así esa
voluntad y pierda la posibilidad de reconstruir su vida”, argumentó él dos
veces ex Presidente de la República.
Que un capo de la droga como Danilo Silva haya sido puesto en libertad
por García y que luego fuera empleado por la campaña fujimorista en Barranca es
una muestra del nivel alarmante que ha alcanzado el narcotráfico en el país.
EL “GORDO CARLOS”
Un equipo de la División de
Investigaciones Especiales (Divinesp) de la Dirandro venía siguiendo a Silva, “Gordo
Carlos”, desde hace varios meses.
Su teléfono fue intervenido y
se registraron conversaciones suyas con varios traficantes colombianos, entre
ellos Luz María Peláez Arboleda, alias “Yanet”.
La Policía asegura que “Yanet”
recibió de Colombia un millón de dólares que entregó a Silva para financiar la
compra y el envío de la cocaína.
La tarde del 31 de julio, Keiko Fujimori, acompañada del candidato
Alberto Tapia, realizó un mitin fujimorista en el Parque Los Próceres de
Barranca.
Esa misma noche, Silva y uno
de sus cómplices se dirigieron a la Playa Colorado de Barranca llevando en el
vehículo de propiedad del candidato fujimorista las dos estructuras de metal
cargadas con clorhidrato de cocaína.
La droga debía ser llevada a
un barco carguero en alta mar, pero fue entonces cuando la Dirandro intervino y
atrapó a Silva con las manos en la coca.
Tapia es considerado hasta el
momento como testigo en la investigación. El candidato de Fuerza Popular y su
cuñado evitaban hablar por celular, por lo que no se pudo “pinchar”
conversaciones telefónicas entre ambos. La Policía investiga si la campaña de
Tapia fue financiada con los “narcodólares” colombianos.
En el artículo Los “Narcocandidatos” CARETAS reveló la existencia de una serie de
candidatos a alcaldes y presidentes regionales de los comicios de octubre
próximo con procesos abiertos por narcotráfico, lavado de dinero y desvío de
insumos químicos.
El viernes 1, la presidenta
del Jurado Electoral Especial (JEE) de Ica, Elizabeth Quispe, renunció a su
cargo debido a que habría recibido amenazas de muerte de tres presuntos “narcocandidatos”
en dicha ciudad.
El Jurado Nacional de
Elecciones (JNE) pidió a Quispe que identifique a los aludidos, pero ella se
negó. “Temo por mi vida”, dijo la funcionaria electoral. “El narcotráfico ha penetrado la política. Es real”. (Américo
Zambrano)
REVISTA CARETAS
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