mentirosos ambientales |
El Comercio dijo su palabra y
los demás, por supuesto, quedamos reducidos a un solo concepto: “mentirosos
ambientales”. En sus tres años, con idas y venidas, el gobierno de Humala
estableció algunos principios que querían indicar que existía alguna vigilancia
ambiental y que había un organismo rector a cargo de ejecutarla. No era una
instancia de promoción de la inversión como se definen asimismo el MEF, el
ministerio de Energía y Minas y otros sectores públicos, sino uno de balance
que debía contener el daño que ocasionan las actividades económicas sobre la
naturaleza. Más o menos como debía ser el ministerio de Cultura, respecto a la
preservación del patrimonio histórico y los derechos culturales de las
poblaciones indígenas.
Hace alrededor de un año se
echaron abajo las restricciones sobre patrimonio cultural en zonas de
inversiones y se tumbó al área de interculturalidad del ministerio de Cultura
por opinar contra la ampliación del Lote 88 del gas de Camisea, que afecta a
los indígenas de la zona; y se empezó a rediscutir
la consulta previa, promulgada por el propio presidente Humala, en Bagua, como un obstáculo a la inversión.
En estos momentos, los
enemigos a atacar son ambientales y tienen que ver con el procedimiento de
aplicación de sanciones a los trasgresores de las normas ambientales (se recomienda no sancionar, y cuando haya
que hacerlo será con una multa rebajada a 35%); se exigen estudios
complementarios de costo/beneficio, para saber cuánto gana o se pierde al
decidirse entre inversión y protección; se acorta a su vez el plazo para
pronunciarse sobre los EIA (estudios de impacto ambiental); y se extrae al ministerio de Ambiente
(MINAM) de la responsabilidad de definir las zonas protegidas, para entregarlo
al Consejo de Ministros, donde operan los ministros lobbies de la inversión.
Todo esto le parece de lo más
bien a los de la gran concentración, liderados por alguien que hace algunos
años se decía ambientalista y a la que sus parientes la sacaron del diario
según ella porque no compartían sus principios. Bueno, la mujer está ahora al
mando del barco principal de la concentración y probablemente haya dado el
consentimiento al editorial que respalda las medidas de Castilla y la CONFIEP,
lo que además coincide con varias de sus columnas sobre conspiraciones
ambientalistas y mentirosas.
El hecho es que tenemos un
gobierno retirando supuestos obstáculos que son normativas que él mismo definió
cuando Castilla no tenía tanto poder como ahora y se tragaba algunos pequeños
sapos. En junio del 2014, el único que se traga cualquier cosa es Humala que no
entiende que es lo que está pasando con la economía que creía era su tabla de
flotación. Cuando creía que Castilla lo salvaría de cualquier riesgo económico,
resultó que al mechoncito lo único que
le interesaba era salvar a sus amigos empresarios. Que para eso cobra.
www.rwiener.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario