domingo, 7 de septiembre de 2014

EL CASO COMUNICORE Y LA CHICUELINA DE CASTAÑEDA LOSSIO

Perú. Otro ejemplo de corrupción a doble nivel:
Golpe financiero
En una operación pagaron S/. 35,9 millns. a Comunicore y renovaron contrato con Relima por S/. 550 millones
Mientras que para el ex alcalde Luis Castañeda el caso Comunicore “es un asunto entre privados”, para las autoridades que acusan de corrupción a ex funcionarios de la gestión municipal del líder de Solidaridad Nacional, estos actuaron bajo conocimiento y autoridad de Castañeda.
El Poder Judicial excluyó del caso Comunicore a Luis Castañeda, pero los fiscales que acusan al menos a media docena de sus ex funcionarios señalan que estos no pudieron actuar por cuenta propia.
Ángel Páez.
Luis Castañeda Lossio logró desvincularse del caso Comunicore. Pero en el caso Comunicore Castañeda es una inevitable pieza clave.
La Sexta Sala Superior Penal de Reos Libres se apresta a iniciar juicio oral a media docena de ex funcionarios de la Municipalidad Metropolitana de Lima que pertenecieron a la gestión de Castañeda, a los que el fiscal superior penal Aldo Cairo Pastor acusó de colusión desleal el 22 de noviembre del 2013.
El fiscal superior Cairo denunció a cuatro ex funcionarios del municipio limeño: el ex gerente de Finanzas del municipio Juan Blest García; al ex subgerente de Tesorería Ulises Merino Rojas; al ex subgerente de Contabilidad Sergio Guerra Castillo; y al ex asesor de la Gerencia de Finanzas Daniel Arias Donayre.
Cairo, sin embargo, excluyó del caso al ex gerente municipal Ángel Pérez Rodas; al ex gerente administrativo Carlos Chávez Málaga; al ex gerente de Servicios para la Ciudad, Carlos Asmat Dyer, quienes fueron inicialmente acusados por la fiscal especializada en corrupción de funcionarios, Fanny Quispe Farfán, el 9 de diciembre del 2010.
La Procuraduría Anticorrupción ha requerido a la Sexta Sala Superior Penal de Reos Libres que, antes de iniciar el juicio oral, incluya en el proceso a Pérez, Chávez y Asmat, por el papel protagónico que cumplieron en el denominado caso Comunicore.
CADENA DE HECHOS
De acuerdo con los informes acusatorios de los fiscales Fanny Quispe y Aldo Cairo, así como de la Comisión Investigadora de la Municipalidad Metropolitana de Lima, el caso Comunicore es el resultado de una concertación de voluntades para buscar el beneficio económico de terceras personas. Para alcanzar dicho resultado, altos funcionarios de la gestión de Luis Castañeda aprovecharon sus cargos.
El caso Comunicore se consumó mediante tres operaciones paralelas y vinculadas entrañablemente:
a) La renovación del contrato de servicios con la compañía de limpieza Relima por diez años más, del 2005 al 2015, y que alcanza un monto aproximado de 550 millones de soles.
b) El pago de 35,9 millones de soles a favor de Relima y que debía resolverse como parte del acuerdo para la renovación del contrato.
c) El desvío de fondos públicos para cumplir con abonar a Relima la deuda de 35,9 millones de soles.
El caso Comunicore, que se ventilará en la Sexta Sala Superior Penal de Reos Libres, no aborda el presunto delito de lavado de activos que se imputa a ex funcionarios del concejo limeño, de la empresa Relima y de Comunicore. La titular de la Primera Fiscalía contra el Crimen Organizado, Paola Díaz, es la que investiga este caso y acaba de requerir una ampliación de 120 días más para aplicar pericias contables a siete ex funcionarios de la gestión de Castañeda.
Luis Castañeda Lossio logró zafarse del caso Comunicore, pero como puede desprenderse de las acusaciones fiscales y del informe de la Comisión de Investigación de la Municipalidad Metropolitana de Lima, los ex funcionarios acusados actuaron de acuerdo con autorizaciones y directivas del ex alcalde. No debería sorprender, ya que el propio Castañeda defendió la operación financiera y la elogió como uno de los episodios más exitosos de su gestión.
El 3 de marzo del 2010, cuando el ex alcalde se presentó ante la Comisión de Fiscalización que investigaba el caso, llegó a afirmar que el concejo limeño ganó con la operación y que se ahorró dinero. “Relima, en las negociaciones que ha tenido con la municipalidad, ha dejado de percibir 70 millones de soles. Unos 14 millones por el menor pago de un laudo arbitral y otros 56 millones por la renegociación o renovación del contrato con Relima. Entonces eso significa 70 millones de soles a favor de la Municipalidad de Lima Metropolitana”, dijo.
Como lo indican los fiscales Fanny Quispe y Aldo Cairo, así como el informe de la Comisión Investigadora de la Municipalidad Metropolitana de Lima, además de informes de la Contraloría General de la República, la renovación del contrato con Relima por diez años más (2005-2015) se consumó sin tomarse en cuenta los severos cuestionamientos a la calidad de los servicios prestados por la compañía brasileña de limpieza durante el periodo del primer contrato (1995-2005).
