Han asesinado a un alcalde en el Cusco –todo apunta
en manos de la Policía de Urresti (http://goo.gl/K5udDB)– y
es inaudito que no sea un escándalo nacional. Han asesinado a un líder
activista defensor de la selva peruana que denunciaba mafias madereras
–coludidas, según entendidos, con autoridades del Estado y del Poder Judicial–
y es un escándalo que no sea un escándalo nacional.
El alcalde de Kepashiato, Rosalío
Sánchez, protestaba tras dos años de tocar todas las puertas institucionales
posibles para hacer cumplir promesas del Estado y dialogar sobre discrepancias.
Reuniones con todos los presidentes de Consejo de Ministros (Jiménez,
Villanueva, Cornejo), VP Espinoza, Contralor Kouri, Pdte. Comisión de Fisc. del
Congreso Zevallos, Pdte del Congreso Otárola, Fiscal de la Nación Ramos
Heredia, etc. El gobierno sabía de estas demandas por años y ha sido
ineficiente y negligente en no solucionarlas. ¿Qué piden? La sensata
construcción de una planta de fraccionamiento y envasadora de gas (que al
Cusco, de donde sale, le cuesta casi el doble que al resto del país), entre
otras demandas. Todo el aparato del gobierno central ha estado bien enterado de
las demandas y ha dejado que la gente se exacerbe ante su ineficiencia,
indolencia y desinterés.
Al parecer hay que ser una
transnacional poderosa y jugosa como Coca Cola para que el copresidente
Castilla preste atención a sus demandas al punto de hacer copy and paste del pedido de rebaja a la MML –en desmedro de
los ciudadanos– para camuflar esos argumentos de lucro privado en un proyecto
de ley. Este pérfido lobby desde su despacho es suficiente para que
dimita.
La gente está
muriendo en el país porque no le solucionan sus problemas fundamentales de
derecho a vida, salud, seguridad y estos poderosos ¿están brindando con Coca
Cola?
Edwin Chota Valera
es otro peruano muerto por la indiferencia y negligencia vergonzante de los
funcionarios del Estado. Más de 100 cartas enviadas a toda instancia
gubernamental: MINAM, MINEM, MINAGRI, MINSA, MINEDU, RREE, OSINFOR, etc. Edwin
era un incansable y corajudo líder asháninka de Alto Tamaya-Saweto, Ucayali,
frontera con Brasil. Llevaba años denunciando las amenazas de las mafias
madereras que depredan la selva y que ponían en riesgo a su propia comunidad.
Su carisma y pasión le permitieron tender redes no solo en Perú. Estrechó lazos
con etnias brasileñas y trabajaban luchas conjuntas. Edwin se propuso ser un
modelo de resolución de problemas (similares y comunes a muchas otras
comunidades de la abandonada selva) usando todos los conductos institucionales,
legales, democráticos y pacíficos. Se reunía con frecuencia con la Defensoría
del Pueblo en Lima y con funcionarios de gobierno. Logró un apoyo inédito para
una comunidad pequeña de parte de ONGs extranjeras. De hecho, la noticia de su
muerte se dio primero en Wall Street Journal (http://goo.gl/kXBxaS), The Guardian (http://goo.gl/db7gwB),
BBC (http://goo.gl/VgCW3E),
Huffington Post (http://goo.gl/OTBWKz).
Su lucha fue reportada en National Geographic (http://goo.gl/Vmpm6j)
y NY Times (http://goo.gl/OpxVVn).
¿Qué pedía? Que el Estado destrabe la
titulación de su territorio comunal. Que se excluya de las concesiones
forestales posteriores por las que no se hizo consulta previa y que se
superponen a su territorio ancestral. Esa fue y es la principal causa de
inseguridad aprovechada por los depredadores mafiosos.
El 6 de junio,
Edwin al fin tuvo cara a cara a representantes del gobierno en una misma sala
en Lima, gracias a la reunión que gestionó la Defensoría (http://goo.gl/jGKgJs)
que seguía su caso con atención. PCM, MINCUL, OSINFOR, MINAGRI, MINDEF,
MINDES, MINAM, RREE se comprometieron a resolver su caso. Ninguno cumplió.
Edwin y otros 3 líderes asháninkas fueron asesinados el 1° de setiembre camino
a la frontera para coordinar acciones con los brasileños contra madereros y
narcotraficantes. En esta entrevista
(http://goo.gl/ivpWY5) de hace un año,
Edwin casi anuncia su muerte ante la desprotección permanente del Estado que
hace vista gorda de sus funcionarios sospechosos de colusión. (Los fiscales
Patricia Dilmerith Lucano y Jorge Budiel Ticona archivaron las denuncias de
Edwin de tala ilegal, en las que se daba cuenta del involucramiento de
funcionarios del Estado).
Mientras esto pasa con los peruanos
que creyeron el falso pregón de Humala del gobierno inclusivo, ¿qué hacen sus
figuras más representativas? El más poderoso ministro toma Coca Cola, clava a
los independientes con las AFP, atiende intereses de extractivistas privados… y
el vergonzoso ministro-procesado-por-asesinato inflama los medios con poco
efectivas pero efectistas, absurdas medidas (restringir licencias de armas,
prohibir lunas polarizadas, deportar a 42 inofensivos artistas callejeros
extranjeros). Y el presidente deja que Perú se vuelva la chacra de nauseabundos
lobistas y que peruanos verdaderamente valiosos sean asesinados por mafias o
por los propios policías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario