La doctrina del shock es la historia no oficial del libre mercado.
Desde Chile hasta Rusia, desde
Sudáfrica hasta Canadá la implantación del libre mercado responde a un programa
de ingeniería social y económica que Naomi Klein identifica como «capitalismo
del desastre». Tras una investigación de cuatro años, Klein explora el mito
según el cual el mercado libre y global triunfó democráticamente, y que el
capitalismo sin
¿Qué tienen en común experiencias tan traumáticas como la invasión y
posterior ocupación de Irak realizada por las tropas estadounidenses y sus aliados
desde principios del 2003, el devastador
tsunami que azotó las costas de Sri Lanka el año 2004 o la destrucción
de Nueva Orleáns por el Huracán Katrina en 2005?
En su libro La Doctrina del
Shock. El Auge del Capitalismo del Desastre, la periodista canadiense Naomi
Klein postula que estas “traumáticas” experiencias, así como también otras
durante los últimos 30 años, han sido aprovechadas para instaurar lo que ha
denominado como el “capitalismo del
desastre”, una doctrina formada bajo los presupuestos políticos, económicos
y sociales desarrollados por el padre de la Escuela de Chicago, Milton Friedman, y cuyo principal objetivo es desmantelar los restos del Estado de
Bienestar y promover a nivel global el modelo de desarrollo neoliberal.
A juicio de la autora, para
los seguidores de Friedman, caracterizados por su marcado carácter neoconservador, las fuerzas económicas del mercado como
la oferta y la demanda, la inflación y el desempleo, constituyen fuerzas
naturales, fijas e inmutables, a las
cuales es necesario volver borrando todo rastro de intervención estatal que
impida la consecución del libre mercado, entendido como “utopía de los emprendedores”.
En este sentido, el “capitalismo del desastre”
postula que detrás de toda “tragedia” es posible ver una “oportunidad”, como es
la de aprovechar el trauma colectivo para promover e implementar reformas
económicas y sociales de carácter radical sustentadas en los principios básicos
del corporativismo como son la eliminación
del rol público del Estado, la absoluta libertad de movimientos de las empresas
privadas y un gasto social prácticamente nulo.
La implementación de este
modelo debe su éxito a una estrategia política denominada como “la doctrina del shock”, la cual orienta
los procesos de reconstrucción implementados como respuesta tanto a los efectos
de intervenciones militares como a desastres naturales de distinto tipo, abriendo “apetitosas oportunidades de
negocio” a los agentes, defensores y promotores del “capitalismo del desastre”.
Más que un estudio
estrictamente académico, el libro de Klein constituye una documentada investigación
periodística que recrea de manera detallada el largo e intrincado itinerario de
maduración y reproducción del modelo propuesto por Friedman con posterioridad a
la Gran Depresión del año ’29, constituyéndose
como una reacción crítica al éxito alcanzado por las propuestas keynesianas en EEUU,
las propuestas socialdemócratas en Europa y las teorías desarrollistas en
América Latina.
Derivado de lo anterior, el
libro analiza también la conformación de una clase política y empresarial formada
bajo su ideario y agrupada en torno a la
Escuela de Chicago, desde donde ha
desarrollado una importante expansión hacia distintas regiones del mundo desde
mediados del siglo XX hasta hoy.
Junto con lo anterior, la
autora da cuenta pormenorizada de la manera como “la doctrina del shock” ha sido aplicada en distintos momentos históricos
y en distintas regiones del mundo, con el objeto de imponer sus postulados de
libre mercado. Dentro de dichas experiencias destaca, por ejemplo, el
decisivo papel jugado por el gobierno estadounidense y la CIA en la
desestabilización del gobierno socialista de Salvador Allende y el activo papel
que los “Chicago Boys” jugaron para convertir a Chile en el laboratorio de su
modelo político y económico, amparados bajo el terror y la coerción impuestas
por la dictadura militar de Augusto Pinochet.
Asimismo, la autora da cuenta
también de las experiencias de shock desarrolladas bajo los gobiernos de Margareth
Thatcher en el Reino Unido y de Ronald Reagan en el mismo EEUU durante la
década de los ‘80s, de las transformaciones implementadas en Polonia, Rusia y
Sudáfrica durante la década de los ‘90s, o la misma experiencia desarrollada en Irak tras la invasión del año 2003, y que
tan ventajosa ha resultado en términos económicos para las empresas de
servicios que han logrado adjudicarse las concesiones contempladas bajo el
proceso de “reconstrucción” de dicho país.
No obstante su amplia y
profusa distribución mundial desde su fecha de publicación original hasta nuestros
días, el libro de Klein no pierde
relevancia ni actualidad.
Por una parte, permite
comprender el proceso histórico de formación de una nueva clase dirigente, los
denominados “neoconservadores”, y la
evolución de los postulados ideológicos que sustentan su conformación, así como
también sus estrategias de expansión e implementación en distintas regiones del
mundo.
Por otra, constituye una
invitación para observar de manera atenta, abierta y crítica los efectos de los
planes y programas de reconstrucción actualmente en ejecución en sociedades afectadas
por conflictos bélicos o desastres naturales, como son actualmente los casos de
Haití, Chile y China, afectados por sendos terremotos, o Pakistán, India y
Brasil, afectados por sendas inundaciones, entre otros.
En el caso de nuestro país
adquiere incluso una relevancia particular considerando
su reconocimiento como laboratorio y “modelo exitoso” de las propuestas de
Friedman, la profundidad con que ellas han sido implementadas por las
élites políticas y económicas, y las transformaciones sociales y culturales que
han generado en la sociedad chilena durante los últimos 30 años.
Por último, el libro de Klein
constituye también un aporte interesante para comprender las complejidades que
atraviesan los procesos de producción y construcción social del hábitat,
principalmente aquellos caracterizados por altos niveles de pobreza y
vulnerabilidad que afectan a su población y que son experimentados
cotidianamente por sus habitantes. Bajo el entendido que pobreza y vulnerabilidad
no constituyen realidades naturales, del trabajo de Klein se desprende la
importancia fundamental que los actores y agentes económicos juegan en dicho
proceso, de los postulados ideológicos que sustentan sus propuestas y de las
herramientas que utilizan para dichos fines, enmarcándose fundamentalmente en
políticas, programas y proyectos cuyos alcances no son fácilmente identificables
para el conjunto de la población.
LA DOCTRINA DEL SHOCK DOBLADO AL ESPAÑOL Y COMPLETOhttps://www.youtube.com/watch?v=_Q7X5pYKi00
No hay comentarios:
Publicar un comentario