Pero la observación más importante de las autoridades acusadoras dista mucho de la versión triunfalista de Castañeda.
Si bien el municipio ahorró con el pago a Relima de 35,9 millones de soles por una deuda fijada por laudo arbitral –y no por el éxito de la gestión municipal–, también es cierto que la empresa brasileña consiguió el contrato de renovación por 550 millones de soles.
Tampoco mencionó el ex alcalde ante el Congreso que los 35,9 millones que el municipio acopió para pagarle a Relima terminó en manos de la empresa Comunicore, entre cuyos socios se encontraba Álex Montoya Agüero, prófugo de la justicia desde que se le imputó la condición de “blanqueador” de millones de dólares del narcotráfico.
Para las autoridades, el caso Comunicore pudo concretarse porque entre quienes cumplieron un papel determinante había estrechos vínculos.
El 7 de enero del 2005 –el mismo año en que se vencía el contrato con Relima–, en uno de los primeros actos del caso Comunicore, el director administrativo del municipio, Carlos Chávez Málaga, por su propia iniciativa pidió al estudio de abogados Benites, De Las Casas, Forno & Ugaz una opinión legal sobre la renovación del contrato con la empresa de limpieza brasileña por diez años más. Las autoridades han establecido que hasta ese momento Relima nunca solicitó al municipio la renovación del contrato.
Curiosamente, muy poco después, el 9 de febrero, el gerente general de Relima, Odilón Gaspar Amado, propuso al alcalde Castañeda renovar el contrato. Y el 29 de marzo, el gerente de Finanzas, Juan Blest García, informó al gerente administrativo de Relima, Miguel Garro Barrera, que el municipio estaba en condiciones de pagar la deuda de 35,9 millones de soles.
Carlos Chávez Málaga y Juan Blest García trabajaban para Castañeda desde la década de los ochenta, en distintas instituciones públicas, y el primero era amigo de Miguel Garro Barrera, quien, al mismo tiempo que laboraba en Relima también era el hombre fuerte de Comunicore.
Esto explica por qué la renovación del contrato con Relima, el pago de la deuda a esta compañía brasileña y la transferencia de los fondos abonados por el municipio de Lima a la empresa Relima terminaron en una cuenta de Comunicore.
TODO ESTÁ PROBADO
Las autoridades atribuyen a Juan Blest García la arquitectura financiera de la operación Comunicore. Está acusado de colusión desleal y malversación de fondos, y, además, es investigado por presunto lavado de activos.
“Todo lo que se publica es mentira”, dijo Juan Blest a La República: “Para qué voy a dar una entrevista si solamente van a publicar lo que quieren. El caso está judicializado, así que todo se verá en el Poder Judicial. Por eso no me interesa hablar ni aclarar nada. Yo he entregado todas las pruebas necesarias al Poder Judicial y será el Poder Judicial el que determinará la verdad de los hechos. Yo no tengo nada más que decir”.
La línea de defensa de Luis Castañeda Lossio consiste en señalar que los ex funcionarios de su gestión como alcalde acusados por presuntos actos de corrupción vinculados con el caso Comunicore deben responder ante las autoridades como corresponde, ya que actuaron dentro de las facultades que se les asignó.
Lo que han encontrado las autoridades son evidencias de que los ex funcionarios imputados no actuaron por su cuenta sino bajo mandato de la ex autoridad edil.
Como demuestra la exhaustiva cronología que aparece en estas páginas, elaborada sobre la base de la información de las acusaciones fiscales, los informes de la Contraloría y de laComisión Investigadora de la Municipalidad Metropolitana de Lima, el 24 de agosto del 2005 el entonces alcalde suscribió la resolución N° 2282 encargándole el puesto de director general de Finanzas a Juan Blest García retroactivamente desde el primero de enero del 2005, precisamente poco antes de que se iniciara la llamada Operación Comunicore, hasta el 17 de octubre del mismo año.
Y a partir de esta fecha se encargó a Juan Blest la Oficina General de Finanzas del municipio limeño, que es la que pagó a Comunicore en cinco armadas los 35,9 millones de soles (que se redujo a 33,7 millones por una serie de pagos administrativos).
Y el 27 de diciembre de 2005, el mismo día que Relima comunicó al municipio que había cedido a Comunicore sus derechos sobre la deuda de 35,9 millones de soles, el municipio encargó a Juan Blest que a partir de dicha fecha asumiera la Gerencia Municipal (resolución de alcaldía N° 2835), hasta el 2 de enero del 2006.
Esto es, desde la alcaldía le entregaron todo el poder a Juan Blest García para que cumpliera con la operación financiera y pagarle la deuda a Relima de 35,9 millones de soles –y que cobraría Comunicore–, y la renovación del contrato con la empresa de limpieza brasileña por diez años más por un costo proyectado en 550 millones de soles.
De todos estos nombramientos ex profesos el ex alcalde estaba informado.
CONEXIONES VIRTUALES
“Según nuestro criterio como Procuraduría Anticorrupción, Luis Castañeda sí tenía conocimiento de estos hechos. No solo por la forma apresurada en la que se gestaron todos estos pagos sino también por la participación de todos estos gerentes que eran sus funcionarios de confianza y por el sistema de pago que usaron. Sin embargo, ni para el Ministerio Público ni para el Poder Judicial estos hechos no eran suficientemente relevantes para incluir a Castañeda en el juicio”, afirmó a La República el procurador anticorrupción Christian Salas Beteta.
“Si bien la responsabilidad penal la asumirán los procesados, resulta extraño para la Procuraduría Anticorrupción que no se haya permitido investigar también al ex alcalde Castañeda”, añadió Salas.
Hay dos operaciones financieras que las autoridades han identificado como sospechosas por su relación entre sí y su rapidez, como se puede observar en la infografía de estas páginas. En un mismo día, el 4 de agosto del 2005, antes de que se pagaran los 35,9 millones de soles a Relima/Comunicore –pero ya se había acordado que se abonaría dicha suma–, se aprobó y firmó para la renovación del contrato con la empresa de limpieza por 550 millones de soles:
a) A las 3 y 30 de la tarde el director de Servicios a la Ciudad, Carlos Amat Dyer, sustentó ante la Comisión de Asuntos Legales, sin que el tema estuviera en agenda, la renovación del contrato con Relima. La comisión aprobó la iniciativa.
b) Entre las 5 de la tarde y 7 y 20 de la noche, el mismo Amat, ante la sesión del concejo encabezada por Luis Castañeda Lossio, argumentó a favor de la renovación del contrato. El concejo dio su visto bueno.
c) Carlos Amat, en nombre del municipio, suscribió el contrato de servicios de limpieza con Relima, en una hora que hasta el momento se desconoce.
Poco después también salió rapidísimo –y con la participación de casi los mismos funcionarios de Castañeda– el pago de 35,9 millones de soles a Relima que luego se transfirió a Comunicore:
a) El 20 de diciembre, Relima acuerda con Comunicore venderle la deuda de 35,9 millones de soles que le tenía el municipio de Lima.
b) El 26 de diciembre, Emape le devolvió al municipio un préstamo de 13 millones que no había solicitado. Blest era un funcionario de Emape asignado como gerente de Finanzas del municipio. Ese dinero sería parte del pago a Relima/Comunicore.
c) El 27 de diciembre, Relima y Comunicore informaron al municipio sobre el acuerdo de venta de la deuda de 35,9 millones de soles. Juan Blest pidió en el día a la Gerencia de Asuntos Jurídicos si procedía la venta de la deuda.
d) Blest, quien en un principio acordó pagar a Relima la deuda de 35,9 millones en un plazo de 10 años, informó a la empresa brasileña que lo haría en seis meses a partir del 3 de enero del 2006.
e) El 3 de enero, Blest pagó la primera armada de 3,8 millones de soles a Comunicore, sin ni siquiera esperar la opinión de la Gerencia de Asuntos Jurídicos.
¿No sabía nada de esto Castañeda?
“Esa es una pregunta que no me la debe hacer a mí sino al señor Castañeda. Solo puedo decir que este es un tema judicial que enfrentan los gerentes de la municipalidad del tiempo en que Castañeda fue alcalde. Por lo tanto, si hay algo que preguntar sobre este tema es al señor Castañeda. Es más, autorizo que lo pongan así, que yo sugiero que le pregunten al señor Castañeda”, dijo a La República el congresista Martín Belaunde Moreyra, de la bancada de Solidaridad Nacional.
Pero para Castañeda, en lo que concierne a él, Comunicore es un caso cerrado.
COINCIDENTES AUSENCIAS DEL EXALCALDE
El 17 de octubre del 2005, al día siguiente de que Miguel Garro, a pedido de Juan Blest, emitió 10 facturas para que le pagaran a Relima/Comunicore los 35,9 millones de soles, el concejo limeño aprobó el pedido del entonces alcalde Luis Castañeda de una licencia a cuenta de sus vacaciones, del 18 de noviembre al 2 de diciembre del 2005.
Sin embargo, el concejo le amplió la licencia del 9 al 20 de diciembre. Y lo hizo por tercera vez, en esta ocasión del 28 de diciembre del 2005 al 8 de enero del 2006.
Estas coincidencias llamativas son investigadas por las autoridades del caso porque en dicho periodo de ausencias de Castañeda, se produjo la reestructuración financiera del municipio limeño con el propósito de pagar los 35,9 millones de soles a Comunicore y renovar el contrato con Relima por diez años más por 550 millones de soles.
Por si fuera poco, en tales fechas el municipio de Lima comenzó a pagar la deuda con Relima, y esta empresa a su vez le transfirió a Comunicore, la que durante la ausencia de Castañeda comenzó a recibir los montos en cinco armadas por parte del municipio. Estas acciones las cumplieron funcionarios nombrados ad hoc.
http://www.larepublica.pe/07-09-2014/en-una-operacion-pagaron-soles-359-millns-a-comunicore-y-renovaron-contrato-con-relima-por-soles-550

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